La inmunidad es liberar nuestra actitud sediciosa

—El COVID-19, un cisne negro?

Quien prevé sin descanso una catástrofe, no tiene descanso sino hasta que ocurre. Uno de los medios más seguros para atraer un desastre es anunciarlo.

Experimentar un detergente en Detroit, un antiséptico en Dusseldorf, un tranquilizante en Basilea, … es correr el riesgo de desintegrar núcleos de coral, de exterminar especies vegetales y animales, de hacer que nazcan monstruos humanos en las antípodas (o, peor aún, alrededor de uno mismo)

Georges Elgozyi

El Covid-19 cumple con las características planteadas por el capitalista libertariano Nassim Taleb, un acontecimiento impredecible de alto impacto principalmente contra el ser humano (o mejor dicho contra lxs explotadxs) y que solo a partir de la afirmación de su existencia –por todo medio posible–, se comenzaron a emitir miles de juicios inteligibles en retrospectiva. Opiniones-debates en boca de todxs, vertidas a través de la desinformación y que, van desde las terrenales del día a día, hasta las de la elite intelectual, pasando por las conspiranoicas; engrosando la Posverdad del Sistema de Dominación, pero algunas más interesantes que otras, sobre todo las propuestas de nuestros afines anárquicosii.

Estas líneas son solo para expresar una idea que considero fundamental. No quiero ser parte de la opinología masiva, pues ya hay suficientes opiniones para tener conclusiones y criterios claros. El principal impacto es la profundización de la desigualdad, del control y vigilancia permanenteiii, de un sacrificio más apretado de la movilidad y la libertad. No se necesita ser muy inteligente para predecir lo predecible: el avance del capitalismo deja destrucción a su paso. Por lo tanto la mayoría de cisnes negros, como los llama este enemigo Taleb, son acontecimientos extraordinarios de la mano humana, es decir, tienen un origen y es el virus del capitalismo.

La dictadura de la incertidumbre

La inteligencia artificial que según parece, tiene capacidad predictiva con márgenes de error mínimos, se ha convertido en una obsesión para predecir cualquier hecho de la vida, pero se ha quedado corta porque hasta donde sé, antes del COVID-19, no se hacían modelos para este virus en específicoiv y, sólo existían algunos cuantos para posibles epidemias y pandemias; esto significa que no podemos abarcar o conocer todo lo existente (¿por ahora?), el hecho es que se generaliza a partir de datos e información específica idealizando que, hechos pasados pueden demostrarnos una idea del posible futuro, pero los especialistas (que ni siquiera entre ellos se ponen de acuerdo para emitir un juicio,) aun no comprenden que el conocimiento es infinito y por lo tanto solo acceden a las fuentes que vertimos en los medios digitales o que obtiene del espionaje, pero ignoran otras, como por ejemplo, el sentido común o que podemos mentir, suplantar, hackear, etc. y alterar la información. No sabemos la capacidad de la tecnología llamada 5G de la que se dice, “es para espiarnos mejor”, así que estamos a tiempo de quitarnos de encima lo que llaman el internet de las cosas.

El miedo como tal, también ha tenido su evolución y hoy nos encontramos ante uno más de los originados por el Sistema de Dominación, pero mientras este miedo generalizado se apodera de nosotrxs, ellos no descansan, siguen sus planes de dominio y exterminio, tan sólo en lo que va del llamado a la cuarentena en México, hay decenas de eco-activistas y compañerxs asesinadxs o secuestrados por el Sistema y, se han registrado incontables feminicidios; en el mundo entero, selvas y bosques son talados e incendiados para el avance de la tecno-industria; incluso hay planes y experimentos para la colonización y explotación de la Luna o el planeta Marte. Mientras todo este avance destructor sigue su cauce, estamos a merced de la incertidumbre y el miedo por la supuesta pandemia.

¿Rumbo a un neo-feudalismo?v

Esta situación de pandemiavi o el supuesto cambio a un mejor Sistema de Dominación –a uno Sostenible-Verde–, o de su nueva mirada de sujeto colonial salvaje a un sujeto político económico de las comunidades nativas, entre otros factores disruptivos de la tecno-industria; son parte de la estructura que preparan para implantar un neo-feudalismo. Otros factores a considerar son la vigilancia, la obtención de datos personales, el contagio emocional, la información falsa, etc., con el objetivo de predecir nuestras vidas para degradar la afectividad y la memoria.

Las empresas y Estados “VERDES”vii, presumen salvar el planeta del Calentamiento Global, con métodos que derivan en un neo-feudalismo para este siglo: la explotación de recursos de manera equilibrada, bajo un mecanismo de control de espacios en el planeta donde los poderosos pueden comprar y/o negociar con los gobiernos o con los recién flamantes reconocidos grupos indígenas “nativos ecológicos”viii para explotar esos espacios en convenio de mutuo acuerdoix.

Se crearía una nueva masa productiva como fuerza neo-primitiva (en el antiguo sentido colonial), movida por impulsos emocionalesx creados por el sistema de dominación. Los nuevos roles de trabajo con seres despersonalizados, aislados, mal alimentados, etc.; nuevos esclavos, trabajaran dentro de dichos feudos y los que quedemos fuera de esos nuevos territorios y fronteras explotables, es decir, “los libres”, nos alimentaremos de la basura generada por los neo-feudos, tendríamos que buscarnos la vida como podamos en los espacios reducidos a concreto y no aptos para la sobrevivencia, lo que ocasionaría posiblemente una purga masiva de gente no productiva en estos nuevos espacios. Pero también tendríamos una vez más la oportunidad de destruir el sistema actual, antes de cruzar esta línea de transición.

CARPE DIEM

Toda la desdicha de los hombres procede de la esperanza.

A. Camus

En la década del 70 surgen los movimientos ambientalistas pero, desde una posición antropocéntricaxi, han surtido mínimo o, más bien, nulo efecto estas demandas ciudadanistas del pasado, pero el impacto principal por el que ahora los Estados y las Empresas se transforman en VERDES, es por la amenaza del denominado Calentamiento Global (¿otro cisne negro?) que originaron ellos y que hoy suman a sus agendas además de estos, otros como la Geoingenieria y nuevas políticas para mitigar el cambio climático.

Cabe mencionar que existió una corriente socialista libertaria ambientalista pero de igual manera antropocéntrica e incluso colonialista, denominada como anarco-ecologismo social, ideada por Murray Bookchin. Afortunadamente no fue la única corriente, como siempre el pensamiento anarquista basa sus conceptos teóricos en la práctica y surgen grupos más radicales como el Animal Liberation Front (ALF) o el Earth Liberation Front (ELF), pasando por Theodore Kaczynski y las reflexiones de John Zerzan, hasta los actuales grupos Eco-Anarquistas y anticivilización.

No todo es incertidumbre y miedo. Ayer como hoy, hay compañerxs de la diversa fauna anárquica, proponiendo alternativas y realizando actividades ante la situación global, pero, desafortunadamente, muchas de estas “alternativas” dejan mucho que desear: desde métodos de higiene y prevención, pasando por remedios herbolarios y hasta las llamadas ollas populares, la mayoría de estas actividades casi-rayando en el asistencialismo.

Por lo tanto, la idea fundamental que deseo expresar con estas breves líneas, es no quedarnos de brazos cruzados o asumir esos tristes roles asistencialistas sino sumarnos a los llamados de los compas afines, a la invitación de lxs italianxs o chilenxs a las acciones sediciosas, a expropiar los almacenes de alimentos del Estado y las empresas, a incendiar los templos religiosos, a utilizar los medios de transporte del Estado a nuestro antojo sin pagar un centavo, a la ocupación de edificios y casas abandonados, a dejar de utilizar la comunicación digital controlada por el Sistema, a dejar de pagar los servicios (agua, luz, etc.); esto como antesala para la destrucción total del Sistema.

Es hora de poner manos a la obra nuestra creatividad para la liberación total, esta situación es ideal no solo para la práctica autogestiva y solidaria sino también para la insurrección permanente.

Que tu fuente de alegría y sentido de la vida sea la Liberación Total, supera tu crisis emocional!!!!

A destruir la Posverdad!!!

A destruir el pensamiento antropocéntrico!!!!

Destruyamos el sistema de dominación!!!

Qué no quede piedra sobre piedra!!!

Nihil

Desde las entrañas de las aguas negras. Marea Subiendo

Abril – 2020.

i Quizá me criticaran por citar a este economista y ex burócrata francés, pero lo he hecho a propósito, con la intención de que si un ciudadanista es consciente y crítico de la tecnoestructura (concepto usado por él) de que la transformación industrial de una sociedad no garantiza necesariamente la felicidad, del peligro de la tecnocracia, etc. en el que sus impresiones tienen aún validez hoy: Si el presente esta preñado de futuro, lo menos que puede decirse (y aun predecirse) es que con frecuencia tiene malparto. Sin contar los embarazos neuróticos y los abortos espontáneos, el número de retoños monstruosos aplasta al de los normales / Si usted declara que en el año 2100 los climas serán controlados diariamente por los humanos, o mejor aún, por un reóstato planetario ¿Quién sería el tonto que se atrevería a contradecirlo con pruebas firmes? A previsiones indemostrables, refutaciones superfluas / En dos palabras «¡Democracia, mediocracia!», Proudhon dijo más que todos nuestros psicosociólogos en mil volúmenes. Quizás habría agregado una tercera palabra hoy, con referencia a la primacía de los medios: «Mediacracia» / Nosotrxs anarquistas aún mejor, deberíamos tenerlo más claro.

ii propagacionanarquica.noblogs.org / anarquia.info / contratodanocividad.espivblogs.net / contramadriz.espivblogs.net / etc…

iii El Gobierno de la CDMX vía la Agencia Digital de Innovación Pública, aprovecha la situación para obtener datos de antenas de las empresas de la telefonía móvil, para monitorear movimiento y contacto de la gente como supuesta prevención al COVID-19.

iv En algunas notas incluso se menciona que no es posible predecir el comportamiento del virus: https://elpais.com/ciencia/2020-04-08/por-que-no-podemos-predecir-como-se-comportara-el-coronavirus.html / https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/colaborador-invitado/y-si-el-modelo-predictivo-de-la-pandemia-fuera-incorrecto

v Hace alrededor de 19 años, en uno de los encuentros anarcopunks en México -aquella ocasión en el estado de Morelos- durante la ronda de participaciones a la exposición de una compañera sobre el Plan Puebla Panamá, lanzado por Vicente Fox; expuse brevemente el tema de las “finanzas populares”, concepto utilizado por el capitalismo para la inclusión financiera a los segmentos no bancarizados, es decir, exprimir hasta el último centavo a las poblaciones marginadas a costa de sus recursos; este proyecto también impulsado por Vicente Fox, dirigido fundamentalmente a los pueblos originarios. Modelo copiado al Banco Bangladesh; en ese entonces no tuvo mucha resonancia mi exposición, pero hoy mi interpretación de este futuro inmediato, vislumbra la llegada de un neo-feudalismo económico a gran escala, a través de las trampas del capitalismo como el ejemplo de las finanzas populares, que en nuestro caso mexicano, aun hoy, se habla de abrir empresas comunitarias a través de la inclusión digital y financiera a las zonas marginadas, más pobres, donde la mayoría son campesinos y comunidades indias, en otro artículo mencionaba la intención del PEJE tras invitar al dueño de Facebook a participar en su proyecto de tecnología para las zonas más pobres del país, donde no solo desea el control político (coercitivo) de dichas poblaciones, además de buscar mayor certeza en su persecución y cacería selectiva de eco-activistas y defensores de la naturaleza, sino porque también el control económico les resultaría demasiado rentable, a día de hoy se sabe que las remesas ascienden en promedio a 30,000 Millones de dólares al año y desde que se tienen estadísticas de la entrada de remesas a México, estás han ido en aumento considerable al paso de los años, por lo tanto buscan bancarizar estos territorios para la inclusión de los nativos y campesinos de lleno al Capitalismo, teniendo permisos de los propios pueblos para que las grandes empresas o los Estados, exploten los recursos de sus territorios. La antropóloga Isabel Cruz indica que el 70% de la población de estas zonas marginadas, utilizan teléfonos celulares; pero qué importancia tiene saber esto? pues el objetivo es bancarizarlos a través de ese aparato inteligente, es decir, canalizar no solo las remesas millonarias sino también el dinero de los apoyos gubernamentales de los programas sociales a este sector, que según la citada antropóloga ascienden a 120 millones de dólares que envía el Gobierno, lo que significa que la gente no vería el dinero en físico, sino a través de lo que denominan dinero electrónico, o sea, las gestiones y movimientos que tenga que hacer la gente de estas zonas marginadas, lo haría online vía el teléfono celular. Lo que impulsa es una suerte de «capitalismo comunitario» o «capitalismo indígena».

vi Este experimento global tendrá sus réplicas, hasta adaptarnos en su totalidad o ser exiliados en el mejor de los casos, en el peor, seríamos borrados del mapa. Aseguran que en este panorama cada vez más incierto cambiará la vida como nunca. Y tendrá que estar bien preparado. Porque algunos expertos aseguran que las pandemias serán más frecuentes, estimado entre cada tres o cinco años.

https://www.expansion.com/expansion-empleo/desarrollo-de-carrera/2020/03/27/5e7de7b4468aeb725a8b45f7.html

vii La nueva configuración de la vida en el planeta tras explotar y arrasar millones de hectáreas, es decir, la colonización y el dominio de la naturaleza para el desarrollo y el progreso humano, ha ocasionado un supuesto miedo en el que se dice hoy nos encontramos como especie amenazados de nuestra propia extinción.

viii El reto de los pueblos originarios, es sacudirse el indigenismo colonial, este discurso se actualizó en el siglo XX, al reconocer los gobiernos, sus territorios e identidades propias desde 1959 con el Convenio 107 y en 1989 con el Convenio 169 ambos de la OIT, posteriormente con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los pueblos indígenas en 2007, pero que tiene su antecedente preparatorio desde finales de 1994 y que para este nuevo siglo XXI, los Estados en contubernio con las grandes empresas, utilizan a su favor estas legislaciones internacionales para explotar los recursos y pueblos originarios con “acuerdos” a cambio de “progreso económico” en sus territorios.

ix Un ejemplo es el caso de la Guyana, donde sus bosques han sido desertificados por la tala y ahora para recuperarlos, han ideado con tecnología de punta, un sistema que detecta en los árboles, cuales captan más Co2 que transforman en oxígeno para plantar árboles maderables que lo hagan en menor medida o que de plano no capten Co2 y así obtener maderas para las diferentes industrias que las usan. Ejemplos como este hay cientos la gran mayoría fomentados por el BID.

x Es notorio que estos esclavos de la era digital, han modificado su comportamiento, alterados por la desinformación y sometidos ante esta, siguen justificando la existencia del Sistema de Dominación a cambio de un supuesto bienestar.

xi Promovieron en las agendas de los Estados, la conservación y regeneración de los recursos naturales tras su explotación desmedida, la preservación de la vida silvestre y la vida en cautiverio (reservas ecológicas, zonas protegidas, zoológicos, etc.) la reducción de la contaminación, etc.

 

La inmunidad es liberar nuestra actitud sediciosa

Sobre activismo, teoría, individuo y organización revolucionaria. Un debate imaginario entre algunos compañeros

[https://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2020/04/sobre-activismo-teoria-individuo-y.html]

Contenido:
1. Bordiga (Activismo. Italia, 1952)
2. Camatte-Collu (Sobre la organización. Francia-Italia, 1972)
3. Santini (Apocalipsis y sobrevivencia. Dos puntos de vista opuestos
sobre la organización. Italia, 1994)
4. Comunización (Introducción del traductor a Apocalipsis y
sobrevivencia. Chile, 2010)
5. Dauvé (La militancia en el siglo XXI. Francia, 2014)
6. Un proletario revolucionario después de participar en una revuelta de
masas y de volver a la normalidad capitalista, en tiempo de crisis
económica y sanitaria (Ecuador, marzo-abril 2020)

Extracto:
El proceso histórico, social e impersonal de la revolución es el que
produce individuos revolucionarios que se asocian libremente para actuar
como tales, y viceversa. De eso se trata, entre otras cosas, «la
producción comunista de comunismo» (Théorie Communiste, 2011) a través
de comunidades de lucha y de vida reales; es decir, a través de
comunidades espontáneas, impuras, imperfectas, limitadas y
contradictorias de proletarios/as que luchan por sus necesidades vitales
inmediatas al mismo tiempo que por su propia liberación y abolición como
clase social (los proletarios comunistas luchamos por nuestra propia
abolición, como bien decía Gorter), y por la abolición del Capital y el
Estado. De eso se trata, también, romper y superar el aislamiento o la
atomización social capitalista y, al mismo tiempo, esforzarse por ser la
crítica y superación práctica de los «rackets», grupúsculos, pandillas o
mafias políticas de izquierda que compiten entre sí por cuotas de poder
dentro de la sociedad burguesa y su Estado –razón por la cual, no son
revolucionarios sino contrarrevolucionarios.
¿Contradictorio? Sí: mejor dicho, dialéctico, porque el proletariado es
la contradicción viviente y sólo es revolucionario cuando lucha por
dejar de ser clase explotada y oprimida. Por eso es una clase-anticlase.
La revolución es la resolución positiva de esta contradicción en
movimiento. Criticando y superando en dicho movimiento todas las
separaciones que le ha impuesto el Capital; en este caso, la separación
entre individuo y comunidad, y entre teoría y práctica; y, por lo tanto,
criticando y superando los falsos y típicos debates izquierdistas al
respecto: activismo-teoricismo (o pragmatismo-intelectualismo),
subjetivismo-objetivismo e individualismo-colectivismo. Aun así, sigue
siendo contradictorio o dialéctico, porque es una realidad viva, en
constante movimiento y, por lo tanto, en constante autotransformación.
Lo mismo aplica, histórica y lógicamente, para la
organización-antiorganización revolucionaria: sólo ha sido, es y será
tal si cuestiona y transforma las relaciones sociales y las formas de
vida y de pensamiento capitalistas que contiene y que la contienen (lo
cual sin duda incluye a las formas de opresión machista, racista,
nacionalista, etc., en su propio seno); si realiza la crítica radical
(teórica y práctica) de todos los aspectos del mundo capitalista; si
subvierte el estado de cosas actual y produce de manera autónoma y
consciente las condiciones y las armas (prácticas y teóricas) de su
propia liberación; si prefigura en actos la comunidad humana real de
individuos libremente asociados y combate por la revolución comunista;
si lucha por abolirse a sí misma en tanto que organización separada de
la clase, aboliendo las condiciones capitalistas que la han producido
como tal; en una palabra: si contribuye realmente a la autoliberación y
la autoabolición reales del proletariado en tanto clase explotada,
oprimida y alienada por el Capital y el Estado.
Todo esto –como ya se dijo y vale dejarlo claro– no al antojo sino en
determinadas condiciones, principalmente en situaciones de crisis
revolucionaria producidas o no por la misma lucha de clases, así como
también en la vida cotidiana en la medida de lo posible. Y –como también
ya se dijo y vale dejarlo claro– no de manera pura y sin
contradicciones, porque cuando un movimiento es real es impuro y
contradictorio, y lo que lo hace revolucionario, entonces, es asumir,
sostener y tensionar esas contradicciones capitalistas para suprimirlas
y superarlas todas de raíz.

pdf.

sobre activismo, teoría, individuo y organización revolucionaria (pr_abril 2020)

La autoabolición del proletariado como el fin del mundo capitalista (o porqué la revuelta actual no se transforma en revolución)

[https://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2020/04/la-autoabolicion-del-proletariado-como.html].

Contenido:
– La contradicción fundamental de la revuelta proletaria actual
– La autoalienación y autodestrucción del proletariado como clase del
Capital
– La autoabolición del proletariado como la clave de la revolución
comunista y el comunismo como movimiento real y contradictorio
– Comunismo o extinción
– Posdata “pesimista” revolucionaria en tiempo de coronavirus

Extracto:
En todo el mundo estalla la revuelta*, pero en todo el mundo falta la
revolución. ¿Por qué? A continuación, una respuesta tentativa pero
contundente.
La razón coyuntural es porque esta sociedad de clases recién está
saliendo de un periodo histórico contrarrevolucionario (aproximadamente
desde la década de 1980) y entrando a un periodo histórico de ascenso e
intensificación de la lucha del proletariado mundial contra el
Capital-Estado mundial (2008-2013 y 2019-202?). Lo cual, a su vez,
recién está empezando a alterar la correlación de fuerzas y las
condiciones para una posible situación revolucionaria, en vista de que
la revuelta proletaria ha hecho temblar a la burguesía y sus gobiernos,
pero todavía no los ha derrotado ni enviado al basurero de la historia.
Como dicen los compañeros del grupo Barbaria, este es un «periodo
bisagra» que hay verlo no como una fotografía sino como una película que
contiene flujos (revueltas), reflujos (vueltas a la normalidad), nuevos
flujos y un final abierto. Un periodo histórico que transita entre la
contrarrevolución y una posible situación revolucionaria a nivel
mundial; para la cual, sin embargo, todavía falta mucho.
La razón estructural o de fondo es porque el proletariado todavía no es
una clase revolucionaria, a pesar de que hoy en día la crisis
capitalista sea más generalizada y grave que nunca antes, y de que la
actual oleada mundial de revueltas de los explotados y oprimidos sea un
embrión y un jalón hacia delante de la revolución social o, al menos, de
su necesidad y su posibilidad. Con mayor o menor grado de autonomía
organizativa y de violencia callejera, la clase proletaria hoy en día
está luchando contra el orden capitalista en casi todas partes, pero eso
no es suficiente: en última instancia, el proletariado es revolucionario
o no es nada, y sólo es revolucionario cuando lucha, no por “una vida
digna y justa” como clase trabajadora, sino por dejar de serlo. Sí, el
proletariado sólo es revolucionario cuando lucha por dejar de ser
proletariado, esto es cuando lucha por su autoabolición. De lo cual hay
ciertos síntomas y elementos en algunas luchas actuales (ej. luchas no
por más trabajo y más Estado sino por otra vida, aunque parezcan luchas
“suicidas”), pero todavía falta mucho para ello, porque en su mayoría
los proletarios se siguen reproduciendo como clase del trabajo y, por
tanto, como clase del Capital, y siguen interlocutando con el Estado sus
demandas de tal reproducción. Hoy por hoy, entonces, la clase
trabajadora mundial fluye y refluye entre ser clase explotada y ser
clase revolucionaria. Esta es la contradicción fundamental todavía
irresuelta de la revuelta proletaria en la actualidad y, por lo tanto,
la razón principal por la cual no se transforma en revolución social.
[…]
Sí, la revuelta no es revolución. La intermitente reemergencia del
proletariado mundial, y sus acciones autónomas y violentas contra las
fuerzas represivas (de lo que también se hace espectáculo e ilusión, ej.
la romantización de “la primera línea”), no son revolución. Pero “el
Estado socialista de transición” y “la autogestión obrera desde abajo”
tampoco son revolución (nunca lo fueron). La clave de la revolución
social es la autoabolición del proletariado, que va de la mano con la
abolición del valor, porque estas son las raíces o los cimientos del
capitalismo, entendido como la dictadura social del valor valorizándose
a costa de la humanidad proletarizada y la naturaleza.

*2019 e inicios del 2020, antes del coronavirus.

pdf:

la autoabolición del proletariado (pr_abril 2020)

¿¡Cuarentena o muerte!?

«Las enfermedades infecciosas son un tema triste y terrible, seguro, pero en condiciones ordinarias son eventos naturales, como un león comiéndose a un ñu o un búho comiéndose a un ratón» – David Quammen, Spillover, 2012.

O como un terremoto que hace temblar el suelo, o como un tsunami que inunda la costa. Cuando no causan víctimas, o casi, estos fenómenos ni siquiera se notan. Sólo cuando la cuenta macabra comienza a subir, dejan de ser considerados eventos naturales y se convierten en inmensas tragedias. Y adquieren contornos terribles e insoportables, especialmente cuando ocurren ante nuestros ojos, aquí y ahora, no en un continente o en un pasado distante que es fácil de ignorar. Ahora, ¿cuándo estos eventos naturales en sí mismos siembran la muerte? Cuando su ocurrencia no se tiene en cuenta en absoluto, lo cual es un requisito previo para no tomar ninguna medida de precaución contra ellos. La construcción de casas de hormigón en zonas altamente sísmicas, por ejemplo, es una forma segura de convertir un terremoto en una catástrofe. En previsión de las próximas lluvias, la deforestación de una montaña significa preparar un deslizamiento de tierra que arrasará el pueblo de abajo, así como cementar el lecho de un río que atraviesa zonas habitadas significa prometer un desbordamiento que sumergirá las partes subterráneas y bajas de los edificios.

Lo mismo puede decirse de una pandemia. Si un microorganismo es capaz de matar en todas partes no es porque la naturaleza sea tan mala y por lo tanto debe ser domada por la ciencia que es buena. Tomemos el coronavirus como ejemplo: primero lo creó la organización social dominante (con la deforestación y la urbanización), luego lo extendió por todo el planeta (con la circulación del aire y el hacinamiento), finalmente agravó sus efectos (con la falta de medios adecuados para curarlos y la concentración de las personas más predispuestas y sensibles al contagio, transformadas en conejillos de indias de las terapias más dispares administradas según criterios cuestionables). Teniendo esto en cuenta, debe quedar claro que la mejor manera de prevenir en la medida de lo posible la aparición de un virus maligno -prevenirlo por completo sería tan pretencioso como prevenir un huracán, dado que el cuerpo humano está siempre lleno de virus y bacterias de diversos tipos- es subvertir el mundo en que vivimos de arriba a abajo, para hacerlo menos favorable al desarrollo de las epidemias. Aunque la mejor manera de evitar la infección es fortalecer el sistema inmunológico.

Se trata de una prevención doble, sobre el medio ambiente en general y sobre los cuerpos particulares, pero no recibe ningún favor. La primera porque supone una transformación social considerada utópica por ser demasiado radical, la segunda porque es una intervención biológica considerada insuficiente por ser demasiado individual. Remedios demasiado vagos y lejanos, especialmente estropeados por un defecto fundamental: no pueden ser proporcionados por un Estado al que se le ha confiado la tarea de relevarlo de la fatiga de vivir. En resumen, medidas que no son pragmáticas y que no pueden ser reclamadas desde arriba. Nada que ver con el fortalecimiento de los servicios de salud o la invención de una vacuna, remedios que ahora se están impetrando a viva voz por todos lados.

En nuestro universo mental unidireccional, la cuestión de la salud es como todas las demás, oscilando entre los dos carriles de la carretera principal que se da por sentado y se obliga: ¿el sector público dirigido por el Estado o el sector privado dirigido por empresas? Dado que la segunda está reservada a los ricos, es de la primera que la gran mayoría de la gente espera urgentemente la salvación. Tertium non datur, dirían los latinos (y que acusa a los críticos del sistema hospitalario de jugar el juego de las clínicas de lujo). Pero como este camino principal es el que está permeado por la dominación y el beneficio, no será ciertamente al privilegiar un carril sobre el otro como se puede cambiar una situación que es el resultado del ejercicio de la dominación y la búsqueda del beneficio.

Por eso es necesario disipar el aura de ineluctabilidad que protege a esta sociedad, impidiendo que se vislumbren otras posibilidades. Aquí, sin embargo, hay una dificultad adicional. ¿Cuándo y cómo puede uno salirse del camino para explorar otros caminos, si cuando goza de buena salud nunca piensa en la enfermedad, mientras que cuando está enfermo sólo piensa en cómo curarse lo más rápido posible? ¿Y cómo hacerlo sin cuestionar no sólo la institución médica, sino también el concepto mismo de salud y el significado de sufrimiento, enfermedad y muerte?

Piense, por ejemplo, en cómo hoy en día quienes se atreven a observar que la muerte forma parte de la vida, sobre todo después de los ochenta años, son tachados de cinismo maltusiano (¿por quién, como aspirantes a la inmortalidad transhumanista?). O pensemos en las consideraciones formuladas en su tiempo por Ivan Illich sobre el némesis médico. Si hoy, en medio de la psicosis pandémica, este insospechado crítico del extremismo anarquista siguiera vivo y se atreviera a hacer una de sus intervenciones, sería linchado primero en la plaza virtual y luego en la real. ¿Se imagina usted si, ante un público distante y con sus dispositivos de protección asépticos, en anticipación espasmódica de una vacuna salvadora, alguien comenzara a argumentar que «sólo limitando la gestión profesional de la atención de la salud se puede permitir que las personas se mantengan sanas», o que «el verdadero milagro de la medicina moderna es de naturaleza diabólica: consiste en hacer sobrevivir no sólo a individuos, sino a poblaciones enteras, a niveles inhumanamente bajos de salud personal». Que la salud no puede sino expirar con el crecimiento de la prestación de cuidados es algo impredecible sólo para el administrador de la salud», o que «en los países desarrollados, la obsesión por una salud perfecta se ha convertido en un patógeno predominante». Todos exigen que el progreso ponga fin al sufrimiento del cuerpo, mantenga la frescura de la juventud el mayor tiempo posible y prolongue la vida indefinidamente. Es el rechazo de la vejez, el dolor y la muerte. Pero, ¿olvidamos que este asco del arte de sufrir es la negación misma de la condición humana», quizás concluyendo con la oración, «no nos dejes sucumbir al diagnóstico, sino líbranos de los males de la salud»?

Tales afirmaciones, en días histéricos como los que estamos viviendo, aparecerían al menos de mal gusto incluso a ciertos militantes revolucionarios, reducidos a los que atribuyen a un estado capitalista la tarea de erradicar un virus capitalista, los que pasan de rugir la libertad o la muerte a maullar la cuarentena y la supervivencia! Y sin embargo, la anhelada autonomía que uno quisiera lograr poniendo fin a todas las adicciones, ¿puede uno renunciar alguna vez a sus intenciones ante el cuerpo humano, tanto a su vida como a su muerte?

[Análisis]¿¡Cuarentena o muerte!?

Philadelfia (USA) – Ataque incendiario de torre de telefonía móvil, por «Bristling Badger Brigade»

Filadelfia, EE.UU.: El Grupo Anarquista » Bristling Badger Brigade » quema una torre de telefonía móvil (1 de mayo de 2020)

Un día de Mayo, otra torre de telefonía movil se incendió. Un pequeño acto en las primeras horas, pero una escalada más allá de lo normal. No queremos volver a la «normalidad». No sabemos la diferencia entre 4G y 5G. Todo lo que sabemos es que no queremos nada de eso.

La proximidad de la torre a un recinto de trenes, a la oficina de una gran compañía farmacéutica, y a otras empresas militares/mercantiles del Astillero Naval de Filadelfia tenía la intención de interferir en sus operaciones, por pequeño que fuera el impacto. También debería ser un recordatorio de que nadie es intocable si se tiene la determinación apropiada. Y este acto en particular fue bastante fácil.

La primera llama fue un cálido abrazo para el camarada Badger, supuestamente en fuga después de una serie de incidentes similares en Bristol. ¡Mantente libre!

El humo que siguió fue una señal para los camaradas que sufrían la persecución de Scripta Manent en Italia… ¡estamos con vosotros!

Por la libertad,
para la anarquía!

Bristling Badger Brigade

[Filadelfia, EEUU] Ataque incendiario de torre de telefonía móvil, por «Bristling Badger Brigade»