[Estado Español] Informaciones sobre la situación en las cárceles a raíz del coronavirus

Como muchos ya sabréis, en el C.P. de Brians I comenzó hace unos días una huelga de hambre por las condiciones restrictivas que habían aplicado por el coronavirus, cancelando los vis a vis familiares en todas las prisiones del estado, mientras que los funcionarios entran y salen del recinto sin ningún tipo de protección.

En Brians, a día de hoy ya eran más de 100 personas presas las que secundaban la huelga de hambre.

Hoy al mediodía, mientras los presos entraban en el comedor y recogían los cubiertos pero no la bandeja de comida, han aparecido un grupo de carceleros y han preguntado el por qué de su actitud. Algunos han contestado que estaban realizando una huelga de hambre, explicando los motivos, y la reacción de los carceleros ha sido la de quitarles el documentos de identidad y por lo menos a 3 de ellos que se negaban a comer, los han trasladado al aislamiento, intimidando al resto, de manera que los que venían detrás han preferido desistir de la huelga de hambre.

Recordamos que en el C.P. de Brians I se encuentra encarcelado desde hace casi dos años y a la espera de juicio, Amadeu Casellas.

En la cárcel de Wad Ras en Barcelona, se ha conocido un primer caso de coronavirus de una mujer que le quedaban pocos días para salir en libertad y le han dejado salir, pero con el resto de mujeres que estaban junto a ella, no saben qué va a apsar y están nerviosas porque han reclamado que les hagan pruebas, pero no les han hecho nada. Ayer se produjeron instantes de tensión en las comunicaciones, cuando en la puerta de entrada se juntaron un grupo de personas reclamando la libertad para las presas y lxs familiares al salir, se interesaron por la protesta y desde dentro querían saber qué se podía hacer.

En Murcia II hoy no han dejado entrar a comuncar. Un carcelero ha salido con un miembro de seguridad para comunicar que desde hoy al mediodía, ya no se podrá comunicar a través del cristal.

Según se informa en un comunicado del sindicato de carceleros del CSIF, presos de la prisión de Fontcalent (Alicante) han protestado este domingo con una hoguera en el patio, a falta de información y medidas de protección frente al coronavirus, y que el incidente fue finalmente controlado sin que hubiera heridos.

Según este sindicato, el último contagio se ha localizado en Melilla. Se trata de un jefe de servicios. En esta misma prisión, se ha enviado a otros 12 carceleros a sus domicilios en cuarentena, contabilizando 164 presos y medio centenar de carceleros aislados a la espera de conocer la cifra oficial de positivos. El sindicato solicitó la suspensión inmediata de las comunicaciones a través de cristal, en todas las prisiones, y que para los nuevos ingresos penitenciarios, que se decretaden 14 días de cuarentena.

Hacemos un llamamiento a premanecer atentxs para expresar solidaridad con las personas presas y para que se retiren los expedientes sancionadores.

Grup de Suport d’Amadeu

 

[Estado Español] Informaciones sobre la situación en las cárceles a raíz del coronavirus

Barcelona – Llamado a DESOBEDECER

Llamado a DESOBEDECER a todos los gobiernos y confinamientos (Y A
CUESTIONAR)

Ante la situación de estado de sitio en que nos encontramos, decidimos
salir a la calle a dejar claro que no vamos a aceptar estas medidas
represivas y buscaremos la manera de saltarnos este arresto domiciliario
disfrazado de “confinamiento” supuestamente “por nuestro propio bien”.

Para nosotros todo esto es un espectáculo mediático de inoculación de
miedo y pánico (ésa es la verdadera epidemia), creado a través de los
medios de manipulación de masas (TV, móviles, internet); o por decirlo
de otra manera: control mental de masas. Hay que buscar las motivaciones
de todo este espectáculo en un asunto holístico, global, económico,
político, militar, social, etc., no se puede reducir todo este asunto a
un puro discurso médico.

El hecho de que la gente se auto-encarcele en “su” casa porque el
gobierno lo ha dicho, sólo refleja la cárcel mental (y física) en la que
ya vivían antes de todo esto.

Depende de nosotros comenzar a luchar contra esta máquina totalitaria.
Lo que está en juego es: o hacemos lo que el gobierno totalitario nos
dicta, o hacemos lo que nuestras pasiones nos dictan.

Por eso, hacemos un llamamiento a salir a la calle, a arrancar todas las
“cintas”, carteles, adhesivos, que las instituciones han puesto en
parques, plazas, hasta bosques, etc., hacer pintadas, robar en
supermercados, desertar del trabajo y de todo pago posible, colgar
carteles (con cualquier tipo de información crítica, lo importante es no
quedarse callado ni esperar que la verdad nos llegue por whatsap ni por
la TV),y a cuidarnos y mantenernos sanos, también motivamos a cualquiera
a deshacerse de todos esos absurdos teléfonos móviles que embotan el
cerebro, te controlan, te enferman: los virus y las bacterias no son
malos, sino que la tecnología, el cientificismo y la industrialización
son el problema.

Atentos ante la posible intención por parte de los gobiernos de
vacunación obligatoria global, y otras medidas que se vislumbran (dinero
electrónico, implantación de chips, restricciones en el movimiento y la
circulación de las personas, procedimientos médicos forzosos, escasez de
alimentos, de energía, etc). No tengáis duda de que nos opondremos a
todo eso, si hace falta, violentamente.

Infórmate e informa, y sobre todo: cuestiona. Sólo nos tenemos a
nosotros mismos. No esperes la salvación del gobierno que te mata. Busca
información por tu cuenta, no te quedes con la versión oficial. Puede
que nunca sepamos la verdad, pero sabemos que TODOS los gobiernos (y
organismos internacionales e instituciones) mienten.

Abrazos y cariños para toda la gente afín que está incomunicada en este
mundo que ya han convertido todo él en una inmensa prisión.

Links de extrema importancia para entender lo que está pasando:
-Event 201 (ejercicio del Foro Económico Mundial, Bill Gates Foundation,
Johnson&Johnson, la OMS, etc., para prepararse y estudiar las
consecuencias de una posible “pandemia”, hecho en Octubre del 2019,
¿casualidad? no lo creo): https://www.youtube.com/watch?v=ZShiAnfflw4

-Participantes del Event 201:
https://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/el-foro-de-davos-se

-Esto se llama programación predictiva:
https://elpais.com/elpais/2019/09/25/planeta_futuro/1569435266_953355.html

-Otra prueba de que esto estaba todo preparado (Bill Gates está metido
en el ajo, conferencia del 2015):

-Información para ampliar:
https://dolcarevolucio.cat/language/es/reflexiones-sobre-el-coronavirus-que-creemos-utiles-desde-dulce-revolucion/

Prefiero resfriarme en la calle y de pie, que vivir confinado y de
rodillas.
-La pandemia es la policía A.C.A.B.
-El Estado mata más que el supuesto “coronavirus”.
-Vosotros os laváis las manos, La TV os está lavando el cerebro.
-Fortalezcamos nuestro sistema inmune, inmunicémonos del sistema.
-El mejor antivirus es no tener móvil.
-Os implantan un estado policial y todavía lo aplaudís…
-Ya llegó la crisis de los 40/la cuarentena.
-La sociedad ya estaba confinada antes del virus.
-Esto se trata de Eugenesia: quieren control social y matarnos.

 

Buenos Aires: La Rivolta, desde la pandemia

Introducción

El pasado viernes 20 de marzo se decretó desde las 00 horas la cuarentena total en el
territorio dominado por el Estado Argentino, luego de algunos meses de ver noticias que parecían lejanas, y unas últimas semanas de paranoia creciente entre medios de
comunicación y cadenas nacionales del Presidente, finalmente lo declararon, desatando un auge de escape de las clases medias altas hacia sus casas de veraniego, compras desmedidas en supermercados y un llamado a quedarse en casa con menos de 4 horas de anticipación.
Si bien el terreno fue preparado con anterioridad, ante la falta absoluta de una preparación económica y social, como responden las lógicas del Estado y el Capital, esta cuarentena es ejecutada por distintas fuerzas armadas en las calles, operando con mayor o menor impunidad dependiendo las zonas más o menos pudientes del país, con la instantánea aparición de videos en donde las distintas policías avanzan sobre los barrios con ametralladoras y fusiles en mano, persiguiendo en motos a quienes se encuentren circulando obligándolxs a volver corriendo a sus casas, una señora atropellada por un patrullero, y una larga lista de la correa policial desatada en un territorio cercano a la militarización.
El mensaje de guerra, al igual que en la mayoría de los países infectados, fue lanzado al aire como excusa de esta pandemia, y entre algunos desafortunados análisis que intentan apuntar a una conspiración global, queda en evidencia que el virus es el capitalismo y dicha conspiración es solo una enfermedad desatada a niveles globales en sociedades basadas en la explotación y la miseria, queda nuevamente a la vista de todxs que la sociedad de clases termina perjudicando a lxs mismxs de siempre, a lxs que siguen exponiéndose obligadxs a ir a trabajar y a todxs aquellxs que no gozan del permiso (en una economía basada en un 40% de trabajo informal) y deben permanecer encerradxs viendo como sus deudas aumentan y la salud mental se deteriora, o enfrentarse a ser detenidxs y torturadxs por el Estado.

Delación y medios de comunicación

La campaña del terror está afianzada con el constante bombardeo de los medios de
comunicación nacionales, siendo probablemente la punta de lanza de la sociedad de control, ya que si bien el amedrentamiento policial es tangible y evidente, este se mantiene detrás del manto del #quedateencasa, llegando a un momento en que bajo la idea de “responsabilidad” se justifica abiertamente la represión desde la hipocresía progresista, nuevamente la consigna que repite que “si te quedas en casa no te va a pasar nada”, el miedo cambio de color rojo a verde, y nos demuestra que la concepción del enemigo interno es independiente del tiempo y las formas, cualquiera sea la razón que pueda generar una perturbación en el orden social, esta debe ser aplacada con la cárcel y la persecución.
Y a sabiendas incluso que vivimos en una sociedad carcelaria, se vuelve sumamente obscena la campaña emitida desde el poder para justificar la salida militar a las calles, aun necesitando una justificación, la cual es acatada en gran medida por una importante porción de la población que votó contenta en las últimas elecciones.
Dentro de este contexto de paranoia, la delación ciudadana se vuelve moneda corriente, lxs mismxs que ayer lucían sus remeras con el lema “nunca más” hoy llaman a la policía ante cualquier movimiento sospechoso, espían desde sus ventanas y hasta incriminan con megáfono en mano desde sus balcones en el centro de la ciudad. En medio se lanza la campaña mediática “te cuida el Estado, no el Mercado”, reforzando la falsa paradoja impuesta por el kirchnerismo, cuando justamente lo que están haciendo es proteger al mercado, o sea, a la propiedad privada, quedando evidenciada en la falta de posibilidad de realizarse un test de contagio y en los insumos en el área de salud, en contraposición al desembolse de presupuesto a todo el aparato represivo. Aun así, lxs culpables vuelven a ser lxs vecinxs, aquellxs que viven hacinadxs y no tienen posibilidad de hacer una cuarentena, exceptuando claro, a deliverys y demás trabajadorxs, ya que esxs explotadxs hoy sirven de servidumbre para aquellxs que gozan de cuarentenas privilegiadas pidiendo helado y sushi a domicilio.

El correr de la cuarentena

Según está anunciada, la cuarentena duraría hasta el 31 de marzo, aunque el discurso que empieza a circular es que esta se deba extender, hipótesis apoyada también en las migajas que el Estado afirma que distribuirá próximamente para evitar cualquier desorden, dentro de este contexto podemos animarnos a pensar en términos globales y empezar a notar un punto claro de inflexión, si bien en distintos territorios puntuales ya han padecido una extrema militarización durante largos años, como podrían ser el pueblo Mapuche, Palestina, Kurdistan, o Siria, en este caso se avala en niveles mundiales la represión contra un enemigo que no tiene cara, que no es humano, ni siquiera visible, y todxs podemos ser culpables, como una policía del pensamiento orwelliana y un panóptico individual en donde cada unx de nosotrxs vigila al otro como posible agente enemigo.
Dentro de las distintas reflexiones hechas por “intelectuales” del capital, encontramos por ejemplo a Slavoj Zizek, conocido izquierdista, quien dentro de todo el condimento repetido de las palabras académicas, reivindica la implementación de una “Red global de Salud” como una coordinación que, incluso trascendiendo el COVID-19, pueda prevenir estos casos dotando de una cuota de mayor poder a lxs cientificxs de la OMS, al mismo tiempo que afirma que “El virus es democrático, no distingue entre gente rica y pobre”, obviando que la democracia se basa justamente en esa distinción, e identificando al virus en cuestión como “un golpe al capitalismo que podría llevar a la reinvención del comunismo”.
Lamentablemente tanto este análisis, como el de otro conocido escritor, Byung Chul Han, parten desde y hacia la cúpula intelectual, parapetada tras la cómoda academia y totalmente alejada del correr de los días, mucho más de Sudamérica, aun así, algunas palabras de este último suenan más fructíferas, y respondiendo al primero dice “Žizek afirma que el virus ha asestado al capitalismo un golpe mortal, y evoca un oscuro comunismo. Cree incluso que el virus podría hacer caer el régimen chino. Žizek se equivoca. Nada de eso sucederá. China podrá vender ahora su Estado policial digital como un modelo de éxito contra la pandemia. China exhibirá la superioridad de su sistema aún con más orgullo. Y tras la pandemia, el capitalismo continuará aún con más pujanza. Y los turistas seguirán pisoteando el planeta. El virus no puede reemplazar a la razón. Es posible que incluso nos
llegue además a Occidente el Estado policial digital al estilo chino. Como ya ha dicho Naomi Klein, la conmoción es un momento propicio que permite establecer un nuevo sistema de gobierno. También la instauración del neoliberalismo vino precedida a menudo de crisis que causaron conmociones. Es lo que sucedió en Corea o en Grecia. Ojalá que tras la conmoción que ha causado este virus no llegue a Europa un régimen policial digital como el chino. Si llegara a suceder eso, como teme Giorgio Agamben, el estado de excepción pasaría a ser la situación normal. Entonces el virus habría logrado lo que ni siquiera el terrorismo islámico consiguió del todo.”

Y es que queda claro a la vista de la situación, que el Capital está lejos de tambalearse, podrán perderse en la paranoia algunos mercados y el mundo de las finanzas, pero antes que perder sus posiciones de poder, y lógicamente en una sociedad basada en la autoridad y la dominación, primero buscarán nuestra sumisión o la muerte.

Siempre apuntando a la revuelta

El mundo de la distopía es y siempre fue este, acá estamos y la realidad siempre es más implacable que nuestros deseos, lo que hoy es un virus, que debe ser afrontado y contra el que tenemos que aprender a convivir, mañana será algún desastre natural y la constante puesta en marcha de la civilización, este es el panorama que planteaba desde hace ya algún tiempo “Desierto” (Ediciones L’anomia) y siempre nos pega en la cara antes que podamos acertar de donde viene el golpe, y es coherente, en el frenesí asfixiante de lo cotidiano poco se puede hacer más que informarse y convencerse, hasta que finalmente acá estamos y será necesario afrontarlo como sea.
Esta es también una oportunidad para estudiar el actuar de las fuerzas armadas, dónde ubican sus puntos de control en las ciudades, cómo funciona su vigilancia y represión, y por lo tanto qué posibilidades encontramos tras de ellas para agitar la revuelta, al mismo tiempo que ya distintxs compañerxs editan propaganda e intentan afianzar lazos comunitarios encontraposición a las lógicas policiales, los puntos de ruptura e inflexión son también momentos en los que es necesario tensionar nuestras relaciones sociales, nunca de escondernos tras alguna mascara estúpidamente misantrópica, al contrario, afrontar esta realidad es apuntar las armas contra el Estado y no dejarnos apaciguar por su aparato mediático, político y ciudadano.

Que la cuarentena fortalezca nuestras ansias de libertad
y reafirme nuestra negación de toda autoridad.

 

 

LA RIVOLTA DESDE LA PANDEMIA

Passeggiando sull’orlo… un tuffo nel nulla

I flagelli, invero, sono una cosa comune, ma si crede difficilmente ai flagelli quando ti piombano sulla testa. Nel mondo ci sono state, in egual numero, pestilenze e guerre; e tuttavia pestilenze e guerre colgono gli uomini sempre impreparati.
(Albert Camus, La peste)

Caos… o no?

L’arrivo dell’epidemia in Italia è il punto di partenza di uno stravolgimento non ancora conosciuto. L’economia sta crollando. Centinaia di miliardi di euro sono spariti. Gli esercizi commerciali chiudono. Uffici pubblici, scuole, palestre… tutto è bloccato. Solo i supermercati e i negozi di prima necessità restano aperti e vengono giornalmente svuotati. Le persone per lo più escono di casa solo per fare la spesa. Spaventate, non parlano tra loro, ognuno cerca di fare il più in fretta possibile. Sembra quasi uno scenario pre-apocalittico, qualcuno potrebbe pensare che questo sia il preludio di un periodo di caos. Eppure la situazione odierna è tutto meno che caotica: milioni di persone rinunciano a uscire di casa in nome di una responsabilità collettiva farcita di patriottismo, lo Stato ordina e i cittadini obbediscono, chi per paura, chi per evitare ritorsioni; le relazioni per lo più sono mediate da supporti informatici e il contatto umano è divenuto oltraggio alla salute collettiva. L’economia si orienta sulle piattaforme via web, grosse multinazionali gestiscono interamente il traffico di merce e catene di supermercati diventano il principale punto di riferimento per soddisfare i bisogni. L’istruzione avviene tramite connessione a distanza, di certo ora le aule saranno silenziose… Cosa ci sarebbe di caotico in tutto ciò?
Certo, la situazione negli ospedali è tutto meno che sotto controllo, ma perché dovrebbe poi così stupire, lo Stato si è forse mai preoccupato della salute delle persone? La malattia più che una minaccia è un’opportunità di profitto o controllo.

***

Eppure sappiamo anche che nel loro ordine, appena sotto la superficie, cova il disordine, si nasconde la ribellione, la sensazione di vita negata, più o meno raggiungibile e comprensibile dalle singole coscienze. Esiste un potenziale inespresso in termini di desiderio. Questo potenziale più viene bandito e negato più acquista pericolosità, perché potrebbe prendere fuoco in qualsiasi momento. O forse no, forse già tutto è perduto, solo noi (noi chi?) proviamo ancora passioni e desideri?
Eppure se nessuna delle due possibilità cambia la scelta individuale di continuare l’attacco al potere, cambia profondamente il modo in cui possiamo rifiutare l’idea dell’ineluttabile eterna riproduzione del presente stato di cose. Diamo forza, cercando di percepire la tensione soffocata, all’idea che un mondo altro sia possibile, e che questo non sia il migliore dei mondi, l’unico mondo possibile.

Alternativa o cogestione?

Come accade tuttavia in molti momenti storici in cui non è minata alla radice l’autorità del sistema sociale regnante, l’alternativa difficilmente riesce ad imboccare le strade dell’alterità, per ritrovarsi più spesso impantanata nella miseria della cogestione.
Cosa significa oggi aiutare a distribuire mascherine? Significherebbe o che viene concertata e coordinata la propria azione con la Protezione Civile ed il Comune oppure che è dietro l’angolo la repressione da parte di militari e poliziotti perché vengono violate le leggi ed i decreti che vietano di uscire di casa.
Questo sistema sociale ha creato un mondo dove vivono 7-8-9 miliardi di persone. Come diceva Huxley nel suo profetico romanzo “Il Mondo Nuovo”:

“La stabilità. Non c’è civiltà senza stabilità sociale. Non c’è stabilità sociale senza stabilità individuale.
La macchina gira, gira, e deve continuare a girare, sempre. E’ la morte se si arresterà. Un miliardo di persone formicolavano sulla terra. Le ruote cominciarono a girare. In centocinquant’anni ce ne furono due miliardi.
Fermate tutte le ruote. In centocinquanta settimane non ne rimane, ancora, che un miliardo; mille migliaia di migliaia di uomini e donne sono morti di fame. Le ruote devono girare regolarmente, ma non possono girare se non sono curate. Ci devono essere uomini per curarle, uomini costanti come le ruote sul loro asse, uomini sani di mente, uomini obbedienti, stabili nella loro soddisfazione. Gridando: ‘Bambino mio, madre mia, mio unico, unico amore’; gemendo: ‘Mio peccato, mio Dio terribile’; urlando per il dolore, rabbrividendo per la febbre, piangendo la vecchiaia e la povertà, come possono curare le ruote? E se non possono curare le ruote… Sarebbe arduo seppellire o bruciare i cadaveri di mille migliaia di migliaia di uomini e di donne.”

***

Quali sono i nostri problemi e quali sono quelli del Dominio?
Dobbiamo forse risolvere il problema dell’inquinamento? Non ci iscriviamo a biologia, abbattiamo un traliccio dell’alta tensione per spegnere una fabbrica.
Dobbiamo forse risolvere il problema della povertà? Non fondiamo una banca etica, la rapiniamo e cerchiamo di distruggere il mondo del commercio ed anche quello della sua falsificazione “equosolidale”.
Dobbiamo forse risolvere il problema delle malattie? Non studiamo medicina, cerchiamo di abbattere questo sistema sociale. Perché l’azione rivoluzionaria non ristruttura la prigione, non la migliora. L’abbatte per creare il vuoto, per dare la possibilità alla vita di sbocciare.
L’alterità può infatti nascere solo dove non esiste il potere dello Stato, e soffoca se questi spazi in cui prova a germogliare non si allargano ma restano circoscritti a piccole sacche controllate.
Purtroppo i morti sono causati da questo mondo, dalle nostre scelte collettive di vita – anzi, di sopravvivenza. Non dalle nostre scelte individuali di lotta. Ed una rivoluzione è lastricata di sangue e di morti, perché questa è la condizione in cui questo sistema sociale ha messo l’umanità: non poter più esistere senza di esso. Come potrebbe esistere l’umanità senza la scienza del nucleare, dal momento in cui la prima centrale è stata accesa e la prima scoria prodotta? Il prezzo delle scelte di chi è vissuto prima di noi ricadrà sul futuro ancora per molti anni, ma non cominciare già da ora a pagare il debito di sofferenze non fa che aumentare le sofferenze complessive.

***

Il freno d’emergenza è un pericolo.
Se non lo tiriamo, però, il Dominio continuerebbe ad approfondirsi, andando a cambiare ed a dominare anche materialmente le nostre esistenze. Per questo non è possibile accettare cogestione, né rinviare la conflittualità che dovrebbe essere permanente: perché il disastro è il loro e loro devono pagarlo. E deve finire.
Chi vuole un mondo di libertà non è responsabile dei massacri del Dominio, neppure di quelli che avverranno domani o dopo il suo crollo. Chiaramente non bisogna perdere di vista la conseguenza tra mezzi e fini, ma occorre anche saper guardare al mondo con un certo distacco.

***

Tuttavia, è anche vero che il ritmo di questi giorni è forsennato, e la coscienza del disastro diventa sempre più lampante ai più. Che accadrà quando la paura lascerà il campo al desiderio di speranza o alla speranza del desiderio?
Un mondo inaspettato
E allora? Una situazione di questo tipo coglie impreparati.
Come amanti della libertà, aspiriamo a vedere le trame di questo regime d’emergenza sfaldarsi a causa di un’ingestibile focolaio di passioni. Eppure ci domandiamo anche come cambiano le possibilità di intervento quando tutta una serie di garanzie, soprattutto le più materiali, vengono negate o semplicemente diventano non più garantite dal sistema sociale e dal suo funzionamento. Come continuare ad avere rapporti e organizzarsi, per di più se si vive a grandi distanze? Come è possibile diffondere idee senza disperderle nel regno virtuale dell’opinione, se difficilmente è possibile comunicare al di fuori di uno schermo?
Per di più, se le comunicazioni e la memoria vengono affidate esclusivamente ai social network, che hanno il potere di eliminare e censurare tutto all’improvviso, come conservare il ricordo di ciò che accade, bombardati come siamo dalle notizie prodotte dall’eterno presente? Con quali mezzi è possibile farlo autonomamente quando stamperie e tipografie sono chiuse per decreto? E quali rischi comporta il tentativo di rompere questo macabro silenzio?

Guardando al passato

Uno sguardo al passato, in questo periodo, potrebbe essere un buon punto di partenza per cercare di orientarsi sulle scelte da compiere. Senza però distogliere la mente dal presente, che ci offre una prospettiva inedita ed unica.
Esperienze passate di individui e gruppi anarchici potrebbero illuminarci riguardo all’importanza del possesso di diverse capacità, conoscenze e mezzi che hanno permesso di dare del filo da torcere allo Stato e ai suoi mezzi repressivi.
Anche in tempi di guerra o dittatura militare, in cui le condizioni di precarietà erano ben più radicali di quelle attuali, c’è chi è riuscito a continuare a lottare, diffondendo idee di rivolta e mettendole in pratica. Ma quali sono questi fantomatici mezzi e quelle capacità di cui si parlava prima? Un esempio che può sembrare tanto banale quanto lampante è la possibilità di stampare autonomamente del materiale cartaceo in grandi quantità e in tempi brevi da poter diffondere.
Nel novecento era una pratica comune che chi redigesse un giornale avesse anche le conoscenze e i mezzi materiali a propria disposizione affinché fosse possibile stampare le copie da distribuire. In molte città erano diffuse tipografie clandestine dove era possibile per i compagni stampare i propri volantini, manifesti, opuscoletti, libri e così via. Così era ad esempio in molte città della Russia ai tempi del regima zarista e di quello bolscevico, o in Argentina sotto la dittatura di Uriburu, dove un Severino di Giovanni – da latitante – poteva passare in breve tempo dal rapinare banche a stampare libri ed opuscoli.
Altre possibilità sono relative alla conoscenza approfondita del territorio in cui si vive e del sapersi muovere in esso inosservati. Pensate a un Caracremada che per decenni è riuscito a compiere sabotaggi in territorio franchista, in compagnia o da solo, varcando i Pirenei ogni volta per tornare in Francia solo settimane più tardi. Se di certo le forme di controllo assumono sembianze diverse nella storia, riflettere sulle condizioni di chi le ha eluse in passato potrebbe essere propedeutico a sviluppare forme di evasione nel presente. Come si combina la conoscenza del territorio con la propensione contemporanea al nomadismo ed al continuo spostamento nello spazio? E se le attuali restrizioni imposte fossero di stimolo ad imparare a muoversi intelligentemente su un territorio, dovendo in qualche modo evitare di essere fermati?
Eppure è solo col tempo, e non nell’immediato, che è possibile far ciò. Ed ora che scenari ci si prospettano?

Guardando al domani

Semplificando, forse all’eccesso, ci si aprono solo due alternative. Ovviamente possiamo intervenire con la nostra azione, non siamo in balia degli eventi o in attesa che la Storia faccia il suo corso. La nostra volontà ha un peso ed un ruolo in ciò che avviene, tanto vicino a noi che in lontananza. La prima possibilità è che il Dominio riesca a trovare una propria nuova stabilità, normalizzando la situazione e continuando a riprodurre il suo mondo e le relazioni da lui prodotte. L’altra è che questo Dominio cominci a perdere pezzi, ad avvitarsi su se stesso in una sempre maggiore instabilità, crollare inesorabilmente.
I tempi potrebbero essere, per qualsiasi scenario, tanto rapidi quanto inaspettati.

***

Nel primo caso occorrerebbe comprendere che cosa significa vivere in uno stato d’emergenza come questo e trovare il modo per non farsi in futuro bloccare nella propria azione da simili limitazioni esterne. C’è sempre una prossima volta.
Pensiamo a cosa accadrebbe se venissero in futuro oscurati e filtrati determinati siti. O se venissero disattivate le nostre SIM dei cellulari. Saremmo muti. Oggi più che mai, dato che non abbiamo nemmeno modo di stampare in quanto dipendiamo da aziende di stampa e copisterie e magari non abbiamo più nemmeno gli indirizzi delle persone con cui vorremmo comunicare. Pensiamo anche a tutti quegli elementi di conoscenze ed abilità che è necessario sviluppare nel tempo e non nell’emergenza. Oggi abbiamo ciò che abbiamo, i nostri limiti e la nostra ignoranza. O forse altri individui si sentono invece pronti? Ed un domani, come vogliamo sentirci? E cosa vorremmo saper fare?

***

Nel secondo caso dovremmo essere in grado in primo luogo di sopravvivere e in secondo luogo di fare in modo che il Dominio non si ripresenti sotto altre spoglie. La città è facilmente isolabile e non è in grado di autosostenersi: necessita di rifornimenti che vengano portati dall’esterno per poter continuare ad esistere.
La città è fondamentalmente un luogo che potrebbe rivelarsi all’improvviso inospitale perché costruito ad immagine e somiglianza dei poteri che l’hanno plasmata ed è quindi funzionale solo ad essi. Le reti di relazioni potrebbero venir distrutte in un battito d’ali dalla fuga verso luoghi in cui è ancora possibile la sussistenza, dove non esiste solo cemento. Con l’impossibilità di procurarsi benzina e magari non poterci telefonare o scrivere mail, vivere insieme diventa necessario per poter vivere bene e cospirare insieme. Scegliere le persone con cui stare, se vogliamo stare con altre persone, perché il futuro potrebbe essere incerto. Se ci auguriamo che le antenne saranno bruciate e le infrastrutture crollate, occorrerà capire come reinventarci la vita, e dove. E forse conviene cominciare a porsi questi interrogativi, anche se abbiamo sempre pensato che il problema della distruzione fosse così enorme da non dover mai porci, nelle nostre vite, altre questioni. E cominciare a seminare qualcosa, perché non è detto che, con la produzione just in time, esistano ancora depositi di pasta da assaltare o magazzini da saccheggiare vicino a dove abitiamo(1). Il cibo potrebbe finire anche prima che sboccino i fiori.
Forse la Comune di Parigi sarebbe durata più a lungo se dalle campagne fossero insorti gruppi di rivoluzionari che in ordine sparso avessero attaccato le retrovie dell’esercito repubblicano rompendone l’accerchiamento.

***

Quale di questi due scenari pensiamo che potrebbe essere più plausibile? A seconda dei luoghi e delle sensibilità le risposte potrebbero essere differenti.

Senza ricette, ma con le idee chiare

Usciamo dall’illusione che il crollo dello stato e del Dominio possa essere un processo uniforme. Su tutto il territorio mondiale le dinamiche e le tempistiche saranno diverse, a macchia di leopardo, rendendo in breve tempo più caotica e confusa la situazione.
Forse non avremmo mai pensato di scriverlo davvero, rassegnati come ormai siamo all’ineluttabile realtà del nostro mondo. Ma potremmo davvero riuscire a vedere la nascita di forme di vita altre. Sarà difficile giudicare, come eravamo abituati a fare, le diverse situazioni da lontano. 30 km potrebbero distanziare esperienze e modi di vita differenti, separati da un cordone sanitario di militari e polizia.
Non si possono dare ricette, oggi meno di ieri. Occorre intelligenza, generosità, sfrontatezza ed intuizione per capire cosa fare, dove e come, con che tempi. Quali sono i tempi della distruzione e della costruzione non è faccenda uniforme per tutte le sensibilità. Tuttavia una sola cosa potrà rendere traducibili le esperienze e comunicabili le intuizioni: la chiarezza di intenti. E che, in questo periodo di trasformazione, resti ben ferma la volontà di distruggere ogni forma di potere dal mondo in cui viviamo, dentro e fuori di noi.

Per l’Attacco, qui e ora.
Per la Vita, qui e ora.

Amici di penna

(1)  Riportiamo alla memoria questo vecchio contributo di A.M. Bonanno sulle prospettive insurrezionali e su alcune sue riflessioni rispetto alle capacità organizzative, mentali e fisiche che occorre sviluppare (cfr. ad esempio pg 21): https://collafenice.files.wordpress.com/2013/09/trascizione-incontro-23-giugno.pdf

Des occasions qui se présentent?

Le Parisien / dimanche 15 mars 2020

L’épidémie de coronavirus oblige les forces de l’ordre et la justice à s’adapter. Qu’elles soient touchées directement par l’épidémie de Covid-19 ou prennent des mesures de précaution pour éviter sa propagation, la justice, la police et la gendarmerie vont se concentrer uniquement sur les tâches les plus urgentes.

Service minimum dans les tribunaux. Dès lundi, les tribunaux français seront fermés « sauf en ce qui concerne le traitement des contentieux essentiels », a annoncé Nicole Belloubet dimanche 15 mars. Seules les audiences indispensables comme les comparutions immédiates restent maintenues. La ministre de la Justice demande aussi aux tribunaux « d’annuler les sessions d’assises compte tenu des risques de contagion pour les jurés et le public ».

Des enquêtes au ralenti. Une circulaire de 13 pages adressée samedi soir par la Direction des affaires criminelles et des grâces (DACG) à tous les procureurs, et que le Parisien-Aujourd’hui en France a pu consulter, donne le ton dès les premières lignes. « Les mesures prises afin de freiner la propagation du virus […] vont conduire à fortement réduire l’activité tout au long de la chaîne pénale ». La DACG demande ainsi aux procureurs de « limiter les défèrements aux faits pour lesquels une mesure de sûreté apparaît indispensable ». Les procureurs sont aussi invités à passer des consignes aux policiers et gendarmes pour prioriser les « enquêtes de flagrances présentant un fort enjeu en termes d’ordre public. » La DACG recommande par ailleurs aux enquêteurs, de « limiter les interpellations » aux procédures les plus urgentes et demande à ce que les juges d’instruction « différent les interpellations ne présentant pas de caractère d’urgence. »

Des prolongations de détention sans débat ? C’est un des points sensibles de cette note et il fait grincer les dents des avocats et de certains magistrats. Pour la DACG, les circonstances exceptionnelles engendrées par le coronavirus « paraissent pouvoir autoriser la juridiction à se prononcer sur la prolongation de la détention provisoire sans procéder à la tenue du débat contradictoire prévu par la loi. » En clair, un tribunal pourra décider unilatéralement de prolonger la détention provisoire d’une personne mise en examen sans que celle-ci ne puisse assister au débat ni même être représentée par un avocat. « Une réduction intolérable des droits de la défense », dénonce un magistrat parisien.

Limiter les incarcérations. La justice a conscience que la promiscuité en prison risque d’aggraver l’épidémie. Des premiers cas de coronavirus ont ainsi été détectés en détention ces derniers jours. « Afin de limiter et de réduire le nombre des personnes détenues, il conviendra, lorsque cela est possible, de différer la mise à exécution des courtes peines d’emprisonnement » des personnes condamnées, demande la circulaire de la DACG.

Des contrôles judiciaires simplifiés. Face aux coronavirus, il faut limiter au maximum les interactions sociales. Cela tient aussi pour les personnes mises en examen et soumises à un contrôle judiciaire. « L’obligation de se présenter à un service d’enquête à des intervalles très rapprochés pourrait être utilement modifiée », précise la note de la DACG. Au lieu de pointer tous les jours dans un commissariat ou une gendarmerie, un suspect pourrait donc ne pointer plus qu’une fois par semaine avec l’accord d’un juge.

…en attendant encore plus de militaires dans les rues

Des occasions qui se présentent ?

Seyssinet-Pariset (Isère) – Un simple ordre ne les arrête pas !

Le Dauphiné / vendredi 20 mars 2020

[…] les gendarmes ont ouvert le feu, ce vendredi après-midi, contre une voiture qui leur a foncé dessus dans le cadre d’un contrôle confinement. Des faits qui se sont déroulés notamment dans le quartier de la Fauconnière.
C’était en cours d’après-midi, à Seyssinet-Pariset. Les gendarmes de la brigade de Pont-de-Claix effectuaient des contrôles dans le cadre du confinement. Alors qu’ils s’apprêtaient à contrôler une voiture, le véhicule a subitement accéléré, pris en chasse par les motocyclistes de la brigade motorisée. Dans un premier temps, cette voiture, à bord de laquelle se trouvaient trois hommes, a échappé aux gendarmes. Mais peu de temps après, les motocyclistes ont de nouveau repéré le véhicule des fuyards et des équipages de gendarmerie ont convergé. C’est à ce moment que le véhicule a foncé sur les gendarmes qui tentaient à nouveau de l’arrêter. Les militaires ont dû faire usage de leurs armes pour se protéger. Des tirs qui n’ont pas fait de victime. La voiture a néanmoins été stoppée grâce à l’utilisation d’une herse, quelques dizaines de mètres plus loin.
Les trois hommes qui se trouvaient dans la voiture ont été interpellés. Le conducteur et un autre homme ont été placés en garde à vue, soupçonnés de mise en danger de la vie d’autrui et refus d’obtempérer.

Le confinement ne se passe pas comme prévu par le gouvernement

Saint-Rambert-d’Albon (Drôme) – Confinement ou émeute ?

Le Dauphiné / samedi 21 mars 2020

Les gendarmes et les sapeurs-pompiers ont dû intervenir vendredi soir vers 22 heures pour des violences urbaines qui ont éclaté dans le quartier du Val d’Or. Des containers poubelles ont été incendiés, un réfrigérateur a été descendu sur la voie publique et des morceaux de bois auraient été mis sur la chaussée. Un groupe d’une dizaine de jeunes gens qui semblait être à l’origine de ces faits a pris la fuite à l’arrivée des forces de l’ordre.

Selon la gendarmerie, ce coup de chaud serait à mettre en relation avec la verbalisation dans l’après-midi de deux jeunes hommes qui faisaient partie d’un groupe qui ne respectait pas le confinement. La majorité de ses membres a réussi à s’enfuir avant l’intervention des gendarmes, qui ont malgré tout pu en interpeller deux, qui ont donc été verbalisés pour refus de confinement.

Le confinement ne se passe pas comme prévu par le gouvernement

Clichy-sous-Bois (Seine-Saint-Denis) – Voiture et poubelles en flamme, flics pris pour cible

Le Parisien / dimanche 22 mars 2020

En ce cinquième jour de confinement, la tension monte entre les habitants de Clichy-sous-Bois (Seine-Saint-Denis) et les forces de l’ordre. Ce samedi, pompiers et policiers sont intervenus à plusieurs reprises dans la commune. Une première fois aux alentours de 20h30, allée du Bois-du-Temple, où deux camionnettes ont été incendiées. Des incendies assortis de jets de projectiles contre les forces de l’ordre. Selon son maire, Olivier Klein (DVG), l’équipe mobile de tranquillité mobile, composée de 7 médiateurs a dû faire face à des jets de « pomme de terre ». Selon plusieurs de nos sources, il s’agirait en réalité « de boules de pétanques » lancées contre les fonctionnaires.

Une demi-heure plus tard aux alentours de 21 heures, les policiers ont à nouveau été appelés pour des feux de poubelles entre le commissariat et la caserne des pompiers. Un jeu du chat et de la souris qui avait débuté vendredi soir avec l’incendie de deux voitures, boulevard Victor-Hugo.

Depuis la mise en place des mesures de confinement, plusieurs incidents ont éclaté dans le département. Mardi soir, un guet-apens avait été organisé dans le quartier des 3000, à Aulnay-sous-Bois, par une vingtaine de jeunes. Six personnes avaient été placées en garde à vue pour « participation à un attroupement armé ». Jeudi, toujours à Aulnay, plusieurs interpellations avaient eu lieu dont une pour « mise en danger de la vie d’autrui » et « outrage à personne dépositaire de l’autorité publique ».

Le confinement ne se passe pas comme prévu par le gouvernement

Païta (Nouvelle-Calédonie) – Les transports aériens, moyen de contagion…

France Info / lundi 23 mars 2020

[…] La nuit dernière, toute une partie des vitres de l’aérogare ont été brisées, à coups de pierre et autres projectiles. Le personnel de nettoyage, qui a pris son service ce matin à 5h30, avait déjà tout nettoyé en début de matinée, à l’intérieur des halls d’arrivée et de départ. Mais les stigmates extérieurs demeurent.

Sur le parking, un scénario comparable, avec une des voitures de location ou des véhicules des douanes dont une partie des vitres ont été brisées. Là encore, comment ne pas s’interroger sur les motifs d’un tel déchaînement, dénué de tout sens du discernement.
La nuit dernière, un bus de la société Arc-en-ciel, réquisitionnée pour le transport de passagers et de marchandises, s’est fait copieusement caillasser sur la RT1 en rentrant à Nouméa. La société ne faisait qu’assurer une mission de service public commandé, pour contribuer à la mise en place de la lutte collective contre la propagation du coronavirus. Ce lundi matin, en se rendant à Tontouta, notre équipe de reportage a croisé un autre bus de la même compagnie. Il roulait vers Nouméa, cette fois sous escorte policière. […]
Et dans un communiqué diffusé lundi soir, le sénat coutumier dénonce «les actes de colère et de vandalisme récemment commis»«Nous appelons au calme et à la maîtrise», signe le président Hippolyte Sinewami Htamumu. […]

Païta (Nouvelle-Calédonie) : Les transports aériens, moyen de contagion… (MAJ 26/03)