Madrid: ataque a inmobiliaria

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La madrugada del 1 de abril eran reventadas las cristaleras de una inmobiliaria en vallekas. A la miseria de antes hay que sumarle la miseria que viene provocada por la crisis del covid-19. La militarización de las calles, la represión, la explotación, los despidos, el miedo y la incertidumbre son algunos de los rostros de la democracia y el Estado de siempre, solo acentuados por una aceleración súbita de estos procesos provocada por un virus.

Empresarios, políticos, jueces, periodistas, propietarios, policías y militares bailan al son mundial de los “estados de emergencia” con dura bota militar sobre nosotrxs. Las tensiones y rupturas han hecho también su aparición en forma de huelgas, motines, saqueos y disturbios, si se mapea un poco el panorama internacional y local. La olla a presión cada vez se hace más grande. Esto es solo una pequeña y humilde contribución en forma de ataque.

¡Por el contagio de la revuelta!

¡Viva la anarquía!

[Madrid] Ataque a inmobiliaria (1-4-2020)

Que vuelvan las huelgas. Que proliferen las okupaciones. Que lleguen los saqueos

La crisis del Covid-19 ha vuelto a poner de relieve que este mundo les pertenece porque nos los arrebatan. Los ricos y poderosos saldrán más reforzados de ella, aupados por el Estado. Y nosotros, más pobres de lo que ya éramos antes. Y si lo éramos, es porque había ricos. La crisis solo intensifica estos procesos.

Nos lo arrebatan todo por que hay propiedad privada, propiedad de la tierra, de la vivienda, del espacio… Y en base a ese derecho de propiedad, regulado por el Estado, nos obligan a pagar por lo más básico: (comida, vivienda…) y nos obligan a trabajar para ellos si queremos dinero para sobrevivir. ¿Qué hacen sino millones de trabajadores yendo a trabajar en pleno confinamiento? Y mientras, haciendo equilibrios, escuchando a políticos y periodistas hablar de moderación, unidad y responsabilidad con un horizonte de desahucios, despidos e incertidumbre, porque la crisis sanitaria se irá, pero las condiciones de explotación y miseria a las que se nos someten prevalecerán y aumentarán exponencialmente. Crisis sanitaria que deja otra pregunta: ¿Alguien cree que a Amancio Ortega o Esperanza Aguirre van a negarles una cama en la UCI si pillan el virus? Pues eso.

No podemos volver a la normalidad, ya no la habrá. El Poder se está preparando para lo que vendrá después. Hagámoslo nosotros: huelgas de alquileres, huelgas en los curros y en los centros de estudios, huelga salvaje, por encima de partidos, sindicatos y estructuras anquilosantes. Y tomemos, no esperemos, okupemos las propiedades vacías que son pasto de la especulación capitalista de inmobiliarias, bancos y fondos de inversión. Tejamos redes de solidaridad y apoyo mutuo.

Y hagámoslo sabiendo que el Estado ya está preparado con miles de militares, policías, cámaras y drones para proteger el orden, para proteger la propiedad y el trabajo, porque la autoridad es un garante de los explotadores para continuar sometiendo a los explotados. Tomaremos las calles, no olvidamos, no perdonamos, no habrá gobierno, urna, voto, militar, policía, periodista o juez capaz de contener la epidemia de rabia y revuelta. De nosotros depende devolverles el golpe. Saquea a los ricos.

Sentimientos y reflexiones que nos surgen (en relación al COVID-19)

Después de haber pasado ya unas semanas desde que se están aplicando los
protocolos de «prevención y protección» ante el COVID-19 en las
cárceles, sentimos la necesidad de expresarnos. Expresarnos en base a
nuestro sentimiento, a nuestra rabia, preocupación, impotencia e
indignación por como se gestiona la situación, por como han aislado y
recluido aún mas a lxs compas de dentro, por las noticias de abusos,
maltratos, palizas que nos llegan con dificultad, por como se abusa mas
que nunca del poder y la impunidad, y por como parece que se consideran
como «positivas» ciertas medidas que se han empezado a adoptar por parte
de Instituciones Penitenciarias que, a nuestro parecer, son solo un
lavado de cara.

Parece ser cierto que, al menos en algunas comunidades, se están
adoptando incipientes medidas para calmar los ánimos de lxs presxs y
contrarrestar los efectos de las restricciones para prevenir el
coronavirus en la cárcel. Cabe recordar que las medidas adoptadas han
estado basadas en mas aislamiento, soledad y castigo. No dar permisos de
salida, no permitir las comunicaciones por locutorio ni los vis a vis,
suspensión de actividades, etc. Nos resignamos a pensar que esta era la
única solución. Estamos seguras que tiene que haber formas de poder
seguir teniendo contacto con lxs presxs, al menos a través de un
cristal. Esto implicaría más lentitud, más trabajo, cambiar estructuras,
normas y funcionamientos. Invertir en mas medidas de higiene y
desinfección. Pero creemos que sí hubiera sido posible, si de verdad la
población reclusa importara mínimamente a las autoridades y a la
sociedad. Con el pretexto de intervenir en relación a la expansión del
COVID-19 se han vulnerado, aún más, los derechos de estas personas de un
modo brutal.

Todo es un sinsentido que nos genera rabia. Se les dan papeles absurdos
e instrucciones de lavarse las manos cuando no se les proporciona gel
desinfectante o apenas champú. Recordamos la precariedad de los lotes de
higiene, y que ellxs tienen que comprar en el economato -quien puede-
papel de váter, jabón y otros materiales básicos para la salud.
Insultantemente se les prohíbe tener contacto con su entorno, cuando lxs
carcelerxs entran y salen todos los días siguiendo controles y
protocolos mínimos, van a sus casas y vuelven a la cárcel, siendo ellxs
el mayor foco de contagio . Cuando ha habido posibles casos de contagio
se ha metido a lxs presxs en celdas de castigo, para «aislarlxs». Se les
prohíben las visitas del exterior cuando la misma estructura carcelaria
es una maquinaria de muerte que imposibilita cualquier tipo de medida de
seguridad ante el virus. Por ejemplo, ¿como van a guardar la distancia
de seguridad cuando comen juntxs, cuando muchas veces se ven obligados a
compartir celdas de 2 x 3 metros?

Como siempre, cuando intentas contactar con las cárceles, cuesta la vida
que te respondan al teléfono, y cuando lo hacen suelen ser incapaces de
solucionarte las dudas. En la mayoría de casos te dicen que no pueden
darte la información que pides, que no saben qué medidas se están
adoptando, qué protocolos se siguen. O bien en cada sitio se aplican
normas diferentes, o bien quien te coge el teléfono te dice lo primero
que le pasa por la cabeza. Ni siquiera hemos podido aclarar realmente si
funciona el correo, si lxs presxs pueden mandar cartas y si les llegan
cartas del exterior. ¿Como puede ser que ni siquiera sepan o puedan
decirte esta información? Algunas veces te dicen que sí funciona, pero
esto no concuerda con el hecho de llevar semanas sin recibir cartas de
una persona ni con la información que nos dan sus familiares.

Como decíamos, después de varias semanas, parece que se empiezan a
adoptar algunas medidas por parte del Gobierno. Medidas que nos siguen
pareciendo tardías e insuficientes. Y no olvidemos que si se están
llevando a cabo, o pensando en llevarlas a cabo es, en buena parte,
gracias a la presión que muchas personas privadas de libertad están
haciendo en decenas de cárceles de Cataluña y el Estado. Motines en
algunos módulos, confrontación con carceleros, huelgas de patio, plantes
coordinados, quema de objetos… Ellxs son quienes principalmente han
conseguido estos logros, lxs que han conseguido presionar para que les
den «algo», afrontando una vez mas la represión y el castigo por
revelarse. No es por la buena voluntad de las Instituciones ni porque
estas se preocupen por lxs presxs y sus derechos, ya que sus derechos se
vulneran sistemáticamente ya en un escenario «normal», y se han seguido
vulnerando de forma atroz ante la aparición del COVID-19.

Se dijo que se iban a dar mas llamadas telefónicas a lxs presxs. Estas
llamadas se pagan, como siempre, a precios desorbitados. Es decir, las
empresas telefónicas van a seguir sacando provecho de la desesperación
de lxs de dentro. Y de la desesperación de las familias, que tienen más
necesidad que nunca de meter dinero a lxs suyos. Sacándolo de donde sea,
para que estos puedan llamar, ya que ahora ni siquiera pueden verles, y
porque están preocupadas por lo que pasa dentro. Ahora dicen que, al
menos en Cataluña, se van a dar llamadas «gratis» a lxs presxs sin
recursos. «Gracias, que buena voluntad!» ¿Por qué no dan 20 llamadas
gratis para todxs? ¿Por qué se siguen cobrando las llamadas cuando ahora
mismo es el único contacto con el exterior? Porqué la cárcel sigue
siendo un negocio, incluso en “estado de alarma”. ¿Y quién se considera
un preso sin recursos? Por lo que sabemos solo se consideran personas
sin recursos aquellxs presxs que no cobren ninguna clase de peculio. Es
decir, que no tengan ninguna clase de ingreso. Eso significa que todxs
lxs que cobren 30, 40 euros al mes, que eso no te llega mas que para 4
cafés, algo del economato y un par de llamadas, ya no pueden tener
acceso a estas llamadas gratuitas, porque se considera que «ya tienen
recursos», o dicho de otra forma «que no son lo suficientemente pobres».
Por lo que sabemos, no es que se estén dando llamadas, sino que se dan 3
o 5 euros semanales, dependiendo en que prisión estés, para poder
llamar. Esto llega para hacer una llamada y media a la semana, (una
llamada son 8 minutos). Para todas esas personas, es decir, la mayoría,
tanto las que la familia les da 40 euros al mes como para los que tienen
que agradecer a la Institución que les regalen 3 euros de mierda, no les
sirve de nada que hayan aumentado el numero de llamadas que se pueden
hacer a la semana. Pasando de 10 a 15, o de 10 a 20. Porque ellxs van a
poder seguir haciendo solamente unas pocas, prácticamente las mismas que
hacían antes de esta situación de doble encierro.

También se dice que se van a poder «cambiar» los vis a vis por
videoconferencias. Como si pudiera haber comparación alguna entre una
mirada a los ojos, y no a través de una pantalla. Es evidente que es
mejor que nada, pero es poca cosa. ¿Y qué pasa con las comunicaciones
por cristal? Hay muchísimos presxs que no hacen vis a vis. ¿Qué pasa con
ellxs? ¿Las comunicaciones por cristal también se van a poder cambiar
por videoconferencias? ¿Y que pasa si la persona de fuera no dispone de
Internet, de recursos o de tecnología para poder realizar estas
videoconferencias?

La Generalitat de Catalunya ha mandado empezar el 24 de Marzo, en Quatre
Camins, la aplicación de videoconferencias de 1 hora y en salas con
ordenadores. Decían que lo antes posible lo aplicarían a las otras
prisiones. ¿Que sabemos de esto? Pues según familiares de personas
presas de Quatre Camins, no es verdad. Lo que se está haciendo son 10
minutos de videollamadas por Whatssap en salas pequeñas a través de
móviles. También se está aplicando en Mas d’Enric y a partir del jueves
2 de abril empezará en Brians. En Wad-Ras y Lledoners aún no se han
aplicado y en Ponent dicen que lo están gestionando. Es muy complicado
conseguir información.

Se aplican innumerables medidas de restricción en relación al contacto
con el exterior, con el pretexto de prevenir el Coronavirus, pero allí
siguen hacinados, en condiciones de falta de higiene, muchas veces sin
agua caliente, con una desatención sanitaria permanente, compartiendo
celdas diminutas y numerosos espacios comunes. Usando una misma cabina
de teléfono para decenas de personas, cosa que genera colas, angustia y
tensión. Pero lxs carcelerxs entran y salen, van a distintos espacios de
la cárcel, a veces sin medidas de protección. Y lxs presxs sin siquiera
la posibilidad de lavarse frecuentemente las manos, de usar mascarilla o
conservar distancias de seguridad. Se sigue teniendo encerradas a
personas mayores, personas con problemas respiratorios, con enfermedades
crónicas, pudriéndose en una enfermería o en una celda de castigo.

Esto se ve en las diferentes vivencias de personas presas y sus
familiares. Por ejemplo: Hace no mucho, en la cárcel de Lledoners, en el
módulo 8, mientras estaban comiendo, el Jefe de Servicio paseaba como
pedro por su casa, fumándose un cigarro y sin llevar mascarilla. Otro
ejemplo: En la prisión de Ponent, se les ha preguntado si hacía falta
mascarillas para las presas ya que se podría hablar con las redes que se
han creado de elaboración de mascarillas, aquí en Lleida. Pero lo que
nos respondieron fue que no hacía falta. Que ya tenían suficiente
material y que las personas presas no pueden llevar mascarilla. Niegan
la elaboración y la entrada de mascarillas para las reclusas. Esto lo
vemos reflejado en la noticia que salió el 25 de Marzo en el diario el
Segre, podemos leer el titular ” Aíslan un preso acusado de instar a
otros a plantarse en plena crisis.” y el subtitulo es: “Familiares
afirman que se le ha acusado por utilizar mascarilla”.

También estamos un poco hartas de que las Instituciones Catalanas
divulguen el discurso de que el estado español es el malo y así
fortalecer la idea de que sus cárceles son mejores, que cuidan a lxs
presxs y que piensan en ellxs. Sí podemos ver que hay pequeñas cosas
diferentes, y podríamos decir positivas, que tienen las cárceles
catalanas, pero esto no quiere decir que las catalanas se salven de el
trato denigrante que siguen teniendo muchísimas personas en su día a día
, y aún más, de la falsedad que tienen las instituciones catalanas, con
su cara bondadosas, ya que vemos que en cuanto a lo que dicen hacen
menos. Siempre pretenden quedar de “progres y avanzados” pero luego
vemos que la mitad de lo que dicen no es real, o lo aplican de una forma
cutre y deficitaria, como se puede ver en el tema de las
videoconferencias que hemos explicado antes.

La situación y por tanto la información va cambiando día tras día, por
eso estar atentas a lo que está pasando es muy importante para que las
personas dentro no estén solas y aisladas en esta situación vulnerable y
de doble castigo.

No nos olvidamos de nuestrxs compañerxs presxs. Mucha fuerza para todxs,
y todo nuestro apoyo ante las formas de lucha que se están llevando a
cabo dentro. Aquí estamos ahora, y aquí estaremos cuando esto pase.

Muerte a la cárcel y viva la libertad.

Grup de Suport a Presxs – Lleida-. 30.03.2020

 

https://suportpresxslleida.noblogs.org/post/2020/04/01/sentimientos-y-reflexiones-que-nos-surgen-por-las-medidas-aplicadas-en-las-prisiones-en-relacion-al-covid-19/

Come rendere “visibile” un nemico invisibile

Storicamente il potere si è sempre fondato sulla creazione di un nemico comune da combattere, concetto da dare in pasto ai “popoli” al fine di continuare a perpetrare sfruttamento, soggiogamento e cieca ubbidienza all’autorità. Il patriottismo ne è un semplice esempio, come d’altronde ogni nazionalismo.

Come è chiaro il fatto che ad ogni guerra, lo stato moderno ha sentito l’esigenza di creare l’immagine del nemico da combattere, fosse esso il ricco ebreo che comanda il mondo o un pericoloso comunista, il nemico capitalista o il più moderno terrorista fondamentalista. Insomma… un nemico comune crea una comunanza d’intenti, una sorta di fronte unico, tra sfruttati e sfruttatori, tra governati e governanti, tra oppressi e oppressori.
Ma a cosa serve realmente? Che dinamiche di potere si nascondono dietro questa falsificazione della realtà?
Basta ragionare sull’attualità di oggi: l’italiano che per la guerra al COVID-19 si fa “popolo”.
Davanti ad un nemico invisibile e pericoloso, il potere non ha potuto far altro che creare un nemico visibile, per spingere le persone a farsi “popolo”, facendosi coraggio a vicenda, ed esortarle così con più facilità a sottomettersi, anima e corpo, al Governo e contro il nemico comune: l’UNTORE!
Dall’inizio di questa situazione d’emergenza, infatti, ognuno sta vivendo sulla propria pelle gli effetti del clima di caccia alle streghe che si è insinuato tra le persone. Diffidenza, delazione tramite foto o video, infamia tra chi vive la stessa situazione di disagio, aggressività, sottomissione passiva agli ordini sono diventate ormai la prassi.
Per essere funzionali allo stato, non bisogna soffermarsi troppo davanti alle
cause più generali della comparsa di questo virus, quali la globalizzazione o la mancanza di difese immunitarie adeguate grazie ad es. all’inquinamento e al malsano stile di vita imposto da questo sistema produttivo; bensì è necessario soprattutto cercare il nemico da combattere in ogni luogo, che può essere una persona che cammina per
strada, un viandante su un sentiero o una persona qualunque che non risiede nel quartiere.
Perché soffermarsi a pensare a quanti posti letto sono scomparsi dagli ospedali negli ultimi trent’anni…? IO RESTO A CASA!
Perché ragionare sul fatto che solo chi ne ha le possibilità economiche può permettersi di vivere senza uno stipendio…? IO RESTO A CASA!
Perché pensare che, visto che c’è l’obbligo di stare a casa, c’è chi una casa non ce l’ha…? IO RESTO A CASA!
Basterebbe ragionare un po’ di più per comprendere come non sia una passeggiata nelle strade ad aumentare il contagio, ma tutti ormai sono pronti a denunciare chi non si attiene alle norme emergenziali prese dal governo. Non importa davvero come ridurre le probabilità di contagio, quel che è importante è accettare acriticamente il potere, arrivando a diventare a propria volta dei poliziotti infami. Tutto questo al fine di salvaguardare la “salute pubblica”, ma a che prezzo?
In un periodo buio come quello delle leggi razziali davanti alle deportazioni parte del “popolo italiota” rispose chiudendo le imposte delle finestre per non vedere. Oggi, in una situazione simile, invece quasi tutto il “popolo italiota” apre le imposte per vedere se qualcuno non segue alla lettera gli ordini.
Forse, il maggior numero di morti non sarà a causa del virus, ma delle misure liberticide messe in atto palesemente dallo Stato.
Il vero prezzo del contagio, se vorremo sottostare alle leggi imposte, sarà proprio la perdita di se stessi, la perdita della capacità di guardarsi allo specchio, in nome di qualcosa che dovrebbe rappresentarci, lo Stato.
Siete proprio sicuri che ne valga la pena?
D’altronde, c’è un male peggiore del Covid, quello sì difficile da debellare…
…una volta assorbito tutto il peggio dell’autorità, avremo ancora una vita che vale la pena di essere vissuta?

Anarchici e anarchiche

Marsiglia: attacco incendiario contro SNEF, collaboratori della città-prigione

Sniff Sniff SNEF*

Mentre il controllo sociale a Marsiglia (come in ogni dove) si intensifica sempre più, con la proliferazione di telecamere ed altri dispositivi di sorveglianza, SNEF si è affermata come obiettivo primario nella nostra lotta contro il flagello statale. Infatti, se da una parte SNEF è conosciuta per la presa in carico di ogni genere di lavoro (avrete sicuramente visto il loro nome apparire su svariati siti che contribuiscono alla gentrificazione accellerata di Marsiglia), dall’altra è anche una delle grandi “vincitrici” e collaboratrici della politica cittadina nel significativo espandersi della rete di sorveglianza. La notte del 17 marzo, quella precedente al primo giorno di quarantena, abbiamo deciso di rendere una piccola visita di cortesia ad uno dei loro uffici, dando fuoco ad una parte delle loro infrastrutture elettriche. Una settimana dopo, questa volta in centro città e durante la quarantena, una delle loro auto è stata incendiata. Questi attacchi sono parte di una serie di sabotaggi che hanno come obiettivo questa compagnia così come altri responsabili della diffusione della sorveglianza a Marsiglia, compreso un piccolo numero di altre auto incendiate, ed il sabotaggio della fibra ottica e delle telecamere avvenuto durante l’ultimo anno.

Mentre in questi tempi di follia pandemica la rete va rafforzandosi ed aumentano i tentativi di impadronirsi delle nostre vite, provare a liberarsi dall’oppressione che ci attanaglia ci sembra una boccata d’aria fresca, una breccia nell’esistente che vorrebbe rimanessimo docili.

CONTRO IL CONTENIMENTO E LA SOCIETÀ DEL CONTROLLO

*SNEF è un gruppo aziendale francese che si occupa di tecnologie dell’informazione, telecomunicazioni, sorveglianza