En Cañete, militares tuvieron que intervenir a un grupo de ciudadanos que protestaban en los exteriores de un cementerio. Eran cerca de las 7 PM cuando un grupo vecinos se desplegaron en los alrededores del cementerio general San Vicente.
Ellos buscaban impedir el entierro de la primera víctima por COVID-19, pues temen ser contagiados. Ante los disturbios, y al estar fuera de sus viviendas, los agentes procedieron a intervenirlos; sin embargo los manifestantes salieron corriendo.
Estas personas se escondieron al interior de una vivienda. Los militares efectuaron una rápida persecución y, tras romper la puerta del inmueble, lograron detener a cinco personas. El entierro iba ser en la mañana, pero ante el reclamo, la plocìa retornó en la noche bajo un gran resguardo.