#Yo me quedo en casa?*
Quédate en casa. Prevención de infecciones. Claro que es inteligente, pero no es algo para todos.
No todos tenemos las mismas posibilidades: hay quienes se ven obligados a ir a trabajar, los que «eligen» quedarse en casa sin dinero, los encarcelados, los que no tienen casa (y, por lo tanto, son multados como sucedió en Milán).
Nos dicen que el problema son las personas astutas e irresponsables que no cumplen con las prescripciones, nos invitan a «hablar por el bien común» si vemos que alguien se desvía.
Mientras tanto, los autobuses de aquellos que van a trabajar bajo un jefe están llenos, las fábricas, los almacenes y los centros de llamadas están funcionando.
Los hospitales y las instalaciones de salud están repletos de personas obligadas a trabajar sin la debida precaución.
Puede trabajar en una pila, protestar pidiendo quedarse en casa o no usar equipo de protección (vea las detenciones de trabajadores en huelga en Campogalliano el 13/03/20).
Asumir la responsabilidad del individuo es cuanto menos hipócrita.
Vivimos en una sociedad que siempre ha puesto el beneficio por encima de todo, incluida la salud (Ilva, Marghera, Quirra, «tierras de incendios», etc.).
Nunca como ahora si no tienes las mismas oportunidades para protegerte, de hecho, nadie realmente las tiene.
Las luchas de los de abajo en el lugar de trabajo, como en las cárceles, son las luchas de aquellos que se niegan a ser sacrificados como vida de segunda clase en el altar del orden establecido.
Si sus luchas no tienen, a través de nuestro apoyo, la fuerza para cuestionar el privilegio de poder elegir, todos pagaremos la factura por la desigualdad capitalista.
¡El miedo no impiede que enfoquemos la realidad!
*Nota del traductor: traducido del italiano, que la expresión sería “Iostoacasa”