Chile – aislamiento completo en la Cárcel de Alta Seguridad

El viernes 27 de marzo del 2020 la Cárcel de Alta Seguridad suspende de forma indefinida las visitas y encomiendas dejando en la práctica completamente aislados a los distintos presos que se encuentran rehenes del Estado. No podemos entender estas medidas de forma distinta a una acción represiva que lejos de buscar una “cuarentena” o medidas sanitarias deja a nuestrxs compañerxs presos a merced de sus carceleros sin la posibilidad de comunicación ni ingresos de elementos básicos para la higiene y la subsistencia.
Recordemos que en esta prisión se encuentran secuestradxs cumpliendo condena Juan Aliste, Marcelo Villarroel, Juan Flores, Joaquín García, Mauricio Hernandez Norambuena y algunos prisionerxs de la revuelta.
Hoy la ciudadanía consigue “permisos de tránsito” para abarrotarse en los supermercados e ir a producir, aún en las comunas con cuarentena total.
¡No aceptamos este aislamiento total disfrazado de medida sanitaria!
¡No dejaremos que sepulten a nuestrxs compañerxs en prisión!

 

 

Chile – Acerca de los avances en la situacion de salud de nuestro compañero Juan aliste

Compañeras y compañeros:
Tenemos la feliz oportunidad de comunicar que luego de más de dos años de la crisis epiléptica que alertó de la Malformación Artereovensa del parietal derecho del cerebro ha habido un avance efectivo en el abordaje clínico de la MAV. Es así como el pasado jueves 19 de marzo del 2020, muy temprano en la mañana en medio de un nuevo Estado de Excepción Juan fue trasladado desde la Cárcel de Alta Seguridad y sometido a una radio cirugía, que a través de rayos gamma ejecuto la resección de la malformación en sí. Este procedimiento fue la respuesta del equipo de salud que lo trató desde un comienzo ante los enormes riesgos que significaba una operación de cerebro convencional. Ésta cirugía pudo ser llevada gracias a la salud y fortaleza física con que nuestro compañero ha sabido sortear todos estos años de encierro y en particular con los efectos de una epilepsia sintomática.
Ahora nos encontramos en el comienzo del fin del proceso a pesar de la gran tecnología que ha sido desplegada y del éxito de la intervención los resultados definitivos no son perceptibles antes de un año.
Aún en la posición de rehén del Estado Terrorista, el poder haber llegado a esta instancia fue resorte de la decisión fundamental de juan de combatir por su vida y su integridad, de no dejar en ningún momento de requerir la atención médica necesaria. Pero las suma de las voluntades individuales se potenciaron con las gestiones y perseverancias del entorno más cercano, como también con la incansable preocupación traducida en acciones solidarias concretas, complicidades y aportes recibidos de éste y otros territorios.
Es necesario también en éstas letras reconocer al equipo de neurología y el personal medico externo a gendarmería, quienes ignoraron las medidas dilatorias que siempre procuraron los carceleros. La desidia de la institución con la salud de nuestro compañero es lo habitual con quienes se encarceladxs, más aun con quienes se declaran enemigos del Estado y dedican sus días y esfuerzos a combatirlo. El personal médico hizo su trabajo y pusieron su energía en contra de la corriente, nos sentimos afortunados de habernos topado con este grupo de personas que permanecieron sabiamente indiferentes a las terroríficas medidas de seguridad impuestas por gendarmería y policías varios.
Imposible es para nosotrxs desatender el actual contexto de pandemia y las invivibles condiciones penitenciarias. Sabemos que para cualquier prisionero un contagio no es otra cosa que una condena a muerte, pero también mantenemos la certeza que las medidas sanitarias no pueden significar el aislamiento ni la incomunicación de nuestrxs compañerxs en prisión. Sabemos que el Estado asesino, violador y mutilador nunca buscará protegernos. Hoy nuevos combates por la vida y la liberación se abren caminos entre rejas, insalubridad, restricciones y control social.
¡Mientras exista miseria habrá Rebelión!
Estemos donde estemos y en todas las condiciones, siempre: Enemigxs del Estado
-Amigxs, compañerxs y familiares de Juan Aliste Vega-
Marzo 2020

Italia: Consideraciones a tener en cuenta ante el coronavirus

Un artículo recién publicado en el periódico de la República establece que para el número absoluto de infectados, las otras poblaciones europeas serían consideradas unos días atrás a la situación italiana. [España: 7 días; Reino Unido: 14 días; Alemania y Francia: 8 días]. Esto significa que los compañeros que están allí aún pueden tener algo de tiempo para comprender lo que les sucederá, ayudándose a mirar la situación italiana.

Este fenómeno de coronavirus es muy complejo, cada análisis cambia de un día a otro y aquí trataremos de ofrecer algunos elementos que pensamos que son útiles. Gran parte de lo que sucederá en otros países depende de las medidas que el estado implementará, tal vez más rápido que las italianas, tal vez no. Intentaremos dar algunos conceptos científicos simples, el resultado del estudio de algúnx compañerx con nociones básicas de matemática y estadística y relacionadas con las profesiones de la salud. Por otro lado, identificando los problemas sociales en relación con el sistema italiano. Repetimos, estas consideraciones son propensas a errores, pero es lo mejor que hemos logrado hacer hasta ahora.

En primer lugar, debe entenderse que el desarrollo del coronavirus es exponencial. Esto significa que, aunque parezca que en una primera fase, una pequeña porción de la población tiene la capacidad de multiplicarse visiblemente en poco tiempo. Por ejemplo, en Italia, la curva de contagio mostró que los casos confirmados se duplicaron cada 2/3 días. La capacidad de comprender exactamente la cantidad de casos también depende de las contramedidas establecidas: la cantidad de exámenes realizados (solo para aquellos que experimentan síntomas? solo para aquellos que experimentan síntomas severos? ¿Para cualquier persona que entre en contacto con un caso probado? ¿Solo para sus familiares?); evitar que las personas se reúnan en la calle; evita que puedas ir a bares; evite trabajar en ambientes abarrotados; etcétera, La información que tenemos sobre esta nueva especie de virus cambia constantemente y depende de los estudios realizados por los distintos países, comenzando desde China, cual fue el primer estudio de caso consistente. //www.ebookecm.it/news/131/covid-19-l-oms-ha-inviato-25-esperti-internazionali-in-cina-edecco-i-loro-principali-risultati-di-ricerca- after-9-days.html //www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/who-china-joint-mission-on-covid-19-finalreport.pdf

Lo que se sabe con certeza es que es un virus muy contagioso y que en algunas personas puede causar grandes problemas respiratorios hasta la muerte. La mayor parte de la información es de dominio público. Cuanto más se propaga, precisamente exponencialmente, más aumenta proporcionalmente el número de casos graves y el número de muertes (que tienden a estar en la población de mayor edad y en aquellos que ya tienen problemas de salud anteriores, pero no exclusivamente). El estado italiano ha pasado por una primera fase, desde finales de febrero, en la que se ha retrasado al implementar, por ejemplo, medidas «leves», o más bien no extendidas, para contener el virus y, por lo tanto, controlar los hábitos de la población, para evitar bloquear el sistema económico, producir menos, aumentar la deuda pública. Sin embargo, el virus ha seguido creciendo exponencialmente, poniendo al sistema de salud italiano en serias dificultades, en particular agotando los lugares de cuidados intensivos donde hay máquinas específicas para ventilación y reanimación. Sin embargo, si el estado logra tratar a cada habitante, quizás el porcentaje de muertes sería bajo (pero aún digno de una influencia muy agresiva), el sistema de salud italiano no puede soportar este crecimiento exponencial. Esto también tiene repercusiones en todas las demás enfermedades, porque para hacer frente a esta crisis, no solo el estado debe dedicar toda su energía, médicos, enfermeras, instalaciones y maquinaria, para hacer frente al virus. Pero también debe asegurarse de que nadie más lo tome y, por lo tanto, los hospitales que son uno de los centros de máximo contagio ya no son accesibles para una gran parte de las personas con diferentes patologías (que en ausencia de tratamiento puede volverse grave).
Para dar dos datos de vuelo sobre el tema, que se pueden encontrar fácilmente en línea, en China la tasa de mortalidad se situó en torno al 4%.

Teniendo en cuenta todo el período en el que la curva de contagio alcanzó su punto máximo y luego comenzó a disminuir, al ver que el número de casos diarios comenzó a disminuir. Y China es un país que desde el 23 de enero, cuando hubo cerca de 400 casos probados en Wuhan, ha sancionado una detención de la población y la producción mucho más dura y rápida … que en Hubei v = XU9FVqwO4TM & app = desktop todavía es duradera. //www.youtube.com/watch? [Documental de propaganda china] Aquí se puede encontrar todos los casos determinados y porcentajes relativos, divididos por país //www.worldometers.info/coronavirus/

Si pensamos que en Italia antes hubo un intento de militarizar y bloquear solamente pequeños municipios desde los cuales la infección parecía haber comenzado (el 24 de febrero), luego una región entera y 14 provincias (8 de marzo) e inmediatamente después todo el país … el punto alto de infección aún no se ha producido. Justo hoy, una estimación de la Protección Civil afirma que este punto alto tendrá lugar alrededor del 18 de marzo y que la curva (de los nuevos casos diarios) comenzará a disminuir a partir de entonces, y que el número total de personas infectadas al final de esta historia será de 92 mil personas. Si creemos que este estudio se ha relacionado con una estimación de cuántos días de trabajo costará el estado italiano, probablemente sean estimaciones optimistas para ellos. En cualquier caso, el número de infecciones confirmadas excedería a China y lo que sucedió en Hubei. Además, debe considerarse que el estado italiano está llevando a cabo muchos menos exámenes que países como China y Corea del Sur [desde el estallido de la epidemia y hasta el 12 de marzo Corea del Sur ha producido 250,000 exámenes lo que equivale a 35,000 por día. Italia, que tiene el mismo número de habitantes de Corea del Sur y un mayor número de casos comprobados, en el mismo período hizo solo 90 mil, alcanzando un máximo de 12 mil por día]. Además, precisamente porque en otros países los exámenes eran mucho más, el número de personas infectadas y, por lo tanto, la propagación potencial del virus en Italia es mucho mayor. Lo que es seguro es que muchas personas aún tendrán que morir, con un porcentaje que también dependerá de cómo el estado podrá hacer frente a la emergencia de salud y mantener un alto nivel de atención. En todo esto, otros factores que están entrelazados con las políticas de gestión y control establecidos por los estados: el colapso del sistema de salud y, por lo tanto, la capacidad de enfrentar la epidemia también dependen de la cantidad de trabajadores de la salud que se enferman y la posibilidad de presentar otros médicos y enfermeras. //lab24.ilsole24ore.com/coronavirus/ [Aquí encontrará muchos datos italianos relevantes. En la sección «La tendencia día a día» puedes ver la diferencia entre la curva del total de casos (que siempre tiende a aumentar, pero puede cambiar la inflexión) y la de los casos diarios (que también puede disminuir)] En el análisis de datos y estimaciones, se deben calcular los tiempos de análisis de los buffers, tiempos de incubación (hasta dos semanas) y tiempos de desarrollo del virus dependiendo de si es agresivo o no (entre 3 y seis semanas en total, hasta que ya no se considere infeccioso). La certeza es que el número de sanados debe comenzar a superar el de los muertos, mientras que en Italia en la actualidad hay 1016 muertes en comparación con 1250 sanados. Por ejemplo, en la región de Piamonte, a diferencia de Lombardía, que fue la primera en verse afectada, todavía no hay curaciones. Entonces, los casos de gravedad y muerte aún no se han producido por completo.

Para contar otros datos que los compañeros y compañeras elegirán si los consideran útiles y cómo hacerlo, China (con todo el aparato desplegado y la cantidad de control sobre los casos de infección y las personas que incluso han entrado en contacto con infectados) certifica los casos críticos (similar a nuestro ‘cuidado intensivo’) en un porcentaje del 5,3%, mientras que Italia ahora se sitúa en el 7,6% [aquí nos referimos al total de casos, no a los activos, con respecto a los cuales el porcentaje crece en un punto. Además, hay diferencias de una región a otra, en Piamonte, por ejemplo, los casos ingresados ​​en cuidados intensivos son del 17%]. Sin embargo, el 51% de los casos activos en Italia están hospitalizados en un hospital, lo que da la idea de sobrecargar el sistema de salud. Además, la tasa de exámenes positivos sobre el total realizado es del 17%. Datos que también deberían estar relacionados con el territorio y la propagación del contagio con respecto a las regiones individuales, pero entraríamos en demasiados detalles, solo es importante tenerlo en cuenta. Estos últimos datos sugieren que el estado podría alentar las admisiones en el hogar, haciendo que aquellos que pueden sanar sin atención directa permanezcan en el hogar hasta el final. Lo que podría (quizás un poco) influir en la propagación del virus. Además, el estado, que en cualquier caso no puede procesar todos los exámenes acumulados en los laboratorios, podría tener la intención de manipular los futuros exámenes , lo que en parte distorsionaría los datos sobre la propagación real del virus. Otro movimiento podría ser establecer estructuras temporales para la hospitalización de pacientes con coronavirus, por ahora en Lombardía parece que solo se han puesto a disposición dos hospitales militares. Además, la Protección Civil puede decidir hospitalizar a algunos pacientes graves en clínicas privadas. También desde Lombardía, algunos pacientes fueron trasladados a hospitales en regiones cercanas.

Una consideración final sobre el problema de salud debe hacerse en las regiones del sur de Italia. El sistema de salud del sur es mucho peor que el del norte de Italia y abordar la propagación de la infección en los niveles actuales sería mucho más difícil. También veremos qué efectos tendrá el gasto del gobierno en la compra de nueva maquinaria y equipo médico para casos graves y prevención. En la actualidad, solo el 0.025% de la población está infectada, pero para el tipo de virus ya es suficiente para tener efectos sustanciales. Las repercusiones sociales son variadas. En primer lugar, como se anticipó, el personal médico está bajo estrés, sujeto a turnos de trabajo desconcertantes, en constante riesgo de contagio. Como ya se mencionó, muchos pacientes con otras enfermedades entrarán en estado agudo (estado de gravedad) a partir de los crónicos que necesitan atención continua, a aquellos que verán retrasar las operaciones quirúrgicas mayores. Se puede esperar que después del final de la epidemia habrá un retraso adicional en la cadena de todos los servicios de salud y un cuello de botella en la entrada de hospitales y clínicas, digamos.

El estado está proporcionando fondos para hacer frente a la crisis económica y al hecho de que muchas compañías están cerradas y la gente no está trabajando (por ahora 25 mil millones). Por un lado, es probable que muchos de estos fondos se destinen a las grandes empresas, por otro, hay toda una serie de personas que ya tienen condiciones de explotación sustanciales, con contratos mal pagados o incluso trabajando ilegalmente. Algunas pequeñas empresas pueden verse obligadas a cerrar o recortar personal una vez que salen de la crisis de salud. No está claro si las facturas se cancelarán en este período, o se suspenderán con la perspectiva de solicitar la factura más tarde o simplemente tendrá que pagarlas. Entonces los alquileres. ¿Y qué pasará con toda la deuda pública que producirá el estado mientras tanto? Con respecto a las maniobras realizadas por el estado el 11 de marzo, se decretó la detención general de todo el país: https://www.open.online/2020/03/11/coronavirus-ecco-il-testo-del -Decreto de lo transforma-Litalia-IN VIVO A-zona-rojo/

– Detener todas las actividades comerciales, excepto las esenciales (farmacias y salud, supermercados y venta de alimentos, estancos, quioscos, hardware, electrónica e informática, estaciones de servicio);
– Detener todos los servicios excepto los esenciales: lavanderías, lavanderías industriales, funerarias, recolección de basura.
– Los bancos, los seguros, la agricultura y la cría de animales, la logística y el transporte urbano (este último en forma limitada o variable) pueden funcionar. Dicho esto, ya se han iniciado una serie de huelgas, más o menos apoyadas por los sindicatos, en algunos sectores, como la logística y el transporte. La queja principal es que no pueden trabajar de manera segura, y la presencia de algunos casos positivos de coronavirus entre los trabajadores ha aumentado la preocupación y el deseo de no trabajar. Esto, si tuviera un alcance sustancial y repercusiones en el sistema de producción y suministro en funcionamiento, podría llevar al gobierno a adoptar medidas económicas ad hoc específicas y / o represivas. En cualquier caso, el «daño económico» debe iniciarse desde antes, es decir, al menos desde que Lombardía (la región altamente productiva de Italia) fue declarada zona roja.

En cuanto a la movilidad de la población, hasta la fecha en toda Italia solo puede salir de la casa con una autocertificación que establece la razón por la que está fuera de casa: trabajo, necesidad, salud, regreso a casa. Categorías muy genéricas, en las que las autoridades policiales pueden llevar a cabo investigaciones y que, en cualquier caso, dejan un cierto margen de discreción sobre lo que puede considerarse una «razón correcta» para mantenerse al margen. Todas las reuniones están prohibidas. La policía, al menos en las ciudades donde tenemos contactos y con diferencias entre los centros grandes y pequeños, está comenzando a llevar a cabo controles e intervenir en algunos casos donde hay personas reunidas. Además de las quejas normales que puede presentar, también puede hacer uso del artículo 650 del Código Penal italiano. «Incumplimiento de las disposiciones de la autoridad» que prevé una multa de hasta 206 euros o un arresto de hasta 3 meses. Ya están presentando quejas y en Roma parece que, según los periódicos, ha habido un caso de arresto para niños que han dado una falsa motivación (de trabajo). Los autos de la policía deambulan por las calles enviando mensajes grabados que confirman las recetas y les indican que se queden en casa. Los militares ahora pueden realizar tareas policiales.

Mientras tanto, en este clima, los actos más insubordinados hasta ahora nacieron a principios de semana en las cárceles de la mitad de Italia. De hecho, más de 30 cárceles han sido lugares de disturbios reales. Batukadas (golpes de barrotes y puertas) negativa a regresar del patio a la celda, barrikadas a las entradas de las secciones para evitar la entrada de guardias (probablemente vehículos del virus), resistencia en los techos con pancartas, evasiones en masa (más de 70 personas de una sola prisión), todos los pabellones incendiados y una prisión declarada totalmente inutilizable. Los principales reclamos expresados: «Amnistía» e «Indulto». El número de muertos también es igualmente impresionante.

Hasta la fecha, hay 14 víctimas entre los presos, indicadas todas por sobredosis de drogas como causa de muerte, e innumerables heridos, muchos de los cuales se encuentran en estado grave. Las revueltas colectivas y generalizadas no han ocurrido en las cárceles italianas por más de 40 años. Que las condiciones fueron explosivas estuvo claro durante algún tiempo, con el hacinamiento que nuevamente había alcanzado números más altos que el último perdón y con episodios constantes de rebelión en una u otra prisión, colectiva e individual.

El desencadenante en este caso fue el coronavirus con buena participación también de las instituciones que, en el primer paquete de medidas lanzadas contra la emergencia covid-19, comenzaron a aislar a los prisioneros al impedir el acceso a las dependencias de personal que no sea la policía penitenciaria, es decir, educadores y voluntarios de cualquier tipo, ademas continúan realizando allanamientos en busca de teléfonos celulares «clandestinos» dentro de las secciones (en Italia los prisioneros no pueden usar teléfonos privados ni menos teléfonos celulares), hasta incluirlos en el último decreto contra el coronavirus que es una medida que suspende efectivamente todas las conversaciones hasta al menos el 3 de abril, la más clásica de las gotas en un recipiente desbordante. De hecho, no es difícil imaginar cómo uno puede sentirse encerrado dentro de 4 paredes mientras está fuera del mundo exterior en pánico por una emergencia de salud que los medios de comunicación ni siquiera pueden expresar. Además, consciente del tratamiento de salud reservado diariamente para aquellos que se quedan solos con su enfermedad y dolor, cuando el único medicamento disponible sigue siendo paracetamol, condiciones sanitarias bajas con escasa agua y ratones y cucarachas debajo de las camas, con pánico listo para explotar con cada tos por un prisionero o un carcelero. Consciente de que la propagación del virus en los pacientes tendría efectos dramáticos en la salud de quienes están encarceladxs. Pero quizás sea principalmente la imposibilidad de poder dar sus propias noticias y, sobre todo, recibir a sus seres queridos, con ausencia de conversaciones. Razón por la cual fuera de las cárceles en estos días siempre que fuera posible dadas las últimas reglas, muchas personas clamaban por la libertad de sus familiares y amigos encerrados dentro, incluso con la presencia en algunas ciudades de compañeras y compañeros para apoyar los disturbios y protestas.

Un pequeño aporte a nuestrxs hermanxs del mundo desde el territorio dominado por el Estado Italiano.

Italia: Consideraciones a tener en cuenta ante el coronavirus

[Estado Español] Informaciones sobre la situación en las cárceles a raíz del coronavirus

Como muchos ya sabréis, en el C.P. de Brians I comenzó hace unos días una huelga de hambre por las condiciones restrictivas que habían aplicado por el coronavirus, cancelando los vis a vis familiares en todas las prisiones del estado, mientras que los funcionarios entran y salen del recinto sin ningún tipo de protección.

En Brians, a día de hoy ya eran más de 100 personas presas las que secundaban la huelga de hambre.

Hoy al mediodía, mientras los presos entraban en el comedor y recogían los cubiertos pero no la bandeja de comida, han aparecido un grupo de carceleros y han preguntado el por qué de su actitud. Algunos han contestado que estaban realizando una huelga de hambre, explicando los motivos, y la reacción de los carceleros ha sido la de quitarles el documentos de identidad y por lo menos a 3 de ellos que se negaban a comer, los han trasladado al aislamiento, intimidando al resto, de manera que los que venían detrás han preferido desistir de la huelga de hambre.

Recordamos que en el C.P. de Brians I se encuentra encarcelado desde hace casi dos años y a la espera de juicio, Amadeu Casellas.

En la cárcel de Wad Ras en Barcelona, se ha conocido un primer caso de coronavirus de una mujer que le quedaban pocos días para salir en libertad y le han dejado salir, pero con el resto de mujeres que estaban junto a ella, no saben qué va a apsar y están nerviosas porque han reclamado que les hagan pruebas, pero no les han hecho nada. Ayer se produjeron instantes de tensión en las comunicaciones, cuando en la puerta de entrada se juntaron un grupo de personas reclamando la libertad para las presas y lxs familiares al salir, se interesaron por la protesta y desde dentro querían saber qué se podía hacer.

En Murcia II hoy no han dejado entrar a comuncar. Un carcelero ha salido con un miembro de seguridad para comunicar que desde hoy al mediodía, ya no se podrá comunicar a través del cristal.

Según se informa en un comunicado del sindicato de carceleros del CSIF, presos de la prisión de Fontcalent (Alicante) han protestado este domingo con una hoguera en el patio, a falta de información y medidas de protección frente al coronavirus, y que el incidente fue finalmente controlado sin que hubiera heridos.

Según este sindicato, el último contagio se ha localizado en Melilla. Se trata de un jefe de servicios. En esta misma prisión, se ha enviado a otros 12 carceleros a sus domicilios en cuarentena, contabilizando 164 presos y medio centenar de carceleros aislados a la espera de conocer la cifra oficial de positivos. El sindicato solicitó la suspensión inmediata de las comunicaciones a través de cristal, en todas las prisiones, y que para los nuevos ingresos penitenciarios, que se decretaden 14 días de cuarentena.

Hacemos un llamamiento a premanecer atentxs para expresar solidaridad con las personas presas y para que se retiren los expedientes sancionadores.

Grup de Suport d’Amadeu

 

[Estado Español] Informaciones sobre la situación en las cárceles a raíz del coronavirus

La vigilancia extrema de ciudadanos en China, un efecto colateral del coronavirus que ha venido para quedarse

En los últimos meses, los ciudadanos han tenido que adaptarse a un nuevo nivel de intromisión y los expertos advierten que esto puede convertirse en la “nueva norma”.
Lily Kuo – Hong Kong

En los últimos dos meses, los ciudadanos chinos han tenido que adaptarse a un nuevo nivel de intromisión gubernamental. Para entrar a tu complejo residencial o a tu lugar de trabajo ahora hace falta escanear un código QR y dejar por escrito tu nombre, tu número de DNI, tu temperatura y tus últimos viajes.

Los operadores de telefonía están rastreando los desplazamientos de la gente y redes sociales como WeChat y Weibo han abierto líneas directas para reportar sobre otros posibles enfermos. En algunas ciudades incluso se recompensa al que denuncia a un vecino enfermo.

A la vez hay empresas chinas desplegando tecnologías de reconocimiento facial capaces de distinguir entre la multitud a los que tienen fiebre o a los que no llevan la mascarilla. Hay varias aplicaciones que, a partir de los datos sanitarios de cada ciudadano, alertan al resto cuando se les acerca alguien infectado o alguien que ha estado en estrecho contacto con un infectado.

Además de cerrar ciudades enteras, las autoridades estatales han implementado un sinfín de medidas de seguridad para contener el brote del coronavirus. Todos los que tienen que hacer cumplir las normas, desde los altos cargos hasta los empleados municipales, repiten el mismo estribillo: estamos en un “momento extraordinario” (feichang shiqi) que requiere medidas extraordinarias.

Tras infectar a más de 80.000 personas y provocar la muerte de unas 3.000, el número de nuevas infecciones por coronavirus en China ya está en descenso, pero los ciudadanos y los analistas se preguntan cuántas de estas medidas extraordinarias van a pasar a ser ordinarias.

“No sé qué pasará cuando termine la epidemia, ni me atrevo a pensarlo”, dice Chen Weiyu, de 23 años. Empleada en Shanghai, tiene que entregar diariamente una revisión médica a su empresa. Para poder pasar al parque de la oficina tiene que escanear un código QR y registrarse: “El control ya estaba por todas partes, la epidemia acaba de hacer transparente esa vigilancia, que en tiempos normales no vemos”.

Otros, como el activista de Guangzhou Wang Aizhong, son más categóricos sobre el futuro. “No hay duda de que esta epidemia ha dado más razones al Gobierno para vigilar a la gente, no creo que las autoridades descarten mantener este nivel de vigilancia tras el brote”, dice. “Podemos sentir un par de ojos mirándonos todo el rato en cuanto salimos o nos quedamos en un hotel, estamos completamente expuestos a la vigilancia gubernamental”.

Según los expertos, el virus surgido en diciembre en Wuhan ha proporcionado a las autoridades la excusa perfecta para acelerar la recopilación masiva de datos personales y rastrear a los ciudadanos, una perspectiva peligrosa teniendo en cuenta la falta de leyes estrictas sobre el uso de los datos personales.

La misión tiene el objetivo de trepar lentamente para quedarse, sostiene la investigadora principal de China para Human Rights Watch, Maya Wang. En su opinión, lo más probable es que usen al virus como un catalizador para aumentar el régimen de vigilancia masiva, igual que los Juegos Olímpicos de 2008 en Beijing o que la Expo de Shanghai en 2010: “Tras estos eventos, las técnicas de vigilancia masiva se hicieron más permanentes”.

“Con el brote del coronavirus, enseguida se hicieron realidad la restricción a la libertad de movimientos y la puntuación del riesgo de cada uno”, dice Wang. “Con el tiempo cada vez vemos un uso de la tecnología más intrusivo y menos capacidad de los ciudadanos para resistirlo”.

“La vigilancia intrusiva ya es la nueva norma”

Para mucha gente en China, los nuevos niveles de vigilancia pública son obstáculos burocráticos extra, más frustrantes que siniestros, y una demostración de la incapacidad del Gobierno en la gestión del brote. Aunque los altos cargos hablen de ella con orgullo, el sistema de vigilancia de China está lleno de lagunas. Hubo muchas críticas por el caso de una ex paciente infectada que logró viajar de Wuhan a Beijing en febrero, mucho después de que la cuarentena entrara en vigor.

En la mira de los ciudadanos está la aplicación ’Código de Salud’, de Alipay. Utilizada en más de 100 ciudades, la app distingue a los individuos con uno de tres colores en función de sus últimos viajes, del tiempo pasado en los focos de contagio y de la cercanía a posibles portadores del virus. Dentro de poco se van a introducir en el programa los números del DNI para permitir a cada persona comprobar el color de los demás.

Un internauta se quejaba en la red social Weibo de que su color había pasado de verde a amarillo (que obliga a cuarentena) solo por conducir a través de Hubei, sin parar. “Ni siquiera puedo salir a comprar pan o agua”, decía otro en la provincia de Jiangsu, después de que su código pasara inexplicablemente a amarillo tras un viaje de trabajo.

Muchos se quejan de que la aplicación es sólo “para la galería” (xingshi zhuyi), una forma de que los funcionarios de menor nivel impresionen a sus superiores imponiendo restricciones a los ciudadanos. “Tengo un código de salud, un pase para mi complejo residencial y otro certificado de salud y aún así no puedo entrar en mi casa”, escribió alguien en el apartado de comentarios. “Esto es una estupidez, por favor, déjennos movernos”, puso otro.

Entre las medidas hay soluciones de tecnología avanzada y otras más comunes. En los espacios públicos se ha desplegado un ejército de empleados públicos para vigilar los puntos de entrada, exigir a los peatones que anoten sus datos o interrogar a la gente sobre sus últimos desplazamientos. Se han cerrado los lugares de culto, como las mezquitas, y en muchas ciudades y regiones se han prohibido las reuniones y hasta las cenas de pocas personas.

En febrero, empleados públicos de la provincia de Sichuan disolvieron un grupo de 10 personas que se había reunido en una fiesta para jugar al mahjong y les obligaron a leer en voz alta una disculpa que grabaron en vídeo. “Nos equivocamos, prometemos que no habrá una próxima vez y también vigilaremos a los demás”, se los escucha decir en el vídeo, con las cabezas ligeramente inclinadas.

En otros vídeos publicados en Internet se ha visto a funcionarios locales atando a un hombre a un poste o tirando a la gente al suelo por no llevar la mascarilla. Hace poco despidieron a los policías de Wuhan que fueron grabados golpeando a un hombre por vender verduras en la calle.

La agencia oficial de noticias Xinhua recordó la semana pasada a los ciudadanos que quienes violen las medidas de prevención y control pueden ser condenados a entre tres y siete años de prisión, si es un caso especialmente grave, de acuerdo con lo estipulado por el código penal chino.

“La vigilancia intrusiva ya es la ’nueva normalidad’”, cuenta Stuart Hargreaves, que en la Facultad de Derecho de la Universidad China de Hong Kong se especializa en leyes de privacidad y de información. “La pregunta para China es saber, si es que existe, cuál es el nivel de vigilancia que la población se niega a tolerar”, añade.

Algunos temen que, en parte, las medidas continúen porque los ciudadanos se acostumbren a ellas. Desde Chengdu, Alex Zhang, de 28 años, lo relaciona con la teoría sobre el estado de excepción del filósofo italiano Giorgio Agamben, que escribió sobre la continuación de medidas tomadas durante emergencias.

“Este tipo de gestión y de pensamiento para enfrentarse al brote también puede usarse en otros ámbitos, como en los medios de comunicación, en el periodismo ciudadano o en los conflictos étnicos”, dice Zhang. “Los ciudadanos aceptarán el método porque ya ha sido usado, se convertirá en lo normal”.

La vigilancia extrema de ciudadanos en China, un efecto colateral del coronavirus que ha venido para quedarse

Contra el miedo y el control, la revuelta explota en las cárceles italianas

Contra el miedo y el control, la revuelta explota en las cárceles italianas.

Desde hace unas semanas, la gestión del gobierno ante la aparición de la epidemia del coronavirus se ha extendido por toda Italia, desde la
creación de “zonas rojas” cada vez más grandes ubicadas especialmente en el norte. Allá, el gobierno ha probado gradualmente medidas cada vez más radicales para restringir la libertad: prohibición de eventos públicos y manifestaciones, prohibición ceremonias religiosas y civiles (incluidos
los funerales), cierre de cines, salas deportivas y supermercados, toque de queda para bares, ninguna atención en hospitales públicos excepto
emergencias, cierre de escuelas y universidades. Con el pretexto de proteger a la población y prevenir el contagio, todas las formas de sociabilidad han sido limitadas o claramente prohibidas por la ley.

El 8 de marzo, el Presidente del Consejo de Ministros, Giuseppe Conte, firma el enésimo decreto que prohíbe cualquier manifestación o reunión
pública y cualquier tipo de movimiento de entrada o salida en la región de Lombardía y los departamentos de Módena, Parma, Piacenza, Reggio
nell´Emilia, Rimini, Pesaro y Urbino, Alessandria, Asti, Novara, Verbano-Cusio-Ossola, Vercelli, Padova, Treviso, Venecia. Si el
aislamiento y el control se vuelven cada vez más difíciles afuera, las situación se vuelve insoportable dentro de las jaulas donde, durante dos
semanas, visitas y actividades complementarias (trabajo, sociabilidad, permanencia, etc.) están suspendidas hasta nuevo aviso, con el pretexto
de evitar el contagio en las cárceles, y en particular, para proteger a los guardias. Con el decreto del 8 de marzo la prohibición se
generaliza: no se permitirá ninguna visita, parlatorio, libertad condicional o permisos especiales hasta el 31 de mayo.

La prohibición de los parlatorios y visitas, que ya normalmente son muy estresantes -hacer cola frente a la jaula mientras hay que esperar para
poder entrar y someterse a la humillación de la revisión- significa la privación de cualquier forma de contacto con el exterior y un
aislamiento casi total. También significa la privación de la posibilidad de tener acceso a productos y bienes básicos (alimentos, ropa limpia,
dinero, etc.) que son de importancia fundamental para la vida en la cárcel. Esta medida despierta poco tiempo después de su anuncio la rabia
de lxs detenidxs y familiares.

Las primeras revueltas contra esta situación estallaron en la noche del sábado 7, con la difusión pública de la versión completa del decreto
siendo validado. Es en Salerno y Nápoles, en las dos cárceles de la ciudad, Secondigliano y Poggioreale respectivamente, donde lxs detenidxs
suben a los techos y se destruyen secciones enteras. Las respuestas de las instituciones penitenciarias son con cortes de agua, cortes de
electricidad e intervenciones masivas de las fuerzas policiales, obviamente, con violencia.

Mientras está pasando, afuera de las cárceles, familiares y compañerxs llegan para gritar su solidaridad con lxs prisionerxs en lucha y
bloquear la ruta para que se escuchen sus voces. La revuelta se propaga rápidamente: en la tarde del domingo 8 hay 20 cárceles en rebelión,
luego 27 cárceles en la noche y más de 30 en el día del lunes 9. Frente a cada una de las cárceles insurgentes, se reúnen grupos de familiares y
solidarixs, en todas partes se ve humo saliendo y se escucha gritos de “¡Libertad! ¡Amnistia!”. Los helicópteros sobrevuelan los edificios en
llamas, mientras que en varias cárceles los policías antidisturbios y los GOM (equivalentes a los Eris en francia, imagino que en chile puede
ser gendarmería, que es la institución armada de seguridad pública que se encarga de las cárceles o puede ser Fuerzas Especiales FF.EE ) se
están preparando para entrar y restablecer el orden con represión.

En la prisión de Sant’Anna en Módena, en el centro de Italia, los disturbios comienzan el domingo por la tarde. Según informaciones que
vienen del interior, lxs detenidxs se atrincheraron e incendiaron varios edificios, y el personal (guardias y enfermerxs) tuvo que irse. Se dice
que la oficina de registro fue quemada. Luego llega la represión de forma muy violenta. Lxs familiares reunidos frente a la cárcel dicen que
vieron a lxs policias sacar detenidxs esposadxs mientras lxs golpeaban, al mismo tiempo que escuchaban ruidos de disparos. Ochenta detenidxs son
transferidxs, muchxs otrxs llevadxs al hospital, varixs otrxs en cuidados intensivos. Según las últimas noticias, siete o más,
probablemente ocho detenidos, han perdido la vida durante la revuelta o después, durante el traslado. Según la prensa oficial, seria a causa de
“sobredosis” de medicamentos que lxs detenidxs robaron en un asalto a la enfermería durante la revuelta. Se dice que el 9 de marzo otros dos
prisioneros murieron por la misma razón en las cárceles de Verona (Véneto) y Alessandria (Piamonte) y tres en la mañana del 10 en la
prisión de Rieti. Se puede ver el miedo a lxs periodistas biempensante, que intentan desacreditar las revueltas sin transmitir las
reivindicaciones políticas de lxs prisionerxs: ¡amnistía y libertad para todxs!

Pero cuanto más la prensa burguesa y el estado intentan soplar el fuego de la revuelta para apagarlo, más se extiende a otras regiones. En
Pavía, en la tarde del 7, lxs detenidxs en rebelión logran tomar las llaves de los gurdias, pudiendo liberar a lxs otrxs detenidxs, luego
toman como rehenes a un guardia y al comandante de la policía en la cárcel. Aquí también lxs rebeldes encienden fuego. En cada nueva
revuelta, prisionerxs intentan escapar, y a veces lo consiguen, como por ejemplo en Palermo (Sicilia), Frosinone (Lazio) y Foggia (Apulia), donde
escaparon 70 personas. La intervención de los soldados no cambia la situación: 20 persona fueron atrapadas, sin embargo 50 aún están en
libertad, a quienes les deseamos buena suerte. Las cifras que comienzan a circular, hablan de 300 detenidxs escapadxs, de los cuales solo se
capturó unxs 30 de ellxs.

De sur a norte, las jaulas se prenden. El lunes por la mañana es el turno de Milán, Bolonia, Lecce y muchas más. El gobierno acaba de
declarar a toda Italia como una “zona roja”. La Administración de Prisiones sigue callada. La represión continúa, pero no desanima la
solidaridad del exterior: en varias ciudades, frente a las cárceles, cercanxs y solidarixs gritan su apoyo y bloquean las calles para evitar
el movimiento de guardias y soldados. En Bolonia, lxs presxs toman el control de la prisión, mientras la policía trata de dispersar a lxs
compañerxs que se manifiestan en masa afuera. En Melfi (Basilicata) lxs rebeldes retienen a un grupo de guardias como rehenes. Luego en Milán,
después de San Vittore, toman las cárceles de Opera y Bollate en Roma.
Después de la prisión de Rebibbia la revuelta explota en Regina Coeli. Frente a esta resistencia, la represión se ensaña contra lxs detenidxs.
No necesitamos analizar las revueltas en curso, éstas hablan por sí mismas del colapso de un sistema que encierra y controla desde el miedo
y la amenaza. Debemos y queremos estar frente a todas las cárceles en apoyo a lxs rebeldes y sus familiares, para que estos lugares sigan
siendo solo cenizas.

¡Fuoco alle galere! ¡Fuego a las cárceles !

Aquí hay una lista no exhaustiva de cárceles en revuelta :

Salerno (Campania)
Naples (Campania)
Cassino e Frosinone (Latium)
Carinola (Campania)
Frosinone (Latium) + fuga
Modène – 8 detenidx muertxs
Poggioreale – Naples
Secondigliano – Naples
Vercelli (Piedmont)
Rebibbia – Rome
Bari (Pouilles)
Alessandria (Piedmont) – 1 detenido muerto
Palerme +fuga
Brindisi (Pouilles)
Ariano Irpino (Campania)
Cremona (Lombardie)
Pavia (Lombardie)
Gêne (Liguria)
Reggio Emilia (Emilia Romagna)
Barcellona Pozzo di Gotto (Sicile)
Trani (Sicile)
Augusta (Sicile)
Foggia – fuga (Pouilles)
Verona – 1 detenido muerto
San Vittore – Milan (Lombardie)
Bergamo (Lombardie)
Matera (Basilicata)
La Spezia (Liguria)
Larino (Molise)
Lecce (Pouilles)
Rieti (Lazio) – 3 detenidos muertos
Vallette (Turin)
Dozza – Bologne
Santa Maria Capua Vetere (Campania)
Opera – Milan (Lombardia)
Bollate – Milan (Lombardia)
Regina Coeli – Rome

Desde Marseille, 10 Marzo 2020.

Contra el miedo y el control, la revuelta explota en las cárceles italianas.