Militarización, aislamiento social, precariedad laboral y en nuestras
vidas, represión, abuso de autoridad, multas, E.R.T.E.’s, especulación
inmobiliaria, control social, vigilancia, enfermedades, negocios
farmacéuticos, lenguaje belicista, chivateo y señalamiento, autoridad,
instauración de la cultura del miedo como control, atomización,
desalojos, desahucios, paro (o el chantaje del trabajo), “crisis” (más
capitalismo), hambre y escasez, liberalismo, endeudamiento…
… Y podríamos seguir con una interminable lista de consecuencias que
esta nueva excusa disfrazada de emergencia sanitaria nos va a dejar (y
las que aún nos quedan por ver).
Por eso, confiamos y deseamos que, tras el confinamiento y el
aislamiento impuesto, salgamos a la calle a tomar sin pedir lo que nos
pertenece, a luchar por la recuperación de la calle como un escenario
del día a día, de nuestra cotidianeidad, de conflictividad y lucha.
Porque nos quieren aislados y separados, señalándonos unos a otros y
controlando nuestro miedo como forma de hacer política.
Confinados pero…
– Organizados.
– Solidarios.
– Sin ser policías, sin recurrir al chivateo y señalamiento de nuestros
vecinos.
– Cuestionando lo que los medios y el gobierno nos cuentan: la
cuarentena como condición indispensable para frenar esta “crisis”.
– Asumiendo que nos vamos a preparar, en todos los aspectos, para lo que
viene.
– Creando reyes de apoyo mutuo y autoorganización.
– Repensando nuevas formas de luchas según el nuevo contexto que
tenemos.
– Rebelándonos, luchando, confrontando, atacando, construyendo.
Por todo esto y por mucho más: NOS VEREMOS EN LAS CALLES
