Compañeras y compañeros:
Tenemos la feliz oportunidad de comunicar que luego de más de dos años de la crisis epiléptica que alertó de la Malformación Artereovensa del parietal derecho del cerebro ha habido un avance efectivo en el abordaje clínico de la MAV. Es así como el pasado jueves 19 de marzo del 2020, muy temprano en la mañana en medio de un nuevo Estado de Excepción Juan fue trasladado desde la Cárcel de Alta Seguridad y sometido a una radio cirugía, que a través de rayos gamma ejecuto la resección de la malformación en sí. Este procedimiento fue la respuesta del equipo de salud que lo trató desde un comienzo ante los enormes riesgos que significaba una operación de cerebro convencional. Ésta cirugía pudo ser llevada gracias a la salud y fortaleza física con que nuestro compañero ha sabido sortear todos estos años de encierro y en particular con los efectos de una epilepsia sintomática.
Ahora nos encontramos en el comienzo del fin del proceso a pesar de la gran tecnología que ha sido desplegada y del éxito de la intervención los resultados definitivos no son perceptibles antes de un año.
Aún en la posición de rehén del Estado Terrorista, el poder haber llegado a esta instancia fue resorte de la decisión fundamental de juan de combatir por su vida y su integridad, de no dejar en ningún momento de requerir la atención médica necesaria. Pero las suma de las voluntades individuales se potenciaron con las gestiones y perseverancias del entorno más cercano, como también con la incansable preocupación traducida en acciones solidarias concretas, complicidades y aportes recibidos de éste y otros territorios.
Es necesario también en éstas letras reconocer al equipo de neurología y el personal medico externo a gendarmería, quienes ignoraron las medidas dilatorias que siempre procuraron los carceleros. La desidia de la institución con la salud de nuestro compañero es lo habitual con quienes se encarceladxs, más aun con quienes se declaran enemigos del Estado y dedican sus días y esfuerzos a combatirlo. El personal médico hizo su trabajo y pusieron su energía en contra de la corriente, nos sentimos afortunados de habernos topado con este grupo de personas que permanecieron sabiamente indiferentes a las terroríficas medidas de seguridad impuestas por gendarmería y policías varios.
Imposible es para nosotrxs desatender el actual contexto de pandemia y las invivibles condiciones penitenciarias. Sabemos que para cualquier prisionero un contagio no es otra cosa que una condena a muerte, pero también mantenemos la certeza que las medidas sanitarias no pueden significar el aislamiento ni la incomunicación de nuestrxs compañerxs en prisión. Sabemos que el Estado asesino, violador y mutilador nunca buscará protegernos. Hoy nuevos combates por la vida y la liberación se abren caminos entre rejas, insalubridad, restricciones y control social.
¡Mientras exista miseria habrá Rebelión!
Estemos donde estemos y en todas las condiciones, siempre: Enemigxs del Estado
-Amigxs, compañerxs y familiares de Juan Aliste Vega-
Marzo 2020