Sobre activismo, teoría, individuo y organización revolucionaria. Un debate imaginario entre algunos compañeros

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Contenido:
1. Bordiga (Activismo. Italia, 1952)
2. Camatte-Collu (Sobre la organización. Francia-Italia, 1972)
3. Santini (Apocalipsis y sobrevivencia. Dos puntos de vista opuestos
sobre la organización. Italia, 1994)
4. Comunización (Introducción del traductor a Apocalipsis y
sobrevivencia. Chile, 2010)
5. Dauvé (La militancia en el siglo XXI. Francia, 2014)
6. Un proletario revolucionario después de participar en una revuelta de
masas y de volver a la normalidad capitalista, en tiempo de crisis
económica y sanitaria (Ecuador, marzo-abril 2020)

Extracto:
El proceso histórico, social e impersonal de la revolución es el que
produce individuos revolucionarios que se asocian libremente para actuar
como tales, y viceversa. De eso se trata, entre otras cosas, «la
producción comunista de comunismo» (Théorie Communiste, 2011) a través
de comunidades de lucha y de vida reales; es decir, a través de
comunidades espontáneas, impuras, imperfectas, limitadas y
contradictorias de proletarios/as que luchan por sus necesidades vitales
inmediatas al mismo tiempo que por su propia liberación y abolición como
clase social (los proletarios comunistas luchamos por nuestra propia
abolición, como bien decía Gorter), y por la abolición del Capital y el
Estado. De eso se trata, también, romper y superar el aislamiento o la
atomización social capitalista y, al mismo tiempo, esforzarse por ser la
crítica y superación práctica de los «rackets», grupúsculos, pandillas o
mafias políticas de izquierda que compiten entre sí por cuotas de poder
dentro de la sociedad burguesa y su Estado –razón por la cual, no son
revolucionarios sino contrarrevolucionarios.
¿Contradictorio? Sí: mejor dicho, dialéctico, porque el proletariado es
la contradicción viviente y sólo es revolucionario cuando lucha por
dejar de ser clase explotada y oprimida. Por eso es una clase-anticlase.
La revolución es la resolución positiva de esta contradicción en
movimiento. Criticando y superando en dicho movimiento todas las
separaciones que le ha impuesto el Capital; en este caso, la separación
entre individuo y comunidad, y entre teoría y práctica; y, por lo tanto,
criticando y superando los falsos y típicos debates izquierdistas al
respecto: activismo-teoricismo (o pragmatismo-intelectualismo),
subjetivismo-objetivismo e individualismo-colectivismo. Aun así, sigue
siendo contradictorio o dialéctico, porque es una realidad viva, en
constante movimiento y, por lo tanto, en constante autotransformación.
Lo mismo aplica, histórica y lógicamente, para la
organización-antiorganización revolucionaria: sólo ha sido, es y será
tal si cuestiona y transforma las relaciones sociales y las formas de
vida y de pensamiento capitalistas que contiene y que la contienen (lo
cual sin duda incluye a las formas de opresión machista, racista,
nacionalista, etc., en su propio seno); si realiza la crítica radical
(teórica y práctica) de todos los aspectos del mundo capitalista; si
subvierte el estado de cosas actual y produce de manera autónoma y
consciente las condiciones y las armas (prácticas y teóricas) de su
propia liberación; si prefigura en actos la comunidad humana real de
individuos libremente asociados y combate por la revolución comunista;
si lucha por abolirse a sí misma en tanto que organización separada de
la clase, aboliendo las condiciones capitalistas que la han producido
como tal; en una palabra: si contribuye realmente a la autoliberación y
la autoabolición reales del proletariado en tanto clase explotada,
oprimida y alienada por el Capital y el Estado.
Todo esto –como ya se dijo y vale dejarlo claro– no al antojo sino en
determinadas condiciones, principalmente en situaciones de crisis
revolucionaria producidas o no por la misma lucha de clases, así como
también en la vida cotidiana en la medida de lo posible. Y –como también
ya se dijo y vale dejarlo claro– no de manera pura y sin
contradicciones, porque cuando un movimiento es real es impuro y
contradictorio, y lo que lo hace revolucionario, entonces, es asumir,
sostener y tensionar esas contradicciones capitalistas para suprimirlas
y superarlas todas de raíz.

pdf.

sobre activismo, teoría, individuo y organización revolucionaria (pr_abril 2020)