Crónicas del estado de emergencia (Numero 9)

18 de Mayo de 2020 NUmero 9

La voz del patrón

Hace unas semanas, el Presidente de Confindustria1 Trento, Fausto Manzana, al presentar el “Informe de Sostenibilidad”, afirmó la necesidad de reactivar la economía garantizando al mismo tiempo el respeto al medio ambiente: “Pero esta prioridad -añadió- no puede ignorar el hecho de que hay que construir grandes infraestructuras, tanto a nivel nacional, para conectar mejor nuestro país con el resto de Europa, como en nuestra provincia”. Luego hizo referencia explícita a Valdastico (con su salida hacia el norte), el tercer carril de Autobrennero, las circunvalaciones de Trento y Rovereto, y las obras relacionadas con el Túnel del Brennero. El hecho de que el líder de los industriales, mientras pretende realizar grandes infraestructuras con un impacto desastroso sobre el territorio (y los cambios climáticos), hable de sostenibilidad y respeto al medio ambiente, es indicativo de cómo la lógica del beneficio y la subyugación del lenguaje van siempre de la mano. ¿Sentido de los límites, participación de la población, cambio del estilo de vida, reflexiones suscitadas por la cuarentena y otras historietas con las que los tertulianos nos han entretenido en los periódicos, en la televisión o en la radio durante las últimas semanas de arresto domiciliario? Aquí se pueden ver resumidas por Manzana: “Será la investigación la que encontrará las soluciones, será el mercado quien marcará el camino”.

El trabajo de los siervos

Y la investigación encuentra las respuestas ¡Y tanto que las encuentra! Con un pequeño detalle: nunca preguntarse por el significado de las preguntas. El impacto de los gases de efecto invernadero nos está llevando al colapso ecológico. ¿Deberíamos detener la carrera? ¡En absoluto! Intentemos la “Gestión de la Radiación Solar” (SRM), es decir, la inyección de sulfatos en la atmósfera mediante aerosoles para desviar algunos de los rayos solares hacia el espacio y contrarrestar así el calentamiento global. ¿El sobrecalentamiento causa la acidificación de los océanos, lo que a su vez causa la destrucción del arrecife de coral? En el Politécnico de Milán se ha establecido un sistema para alcalinizar artificialmente el agua con el objetivo de contener los efectos de las emisiones industriales de CO2.

Monitor

La guía de televisión que se distribuye semanalmente junto con el diario “l’Adige” es un pequeño ejemplo de cómo la ideología dominante puede reproducirse incluso en tal formato. Siguiendo los aires que soplan, en las últimas semanas “Monitor” ha dedicado algunos articulillos al 5G, a los coches de conducción asistida y a los de conducción autónoma. En ambos casos, se señala que estas formidables innovaciones contienen algunos “puntos críticos” y que plantean “muchas preguntas”. Cosas de las que en los artículos, bien provistos de los más serviles elogios, el lector no encuentra ningún rastro. Leyéndolos, descubrirá así que con el 5G puede descargar una película en su smartphone en pocos minutos, pero no – ni por error, ni siquiera con la fórmula “los más malignos y precavidos sostienen… ” – que será vigilado por todas partes y que tendrá mayores probabilidades de contraer un cáncer. De los coches autónomos aprenderá que le permitirán “leer, comer, ver la televisión, llamar por teléfono y – por qué no – dormir”. ¿Y las muchas preguntas? Requieren de ciudades informatizadas llenas de sensores, condicionan los trayectos, las paradas, las compras, las pólizas de seguro, amplían la captura de nuestras vidas por gigantes como Google… No, he aquí “las muchas preguntas”: “se necesita que los vehículos demuestren ser 100% seguros y en este sentido todavía hay un largo camino por recorrer”.

“No permitamos instaurarse al mundo sin contacto”

Con este título – el subtítulo es Llamamiento al boicot de la aplicación Stop-COVID19 – salió hace unas semanas en Francia un texto firmado por algunas decenas de personas, asociaciones y colectivos2. Vale la pena mencionar algunas de las propuestas con las que concluye este llamamiento:

“Durante las últimas semanas se ha hecho habitual que muchas personas dejen sus smartphones en casa cuando salen. Llamamos a la generalización de este tipo de gestos y al boicot de las aplicaciones públicas y privadas de seguimiento digital. Más allá de lo anterior, invitamos a todas y todos a reflexionar profundamente sobre la posibilidad de abandonar su teléfono inteligente y reducir en gran medida su uso de la tecnología inalámbrica. Volvamos, por fin a la realidad.”

“Llamamos a la población a informarse sobre las consecuencias económicas, ecológicas y sanitarias del despliegue de la red 5G y a oponerse activamente al mismo. Más aún, invitamos a todas y todos a informarse sobre las antenas de telefonía móvil que ya existen cerca de su casa y a oponerse a la instalación de nuevas antenas transmisoras.”

“Otra batalla crucial para el futuro de la sociedad es el rechazo de la escuela digital e inalámbrica. La crisis que estamos atravesando se ha aprovechado para normalizar la educación a distancia a través de internet, y sólo una reacción contundente de profesores y familias podrá impedir que se instale definitivamente. Pese a que la escuela es susceptible de críticas desde muchos puntos de vista diferentes, estamos convencidos de que estas últimas semanas se habrá hecho evidente para muchos que sigue teniendo sentido aprender juntas y que es muy valioso para los más pequeños estar en contacto con maestros y maestras de carne y hueso.”

“… Algunos llevamos años denunciando la informatización del trabajo, y nos parece evidente que la extensión del teletrabajo forzado es un proceso al que tenemos que oponernos a través de nuevas formas de lucha, de boicot, de deserción.”

Precisamente ahora

“Precisamente ahora que Internet y el trabajo inteligente son tan importantes”, se quejó el alcalde de Rovereto después de que algunas personas anónimas sabotearan cinco (o seis, no se entiende bien) cabinas de intercambio de telecomunicaciones en la noche del 14 al 15 de mayo. Las pequeñas cajas de chapa habrían sido forzadas y los cables que llevan la línea a la cabina y de la cabina a las viviendas habrían sido cortados. El “apagón” habría llegado a afectar a dos mil usuarios, trayendo “medio regimiento de técnicos” a la ciudad para restaurar el servicio, lo que debería suponer una semana de trabajo. “Deshagámonos de las jaulas tecnológicas”, decía una de las inscripciones dejadas por los saboteadores anónimos.

Hace ochenta años …

Giaime Pintor, intelectual antifascista que murió a los veinticuatro años despedazado por una mina alemana, escribía en los años 40: “Hoy en día en ninguna nación civilizada la brecha entre las posibilidades vitales y la condición actual es tan grande: nos corresponde a nosotros declarar el estado de emergencia”. Hoy en día que el asedio – entre la producción industrial de desastres ecológico-sanitarios y las soluciones tecnológicas que agravan sus efectos – nos está machacando, nos corresponde a nosotros hacer efectivo el estado de emergencia.

1 NdT: La patronal. Confederación General de la Industria Italiana. Principal organización representativa de las empresas manufactureras y de servicios italianas.

2 NdT: Se refieren al texto aparecido simultáneamente en frances y castellano: La necesidad de luchar contra un mundo ‘virtual’. Contra la doctrina del shock digital (Diario ctxt, 3 de mayo de 2020).

Traduzione in spagnolo dei n°9 e n°8 delle Cronache

Cronache dallo stato d’emergenza (Numero9)

18 Maggio 2020

La voce del padrone

Qualche settimana fa, il presidente di Confindustria Trento Fausto Manzana, nel presentare il «Report Sostenibilità», ha affermato la necessità di rilanciare l’economia garantendo il rispetto dell’ambiente: «Ma questa priorità – ha aggiunto – non può prescindere dal prendere atto che le grandi opere debbono essere realizzate, sia a livello nazionale, per connettere meglio il nostro Paese con il resto dell’Europa, che nella nostra Provincia». Facendo poi esplicito riferimento alla Valdastico (con lo sbocco a nord), alla terza corsia di Autobrennero, alle tangenziali di Trento e Rovereto, alle opere collegate al Tunnel del Brennero. Che il capo degli industriali, nel pretendere di realizzare Grandi opere dall’impatto disastroso sul territorio (e sui cambiamenti climatici), parli di sostenibilità e di rispetto per l’ambiente è indicativo di come logica del profitto e asservimento del linguaggio procedano sempre di pari passo. Senso del limite, coinvolgimento delle popolazioni, cambiamento negli stili di vita, ripensamenti suscitati dalla quarantena e le altre storielle con cui gli opinionisti ci hanno intrattenuto sui giornali, in televisione o alla radio durante le scorse settimane di arresti domiciliari? Eccole riassunte da Manzana: «Sarà la ricerca a trovare soluzioni, sarà il mercato a trovare la strada».

Il lavoro dei servi

E la ricerca le risposte le trova, eccome se le trova. Con un piccolo dettaglio: mai interrogarsi sul senso delle domande. L’impatto dei gas serra ci sta portando al collasso ecologico. Fermiamo la corsa? Macché. Proviamo con la “Gestione della Radiazione Solare” (Srm), ossia con l’iniezione tramite aerosol di solfati nell’atmosfera per deflettere parte dei raggi solari nello spazio e contrastare così il surriscaldamento globale. Il surriscaldamento provoca l’acidificazione degli oceani, la quale a sua volta causa la distruzione della barriera corallina? Al Politecnico di Milano si è approntato un sistema per alcalinizzare artificialmente le acque, al fine di contenere gli effetti dell’emissione industriale di CO2.

Monitor

La guida TV che viene distribuita settimanalmente insieme al quotidiano «l’Adige» è un piccolo esempio di come si possa riprodurre l’ideologia dominante anche in un simile formato. Seguendo l’aria che tira, nelle ultime settimane «Monitor» ha dedicato qualche articoletto al 5G, alle auto a guida assistita e a quelle a guida autonoma. In entrambi i casi, si segnala negli occhielli che queste formidabili innovazioni contengono delle «criticità» e sollevano «molti interrogativi». Cose di cui negli articoli, ben prodighi degli elogi più servili, il lettore non trova traccia. Scoprirà così, leggendoli, che con il 5G potrà scaricarsi un film sullo smartphone in pochi minuti, ma non – neanche per sbaglio, nemmeno con la formula «i più maligni e prevenuti sostengono…» – che verrà sorvegliato ovunque né che avrà molte più probabilità di beccarsi il cancro. Della auto a guida autonoma apprenderà che gli permetteranno di «leggere, mangiare, guardare la tv, telefonare e – perché no – dormire». E i molti interrogativi? Richiedono città informatizzate disseminate di sensori, condizionano tragitti, soste, acquisti, polizze assicurative, ampliano la cattura delle nostre vite da parte di giganti come Google… No, eccoli «i molti interrogativi»: «occorre che le vetture dimostrino di essere sicure al 100% e su questo fronte la strada da compiere è ancora lunga».

«Non permettiamo al mondo senza contatto di instaurarsi»

Con questo titolo – il sottotitolo è Appello al boicottaggio dell’applicazione Stop-COVID19 – è uscito qualche settimana fa in Francia un testo sottoscritto da qualche decina di persone, associazioni e collettivi. Vale la pena di riportare alcuni degli inviti con cui tale appello si conclude:

«In questi giorni, sembra che molte persone lascino il proprio smartphone a casa quando si allontanano dal proprio domicilio. Invitiamo alla generalizzazione di questo genere di gesti e al boicottaggio delle applicazioni private o pubbliche di tracciamento elettronico. Più in generale, invitiamo ciascuno e ciascuna a riflettere seriamente sulla possibilità di abbandonare il proprio telefono intelligente, e di ridurre in modo massiccio il proprio uso delle tecnologie di punta. Torniamo finalmente alla realtà».

«Invitiamo le popolazioni a informarsi sulle conseguenze economiche, ecologiche e sanitarie del dispiegamento pianificato della rete chiamata “5G”, e ad opporvisi attivamente. In modo più ampio, invitiamo ciascuno e ciascuna a informarsi sulle antenne di telefonia mobile che esistono già, e ad opporsi all’installazione di nuove antenne-ripetitori».

«Un’altra battaglia essenziale per l’avvenire della società è il rifiuto della scuola digitale. Il periodo critico che stiamo vivendo è messo a profitto per normalizzare l’insegnamento a distanza tramite Internet, e soltanto una vigorosa reazione degli insegnanti e dei genitori potrà impedirlo. Malgrado tutte le critiche che si possono fare da diversi punti di vista all’istituzione scolastica, il periodo attuale dovrebbe illustrare agli occhi di molti che è sensato imparare stando insieme e che è prezioso per i bambini essere in contatto con degli insegnanti in carne ed ossa».

«… Alcuni di noi denunciano da anni l’informatizzazione del lavoro; è evidente che l’estensione del telelavoro obbligatorio è un processo da arginare con nuove forme di lotta, di boicottaggio, di diserzione».

Proprio adesso

«Proprio adesso che internet e smart working sono così importanti», si è lamentato il sindaco di Rovereto dopo che degli anonimi, nella notte fra il 14 e il 15 maggio, hanno sabotate cinque (o sei, non si capisce) cabine per l’interscambio delle telecomunicazioni. Sarebbero state forzate le casette in lamiera e tagliati i fili che portano la linea alla cabina e dalla cabina alle case. Il “blackout” avrebbe coinvolto duemila utenze, portando in città “un mezzo esercito di tecnici” per ripristinare il servizio, il che dovrebbe richiedere una settimana di lavoro. «Liberiamoci dalle gabbie tecnologiche», una delle scritte lasciate dagli anonimi sabotatori.

Ottanta anni fa, qualcuno…

Giaime Pintor, intellettuale antifascista morto a ventiquattro anni dilaniato da una mina tedesca, scriveva negli anni Quaranta: «Oggi in nessuna nazione civile il distacco tra le possibilità vitali e la condizione attuale è così grande: tocca a noi dichiarare lo stato di emergenza». Oggi che la morsa – tra la produzione industriale di disastri ecologico-sanitari e le soluzioni tecnologiche che ne aggravano gli effetti – ci sta stritolando, tocca a noi rendere effettivo lo stato di emergenza.

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Cronache dallo stato d’emergenza (Numero9)

Cronache dallo stato d’emergenza (Numero8)

Sulla china

È proprio lì che ci troviamo. Persino economisti tutt’altro che radicali cominciano a ipotizzare quattro vie d’uscita dalla situazione attuale: uno scivolamento verso la barbarie; il capitalismo di Stato; il socialismo di Stato; una diversa società basata sull’aiuto reciproco. Il quotidiano on line «Milano Finanza» titolava, il 6 maggio: Perché il sistema capitalistico è praticamente morto. La tesi – sbagliata, ma indicativa – sostenuta dal capo di un importante fondo di investimento è che un sistema in cui le imprese non possono realizzare profitti senza l’intervento dello Stato non è più un sistema capitalistico. Ma il pezzo forte era la conclusione: se certi cambiamenti non saranno diretti dall’alto, ben altri saranno imposti dal basso. Chi lo avrebbe detto, anche solo qualche mese fa? Il problema è che per il momento l’iniziativa è quasi interamente nelle mani degli Stati e dei tecnocrati, il che ci avvicina a una delle prime tre soluzioni e ci allontana dall’ultima, l’unica che può salvare allo stesso tempo la sopravvivenza dell’ecosistema e la libertà degli individui.

A conferma

Il 6 maggio, Vito Crimi, viceministro dell’Interno e capo politico dei 5 Stelle, propone di “consentire” (troppa grazia!) a chi percepisce reddito di cittadinanza o Naspi di andare a lavorare in agricoltura per sopperire alla carenza di manodopera straniera “senza perdere il diritto a quel reddito”. Come se niente fosse, il pentastellato (ma era stato preceduto in questo dal presidente PD dell’Emilia Romagna Bonaccini: «Chi prende il reddito di cittadinanza può andare a lavorare lì così restituisce un po’ di quello che prende») dice le cose come stanno. È ora di fare piazza pulita dell’arcaica idea ottocentesca che il padrone debba pagare, e che ad un certo lavoro corrisponda un relativo salario, determinato dai rapporti di forza tra padrone e lavoratori. D’ora in poi il lavoro sarà una concessione (una concessione obbligatoria, cioè un’imposizione), così come lo sarà il reddito (sempre più misero), che potrà essere tolto su decisione del governo – abbiamo avuto un assaggio, di questi tempi, di cosa possono fare con un semplice decreto – e soprattutto che non sarà in alcun modo commisurato al lavoro svolto, né potrà essere oggetto di contrattazione e conflitto. 600 euro al mese per lavorare 12 ore sotto il sole ti sembrano pochi? Perdi il sussidio. Vorresti contrattare una paga adeguata? Avanti il prossimo. Vorresti un contratto con paga oraria, straordinari, malattia, ferie, permessi, giorno libero, contributi, possibilità di scioperare? Crimi e Bonaccini non ne parlano, altri politici nemmeno, probabilmente per loro è roba da museo. Una svolta non da poco per affrontare la “crisi che verrà” (o che è già qui?): i percettori di sussidi sarebbero una riserva di manodopera letteralmente a costo zero per i padroni, e senza alcun costo aggiuntivo per lo Stato, visto che si tratta di fondi (ma sarebbe meglio dire briciole) già stanziati e la cui erogazione è già prevista dalla legge. Una proposta simmetrica al rifiuto di regolarizzare i lavoratori immigrati senza documenti, una manodopera a costi ridottissimi per le aziende, a costo zero per lo Stato. Un motivo in più per lottare insieme, italiani e stranieri, contro un nuovo schiavismo, che non ha nulla di emergenziale: visti i profitti che garantiscono, non c’è alcun dubbio che queste condizioni, una volta imposte, diventeranno permanenti e sempre più estese.

Coscientemente, o per forza

Il nodo del degrado delle condizioni di vita e di lavoro e quello di una società sempre più artificiale stanno venendo al pettine contemporaneamente. Ben difficilmente riusciremo a fermare questa economia della sciagura, senza creare degli spazi collettivi in cui organizzarci contro la crescente miseria e in cui formulare, allo stesso tempo, un giudizio complessivo su un sistema apertamente in guerra con il Pianeta e tutti i suoi abitanti. La resistenza contro l’introduzione del 5G sarà probabilmente una di queste occasioni. Un altro terreno di incontro potrebbe diventare quello relativo alla salute. Perché possa trovare sostegno nel resto della popolazione per le proprie battaglie, il personale sanitario critico dovrà cominciare a esprimersi non solo contro tagli e privatizzazioni, ma anche contro le cause strutturali (inquinamento e adulterazione del cibo, ad esempio) che assicurano sempre più pazienti all’industria per cui lavora. È proprio un simile giudizio che manca – in quel settore come in tutti gli altri –, schiacciato sotto il peso della sopravvivenza. Solo degli spazi di comunicazione diretta e delle lotte comuni possono allentare quel peso. D’altronde, se non avverrà attraverso il blocco cosciente di una produzione sempre più demente, sarà «sotto il giogo di disastri ecologici ripetuti che gli uomini dovranno imparare a separarsi da un mondo di illusioni».

Linee di principio

In attesa – o in sostituzione – dell’applicazione per il tracciamento dei contatti, l’Istituto Italiano di Tecnologia (il cui direttore Roberto Cingolani fa parte della task force istituita dal governo per programmare il “ritorno alla normalità” dopo la quarantena) ha già elaborato e messo in commercio un braccialetto digitale che suona se non si rispetta la “distanza di sicurezza” e che incamera i dati sui contatti con eventuali contagiati. Il governatore della Liguria vuole renderlo obbligatorio a partire da quest’autunno. Intanto, il ministero dell’Istruzione progetta di mantenere la “didattica on line” anche per settembre (metà degli studenti “in presenza”, metà collegati a internet). «Non ci sono mai ostacoli per coloro che non hanno princìpi», è stato scritto di recente. E quali sono questi princìpi? Che idea di libertà, di “natura umana” e di relazioni sociali contrapporre alla macchinizzazione di noi stessi e del mondo? L’affermazione di certi valori è forse la necessità etica e pratica più imperiosa di questa fase storica. Attorno agli insegnanti recalcitranti, ai genitori che si rifiuteranno di mandare i figli a scuola, agli studenti che non forniranno l’“email istituzionale” necessaria per la “didattica a distanza”, è fondamentale che si crei una rete di appoggio, di riflessione e di resistenza. Probabilmente gli elementi di rifiuto sono più diffusi di quanto non si creda, benché dispersi e timorosi.

Un inizio

Una prima discussione su tutti questi temi è avvenuta domenica 10 maggio al terreno no tav di Acquaviva e Resistente. Per diverse ore, una cinquantina di persone provenienti da varie località del Trentino si sono raccontate come hanno vissuto questi due mesi di confinamento, abbozzando, in vista di altri incontri, idee e proposte per far sì che non si torni alla normalità.

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Cronache dallo stato d’emergenza (Numero8)

Cronache dallo stato d’emergenza (Numero7)

1° maggio a Rovereto

Il 1° maggio, una ventina di compagni e compagne sono scesi in strada per circa un’ora nel quartiere popolare delle Fucine con una serie di interventi amplificati tra i palazzi dell’Itea (Istituto Trentino Edilizia Agevolata). Come già successo il 25 aprile al Brione, è stata un’occasione per parlare sia delle cause strutturali dell’epidemia – tutte collegabili al modo capitalista di saccheggiare e di sfruttare la natura – sia di come l’hanno affrontata Confindustria e governo, provocando di fatto una strage. Anche durante questa iniziativa si sono invitati gli abitanti dell’Itea che sono in difficoltà economiche (i dirigenti dell’Ente provinciale hanno annunciato una moratoria dei canoni per i negozianti, ma non per gli inquilini) a organizzarsi per non pagare l’affitto. Si è sottolineato come il divieto – che perdurerà anche dopo il 4 maggio – di incontrarsi in più persone all’aria aperta abbia lo scopo di tenerci isolati e passivi di fronte a ciò che ci stanno preparando: i prestiti che il governo si appresta a chiedere alle istituzioni europee e ai creditori interni (banche, assicurazioni, fondi di investimento) saranno rimborsati aumentando lo sfruttamento dei lavoratori e delle fasce più povere della società, aspetto sul quale “europeisti” e “sovranisti” sono tutti d’accordo. Per resistere a questo – e all’introduzione del 5G – è necessario violare responsabilmente le misure di confinamento sociale. Alcuni abitanti – soprattutto giovani – si sono avvicinati all’iniziativa. Due pattuglie della polizia, invece, si sono mantenute a distanza.

Se possiamo lavorare, possiamo anche scioperare”

Con questa slogan, tra il 30 aprile e il 1° maggio sono stati organizzati blocchi e scioperi nella maggior parte delle filiere della logistica. A Bologna, a Casoria, in provincia di Napoli, a Torino, a Campi Bisenzio, a Calenzano, a Modena (dove le proteste erano già cominciate all’inizio della settimana). E poi Genova, Milano, Brescia, Bergamo, Piacenza, Firenze, Roma, Caserta… Ancora una volta i facchini – in gran parte immigrati – si confermano come il settore più combattivo della classe salariata. Hanno scioperato anche i riders di Torino e i pulitori dei trasporti di Napoli, che il 30 aprile hanno bloccato la metropolitana.

Nel ventre della bestia

Mentre sui media italiani si dà spazio solo alle proteste dei sostenitori di Trump, i quali vogliono la ripresa dell’attività economica senza se e senza ma (la stessa posizione assunta dalla Lega e cavalcata dai fascisti, i quali provano a camuffarsi dietro le “mascherine tricolori”), il 1° maggio negli Stati Uniti ci sono stati scioperi imponenti contro giganti come Amazon, Whole Food, Walmart, Target. Le rivendicazioni sono la chiusura dei siti dove ci sono stati dei contagi, nessuna restrizione nei test ai sospetti contagiati, la retribuzione del lavoro pericoloso, l’interruzione della consegna di merci non essenziali e la fine delle ritorsioni contro i lavoratori che richiedono maggiore sicurezza sul lavoro. Gli infermieri sono scesi in strada davanti a 130 ospedali in 13 Stati per l’assunzione di nuovo personale, contro la mancanza di dispositivi di protezione e contro i tentativi di mettere a tacere chi protesta. Denominatore comune di queste e tante altre manifestazioni, l’opposizione alle spese e agli interventi militari a stelle e strisce. Da marzo sono stati documentati almeno 140 scioperi selvaggi in tutti gli Stati Uniti. Nel frattempo in California, nello Stato di New York, in Missouri e in diverse grandi città si allarga lo sciopero dell’affitto.

Congiunti”

Chiedersi quale finalità pratica abbiano per il contenimento del contagio le norme che da più di un mese ci vengono imposte si è rivelato fino ad ora un esercizio fondamentale di spirito critico. Dal 4 maggio, data di inizio della famigerata “fase 2”, le restrizioni alle nostre libertà (soprattutto quelle di associarsi e di manifestare) non cambieranno, ma sarà possibile andare a visitare… chi? Nella prima versione erano i congiunti. Proteste. Avete capito male, volevamo dire gli affetti stabili. Questo balletto rivela una volta di più che certe misure c’entrano ben poco con la salute. Quale utilità pratica ha rispetto al contenimento del contagio poter incontrare solo i parenti? I legami familiari ci proteggono forse dalla possibilità di contagiarci? Esiste una sorta di immunità di gregge legata al cognome? La risposta ci sembra ovvia.

Nei prossimi giorni molte attività riapriranno i battenti (tralasciando quelle, non certo essenziali, che non li hanno mai chiusi, come le aziende che producono armi); si tornerà a produrre e consumare quasi a pieno regime. Non torneremo però ai nostri legami sociali significativi, alle nostre amicizie, alle nostre complicità: quelle, sulla carta, valgono meno di un attestato di parentela. Pazienza per chi una famiglia non ce l’ha o con essa ha chiuso i rapporti perché altrove ha trovato affetto, comprensione, reciprocità.

Lavoro, patria, famiglia: questo è l’essenziale!

Ma se vogliamo farla finita con l’organizzazione sociale che crea le pandemie, dobbiamo anche rivendicare a gran voce l’importanza di tutti i nostri legami, specie di quelli più disinteressati e autentici – che spesso, con la famiglia, non hanno niente a che fare.

Similitudini

Catturare attraverso il Diritto tutte le espressioni della vita umana è un’utopia totalitaria. Totalitaria, perché la sua realizzazione renderebbe gli esseri umani simili alle macchine; utopia, perché lo Stato non potrà mai controllare tutto quello che facciamo. Vi si può avvicinare, però, e parecchio, sfruttando le occasioni più propizie. Cos’hanno di particolare i Decreti emanati in nome dell’emergenza Coronavirus rispetto alle innumerevoli leggi liberticide che hanno costellato la storia di questo Paese? Non solo e non tanto l’estensione di massa delle restrizioni, ma il fatto che – capovolgendo le basi dell’ideologia liberale – questi Decreti definiscono come consentito non ciò che non è espressamente vietato, ma ciò che è espressamente permesso. Ebbene, qual è l’unico luogo in cui le attività si dividono tra quelle espressamente permesse e quelle espressamente vietate? Il carcere.

Mentre non incassa ancora il consenso necessario a introdurre l’applicazione “Immuni” per il tracciamento digitale dei contatti sociali, lo Stato ha iniziato a prevedere per alcuni detenuti semi-liberi l’obbligo di possedere uno smartphone per la geolocalizzazione. In sostituzione di cosa? Dei braccialetti elettronici, la cui costruzione è affidata a una delle compagnie di telefonia mobile (Fastweb).

L’avanzata della tecnologia digitale permette ciò che i regimi totalitari del passato non hanno nemmeno osato immaginare.

Versione pdf: Cronache7