No les matará el virus

Este escrito desarrolla cuanto publico en el documento «Todo va extremadamente bien «. Se avala, también, de consideraciones formuladas en anteriores publicaciones nuestras.

El vacío de la técnica.

La continúa adaptación de las proyectualidades políticas de los estados modernos a la supuesta infalibilidad de la técnica, parece haber colocado en segundo plano, esos mismos gobiernos que delegan a ella las propias decisiones. El Estado continua a desarrollar un rol represivo y avala, a través de sus representantes, la activación de protocolos económicos, sanitarios, administrativos, ya definidos. En lo específico, si tales protocolos son eficaces o perniciosos es un dato secundario. Para los títeres de turno, la aplicación de los protocolos en cuestión debe resultar un factor para aumentar la propia popularidad y, al mismo tiempo, debe proporcionar una justificación científica de las decisiones efectuadas. Cómo hacer que todo esto sea propaganda del gobierno es tarea de los medios de comunicación y de aquello que gira en torno a la política. Si las cosas irían a mal, se atendrán a la frase siempre eficaz: «Han sido seguidos todos los procedimientos que requería el caso».

Está claro que tales procedimientos de cómodo, no reduce las responsabilidades de ningún patrón, de ningún politicante, de ningún guardián del orden, de ningún académico complaciente, de ningún periodista. Si bien haya mutado la apariencia del contenedor, son personas en carne y huesos a desarrollar los roles de opresores y torturadores.

Sin embargo, el intento de hacer eficiente la acción del gobierno a través de la ayuda de las técnicas y de las ciencias evaluativas y económicas, ha desviado la atención del protagonismo real de los gobernantes a un mero logro de objetivos; de tales objetivos, sin embargo, no se discuten los contenidos, así de dar la impresión de que los promotores y los ejecutores se encuentren al margen de las elecciones efectuadas.

Pero es solo el efecto espectral del intento de destrucción de la realidad. Del cual tienen necesidad los arquitectos del abuso.

Sin embargo, para las democracias, la idea de permitir al «pueblo», término que reconocemos exclusivamente como una entidad abstracta, de decidir sobre su propio destino debe permanecer en pie, incluso cuando las libertades concedidas deben ser canceladas por que se está trabajando. Reafirmando que no lamentamos nada de las libertades otorgadas por las democracias, creemos que indignarse ahora por el mayor endurecimiento represivo equivaldría a reconocer que en el reciente pasado haya habido situaciones favorables. El Estado hace su trabajo, depende de nosotrxs lxs anarquistas revolucionarixs hacerlo parar, agotarlo, lisiarlo de cualquier forma que este se presente. Por lo tanto, consideramos que es fundamental, resaltar los defectos y los puntos descubiertos, atacarlos de manera concreta. Y tener la seguridad, nos lo enseña la historia y el sentido común, nunca habrá ningún Decreto o «vuelta a la normalidad» que nos consentirán de hacerlo sin consecuencias.

La democracia no es el legado de una libertad concreta, sino un binomio constituido por una libertad abstracta que coexiste con varias formas de esclavitud, dependencia, opresión. ¿Cómo aprovechar al máximo este binomio si no es a través de la unión entre poder técnico y soberanía política? Un proceso que podríamos considerar un «laboratorio» tendiente a autoinmunizarse procediendo por crisis internas. La intensificación de la respuesta autoinmunitaria del capitalismo tiene lugar, desde siempre, en sus áreas periféricas o en vía de marginalización respecto a los centros del sistema. En consecuencia, una transición desde un contenedor demócrata- autoritario a un contenedor tecno-autoritario no es más que un gradiente con el cual esta modificado el estatus del sistema en sentido más conservativo. EL capitalismo, tanto amante de la ciencia a toda costa, se ha creado su hermosa disciplina científica, es decir aquella económica, con la cual se inciensa continuamente y se dota una gloria inmediata, así como postula su dogmatismo que hoy justifica cómo «verdadera» cualquier afirmación que provenga de la sagrada boca de los modernos vates, o sea los así llamados científicos. Si bien, si tuviéramos la paciencia para entrar en el estudio de la economía podríamos ver cómo aquella responda, perfectamente, a la imagen de la sociedad que el capital, de hecho, desea forjar para obtener más beneficios, ganancias y control social. Sin embargo, no es el capitalismo a estar en crisis Pueden estar en crisis algunas de sus áreas territoriales, ya que emergen nuevas a los ojos de la presente historia. El capitalismo ha sobrevivió a epidemias más destructivas, a dos guerras mundiales, a varias revoluciones comunistas reconvertidas en capitalismo de estado. Está en crisis su contenedor estratégico actual, pero no lo matará el virus. La explotación es llevada a cabo por personas reales y estas están ya está en movimiento para reinventarse o conservar un rol al vértice de la pirámide.

No afidemos a los patrones y a los politicantes nuestra vida. Si quisiéramos recorrer cronológicamente las declaraciones de los ministros, las salidas propagandistas y los decretos ley del consejo de ministros, no podemos no evidenciar la contradicción y la aproximación. Y cuando el enemigo está confundido, debe ser atacado. Visto que el estado tiene la memoria larga, demostremos, también nosotrxs explotadxs, de tenerla bien firme y funcional.

Atención, sin embargo, en el afirmar que el enemigo está confundido, no queremos decir que es débil, más bien ha evidenciado, claramente, contradicciones específicas en todo aquello lo que se mueve a su alrededor. Ha mostrado su lado, justo en el momento en el cual nos ha llamado a ayudarlo para defender «nuestra economía», «nuestras empresas». Como un feudatario medieval, como un barón post-unitario, como un cualquier patrón el Estado quisiera compartir las pérdidas y, en perspectiva, apoderarse de las ganancias; lo confía al trabajo voluntario, mal pagado y oculta las huelgas. Las personas piden inútilmente ayuda a los servicios sanitarios que, si contactados, responden a veces de «quedarse en casa» ya que no hay los dispositivos adecuados para proporcionar socorro. Mientras patrones y gobernantes espectacularizan su enfermedad, la dan publicidad, la convierten en un hecho compartido, los ricos están bien cuidados y tienen más probabilidades de sobrevivir, los pobres mueren y van a terminar, a menudo, en fosas comunes. Para mitigar las posibles consecuencias de una revuelta social ante la falta de bienes de primera necesidad, al aumento de los precios, a la pérdida de salarios, el Estado delega a asociaciones voluntarias la representación del propio lado humano. Al mismo tiempo, como dicho anteriormente, continúa a desempeñar su trabajo de torturador.

Quien hace llamadas a la unidad y a la condivisión es quien nos mata cada día.

El vertedero de la información local, nacional y global.

Estamos acostumbrados a lo falso y hace tiempo que aprendimos a no temerlo. La vehiculación de lo falso ha marcado la historia de esta tierra que hoy exige en voz alta de hacerse llamar «patria». Se trata de una praxis institucional fortalecida y perfeccionada en el tiempo: con las masacres del estado, con el asesinato premeditado de lxs revolucionarixs en la calle o durante una detención, en el ecocidio cotidiano de los lugares que habitamos. Bien, con respecto a todo esto, la versión oficial de los hechos, por parte de la información «confiable», ¿cuál ha sido hasta ahora?. Con el tiempo, hacer realidad la «narración» con gran complacencia de muchos activistas de los medios.

Entre ellos, de hecho, hay quienes ven en la actual dimensión, la oportunidad para mover la así llamada «narración» de las ganancias de los patrones sobre los valores humanos. Nos parece un tanto ingenuo ver en los decretos ley el cambio de los principios capitalistas en un sentido aceptable, sin embargo hay quien intenta montar la onda del coronavirus, al igual que quien gobierna la economía y los estados, para volver a decir la suya en el habitual proceso democrático: diréis que facebook, skype marcan el nuevo terreno de batalla de las luchas de aquellos los cuales ya llevaron adelante un contenido exclusivamente simbólico. Tales partes políticas que han marcado la línea de intervención del nuevo capitalismo, ahora lo sostienen en la fase de reinicio de la máquina. Al mismo tiempo se confía al entretenimiento colectivo. No es importante aquello que es justo o confundido, y mucho menos quién lo decide, lo importante es decir algo, confesar un estado de ánimo, una sensación, una inquietud, hacerlo trazable, clasificable, englobarlo en la dramaturgia del poder.

Todo se juega sobre la cantidad de información que consienten predecir el progreso de las expectativas.

El gobierno está ansioso por proporcionar información, noticias útiles, comportamientos responsables. Los decretos primero se alimentan de la información y luego son ratificados como algo ya esperado, ya digerido. Sin embargo, la narrativa cotidiana de las cuarentenas, el diario de bordo de las propias vidas, espectacularizan y endulzan la crudeza de los eventos, escondiéndolos o marginalizándolos. Por un lado, la situación es grave, a causa de los que salen de casa, no por quien ha especulado y continúa especulando sobre nuestras vidas; por el otro lado, ira todo bien, lo lograremos, somos un gran país. En el primer caso se es empujado a identificarse con un comportamiento conformista, temeroso y aplanado sobre las leyes y el asistencialismo; en el segundo, se solicita un gesto de orgullo, de coraje, de optimismo. Aun comenzando desde puntos de vista contrarios, nos encontramos delante del mismo mecanismo de sugestión y llegamos a la misma conclusión: lo importante es obedecer sin protestar!

La reproducción del mecanismo capitalista de propaganda se connota a la dimensión cotidiana así como sentencian las marcas corporativas de publicidad: «¡sé inconformista en tus elecciones!»; «unifórmate a los otros para no estar aislado! » ¡Lo importante es comprar!. Pero quien vende, ya ha comprado los eslóganes «sostenibles» y apoyados «desde abajo». En resumen, las palabras de orden y los eslóganes que antes eran posibles leer sobre los muros de algún centro social Okupado, hoy los encontramos en boca de los economistas más populares! El empobrecimiento de las propuestas, de las ideas reconocidas en los últimos años en el área reformista y antagonista ha pasado de la ideología del hacer a aquella del deber ser olvidando definitivamente el actuar. Un buen progreso, no hay nada más que decir. Este capitalismo de abajo, compartido, será un capitalismo que identificará los procedimientos a seguir en cada momento de nuestra vida, que regulará nuestros sentimientos y no dejará nada al azar y a la espontaneidad pero al mismo tiempo nos dirá que somos libres. Este concepto de capitalismo autogestionado, probablemente nace también porque muchas prácticas, como la autogestión, en el curso del tiempo han dejado de ser conflictivas y se han quedado en una mera herramienta de supervivencia, por esto ahora es fácil recuperar al capital, a la economía algunos conceptos.

 

Contra el estado, sin excepciones.   

En este período resulta tristemente interesante observar los lenguajes y formas de comunicar los mensajes. En realidad de encontrar una aparente coherencia es difícil, en efecto basta compara las diferentes declaraciones de cada singular experto o político, para darse cuenta de que son, a distancia de pocos días, completamente contradictorias.

¿Cómo funciona el aparato estratégico del enemigo cuando percibe condiciones peligrosas y declara un estado de emergencia? ¿Demuestra eficacia, rapidez en las intervenciones? En la premisa que el estado de emergencia es casi permanente en la representación del poder y que los momentos de excepcionalidad y de crisis son constantemente mantenidos en auge, aquello a lo que asistimos hoy tiene un profundo aspecto de indeterminación y de imprevisibilidad y en todo esto es perceptible fuertemente una grande dificultad por parte de los gobiernos. Una disnea más que obvia. En el momento, el primer ministro Conte, expresión del único organismo estatal activo, el Consejo de Ministros, viene empujado frente a las cámaras para hacer declaraciones y leer decretos. La mayor parte de las veces se trata de resoluciones que ya han salido a la luz a través de diversos medios de información, ya masticadas de la información y de quién da crédito, en modo de obtener un efecto de impacto mínimo.

Hagamos algunos ejemplos: la confusión sobre los protocolos sanitarios, la contradictoriedad de las resoluciones a nivel territorial, las concesiones y prohibiciones intercambiables de día en día.

Otro aspecto oscuro, el uso del ejército. La presencia de los militares en lugares considerados sensibles por el Estado es ya desde hace tiempo costumbre y verlos trabajar junto a la policía o carabinieri en las estaciones o otras áreas de las ciudades no es un hecho inusual. Entre otras cosas la historia reciente nos lleva a la memoria momentos en los cuales esto ha sucedido en algunos territorios considerados fuera del control estatal directo. Nos referimos a las operaciones «Vespri Sicilianos», «Riace» y «Fuerza Paris» desarrollados respectivamente en Sicilia, Calabria y Cerdeña entre finales de los años ’80 y principios de los ’90. A cuentas hechas, la ocupación militar de estas tierras llevo exclusivamente a un aumento del control cuantitativo del territorio, ya que las fuerzas empleadas añadidas a las que ya estaban presentes no obtuvieron una real mutación de las dinámicas ilegales. Si el estado ha logrado resultados en estos territorios, esto se ha verificado sobre todo gracias al (fenómeno) arrepentimiento, no a una acción investigativa o a un control capilar de ciudades, pueblos y montañas. El estado, sin embargo, pudo demostrar, a través de los criterios de la ciencia evaluativa al cual el capitalismo hace referencia que, su compromiso se multiplicó.

Como ya se ha mencionado, también en esta ocasión, la única solución formulada por los gobernantes es la recopilación de datos: un cierto número de denuncias, de arrestos, de controles, de policías dislocados en las regiones; esto oculta, en parte, la solicitud de ventiladores, de asistencia sanitaria y de estructuras de acogida para lxs enfermxs.

Pero si se dispone de grandes números para el control, ¿por qué se pide el auxilio de lxs voluntarixs para el socorro mínimo?

¿Cuántos policías, soldados y carceleros que efectúan controles o golpean a lxs detenidxs están contagiados? ¿Cuántos de estos héroes están difundiendo el virus? ¿Cuánto cuesta la indemnidad de misión de los militares empleados? ¿A quién viene confiado el mando de las instalaciones hospitalarias de emergencia? ¿A esos mismos ángeles que junto con los políticos locales han reformulado las estructuras sanitarias en el territorio hasta hace poco, reduciendo la calidad y dislocando sus estructuras?

La respuesta siempre está relacionada con la dimensión protocolar: se crean, entonces, grupos de trabajo que delegan a la tecnología otras adquisiciones de datos.

Se propaganda el seguimiento de los movimientos de frente a la solicitud de dispositivos médicos para intervenir, brindar asistencia a quienes deberían ir al hospital Pero es evidente que este es otro movimiento más para demostrar que se ha hecho todo lo posible.

No creemos que sea justo detenernos en la puerta de la actual hondada represiva, ni exaltar, más allá, detalles y minucias de las tecnologías militares en uso; y mucho menos destacar restricciones, limitaciones y deshumanidad de los decretos del gobierno. Ciertamente no tenemos la intención de pasar por ingenuos o superficiales, es más, consideramos oportuno y sensato documentarse y actualizarse sobre el funcionamiento de la máquina enemiga; sin embargo ninguna transformación o actualización del orden democrático nos hace lamentar aquello que eso deja a las espaldas.

Nosotrxs queremos destruir la sociedad, no mejorarla

Los gobiernos, como se ha anticipado, están en confusión. Confían en la tecnociencia que prueba a luchar frente a las mutaciones del virus. Confían en los cálculos logarítmicos de las previsiones de mercado y de investigación económica. En pocas palabras, demandan a la continua reformulación de los parámetros científicos, la inconsistencia de su acción.

El método científico contempla el error, dice que se puede equivocar, es más, de un error se puede deducir observaciones que serán útiles para otras investigaciones, entonces, haciendo así, aquí está la perfecta herramienta de lectura de lo real. Los partidarios de la tecnociencia

Afirman que nunca se deja de profundizar e investigar, y sostienen que no es cierto que lo que no puede medirse por el método científico viene simplemente ignorado, ellos afirman que nada viene ignorado, cada cosa viene investigada. ¿Por lo tanto investigando todo la ciencia tiene la capacidad de responder, antes o después, a todas las preguntas?

Si es así, entonces es en potencia, omnisciente, propio como dios. Entonces quien sostiene que hoy la religión ha sido reemplazada por el dogma científico tiene perfectamente razón. ¿La ciencia no es interpretación del mundo? ¿No tiene su propio proyecto? La pregunta parece retórica a la luz de estas breves consideraciones, y estas son las características propias de cada ideología, por eso parece correcto, extremadamente correcto, hablar de ideología de la ciencia. Como anarquistas nosotrxs creemos que es posible indicar, o peor aún, creer, que existan reales herramientas de conocimiento de la realidad, cualquiera medio similar se configura como ideología, ideología es la ciencia, ideología puede ser también una forma de «credo político», ideología también puede ser el mismo anarquismo. Creemos que no existan algunas verdades y certezas, quienes las buscan produce en nosotrxs muchas dudas y, sobre todo, una fuerte sensación de repulsión.

Sin embargo, sabemos bien, que el aparato tecnocientífico y militar se está moviendo detrás de algunos pioneros que aún encarnan la cara primordial del capitalismo: los patrones. Ellos son desde siempre el verdadero motor de la explotación. Ciencias económicas, teorías de mercado, pronósticos de inversión constituye el fantasma detrás del cual correr para perder de vista la efectiva realidad de las cosas.

Son los patrones, en carne y hueso, los arquitectos de las presentes y de las futuras formas de opresión. A ellos científicos y policías se meten a seguirlos.

En efecto, en la situación actual, quien no parece tener las ideas confusas es precisamente el patrón, el emprendedor que, cubriéndose con su manta de filantropía, reconvierte sus empresas, produce lo que el mercado demanda y aumenta sus ganancias. En realidad un gran número de fábricas nunca ha dejado de producir y muchas están presionando para reabrir lo más pronto posible. En ambos casos, procedimientos de seguridad ficticios justifican el hecho de que la vida de los trabajadores venga puesta en peligro. Las grandes corporaciones farmacéuticas de hoy buscan competir entre sí, en la carrera a las vacunas, algunas de ellas ya han comenzado la experimentación humana y mientras todo el mundo mira con la respiración contenida y busca frenéticamente noticias sobre los avances científicos que conducirán a la salvación de la humanidad, las corporaciones farmacéuticas dirigen su mirada hacia las ganancias.                                                                                                                                 Mientras tanto, las empresas que trabajan desde siempre en la trazabilidad de los movimientos se dan de hacer para diseñar las nuevas aplicaciones que permitirán clasificar la humanidad en varias porciones: enfermos, sanos, inmunizados. ¿Una aplicación, por lo tanto, podría permitir la gestión de la circulación humana y todo esto por qué motivo?

Mientras tanto, los precios de los géneros de primera necesidad están aumentando y probablemente aumenten aún más.

La verdad se muestra bien clara, para aquellos que quieren leerla, hoy sobre todo en previsión de la fase dos, hay quienes ya se han preparado.

Además, sobre este desastre, que está costando una gran cantidad de vidas humanas, ya se ha pensado en reconstruir, reconstruir manteniendo firmes las mismas reglas: pocos deben poder especular sin ninguna restricción sobre el propio abuso, muchos deben sucumbir en condiciones de esclavitud. La herramienta de opresión que será utilizada está en construcción. Universidades, gobiernos, psicólogos ya están calibrando y midiendo los efectos bajo el peso de la derrota que les ha infligido el virus,

Rehaciéndose a modalidades operativas que ya están en curso. No hay, por lo tanto, alguna revolución tecnológica inminente, solo un fortalecimiento de aquello que ya existe y que, deberemos considerar con más atención en las facetas presentes, en lugar de con las que vendrán.

En el mundo des-realizado de la producción tecnológica, la mediación entre el individuo y la democracia, entre las sacas, aparentemente no pacificadas y la sociedad siempre está lista para llamar a la puerta, tal vez, esta ya dentro de nuestras dimensiones de lucha cuanto estamos tratando de escaparlas.

Bueno, liberémonos de los sedimentos y de las incrustaciones que querrían hacernos asumir comportamientos ejemplares y poner en esas prácticas virtuosas para insertar plenamente en la democracia en afano. Nosotrxs queremos destruir esta sociedad, no mejorarla. No sentimos, por lo tanto, redimensionada nuestra fuerza propulsora y destructiva en este actual temporal. De hecho, nos sentimos estimuladxs y curiosxs de descubrir nuevas formas de supervivencia al margen de la sociedad «enferma»; nunca hemos esperado momentos fáciles y somos conscientes de que los caminos a seguir están consteladas de luces y sombras, de mentiras de decir a las autoridades y verdades calladas, de ilegalismo y ataques impredecibles al enemigo. Así como están consteladas de largos silencios, espera, derrotas. Nuestra lucha no coincide con las luchas de quién ayuda al estado en su campaña de propaganda, sino que tiene bien presente cuál es el campo de acción en el cual encender la batalla.

 

Anarquistas de Cosenza

20/04/2020

Campaña presión propietarios/inmobiliarias. Llamadas, correos electrónicos, faxes…

Señalemos a los propietarios. Reconozcamos al enemigo.

Campaña de envío de correos electrónicos, presión telefónica y por redes sociales a propietarios y/o inmobiliarias en apoyo a la huelga de alquileres.

Existen muchas maneras de presionar, apoyar y difundir la huelga. Esto es una lucha contra la especulación capitalista en forma de pulso directo contra los propietarios, los grupos inmobiliarios, los bancos y los fondos de inversión, que llevan años especulando y obteniendo ganancias millonarias a costa de comerciar con algo tan básico como la vivienda.

Después de años de desalojos, desahucios, presión para pagar el alquiler, impagos, agobios, persecución a la okupación y de infinidad de luchas y resistencias como consecuencia, la enésima vuelta de tuerca del sistema a la explotación bajo la excusa de la crisis del coronavirus ha obtenido respuesta por fin en forma de huelga de pagos de alquileres y vivienda. Cientos de colectivos, grupos e inquilinos están dando soporte a esta huelga desarrollada internacionalmente e impulsada también en el estado español.

Por todo ello y para mostrar nuestra solidaridad y apoyo, hacemos un llamamiento a publicar y difundir los números de teléfono y cuentas de correo electrónico y redes sociales de aquellos propietarios particulares o bancos e inmobiliarias, etc con los que estemos manteniendo la huelga y que además están presionando a las inquilinas y las personas avalistas de los contratos firmados. Como respuesta:

Animamos a publicar y hacer público a todos los inquilinos en huelga y sus redes de apoyo:

-Nombre del propietario y/o inmobiliaria
-Cuentas en redes sociales
-Correos electrónicos
-Direcciones físicas de sedes y oficinas

Animamos a trasmitir por redes sociales, correo o por teléfono las siguientes exigencias:

Suspensión de los alquileres desde la entrada en vigor del estado de alarma y de manera indefinida de las viviendas habituales y de los locales de todas aquellas personas que hayan visto afectada su situación a raíz de la pandemia.

Cese inmediato de todo tipo de alzamiento, desalojo y desahucio. Ya sean espacios alquilados u okupados.

Suspensión del pago de los suministros.

Cese inmediato de cualquier actividad que presione a los inquilinos o a sus redes de apoyo parte de las inmobiliarias y de la propiedad.

Esta es una, hay otras muchas fórmulas de solidarizarnos con la huelga. Apostamos por la acción directa, que no es otra cosa que la presión y la lucha de los propios implicados en sus propios luchas sin delegar en terceros, al margen de los cauces legales. La acción directa se reproduce y encuentra eco en la solidaridad entre huelguistas y redes de apoyo y todo aquel que quiera solidarizarse con la huelga. La acción directa puede realizarse de muchas y variadas formas. Esta es solo una sugerencia.

Esta huelga es un pulso donde la solidaridad es nuestra mejor defensa contra los propietarios y sus presiones y amenazas. Esta huelga es una manera de agudizar el conflicto contra la ciudad de los ricos, la ciudad de la gentrificación, la especulación, la represión y el control social. Esta huelga pone en cuestión la propiedad privada misma a partir de una lucha concreta: son muchos y muchas huelguistas quienes se están empezando a cuestionar la estafa del trabajo asalariado, la propiedad y la rueda de producción y consumo al que el Estado y el capitalismo nos someten.

¡Solidaridad con la huelga de alquileres!

Los propietarios, las inmobiliarias, solo entienden un lenguaje: boicot huelga y sabotaje

¡Solidaridad y acción directa!

+Información:

Twitter: @HuelgaViviendaM
Facebook: Huelga Vivienda Madrid
Instagram: @HuelgaViviendaM
Correo: HuelgaViviendaMadrid@riseup.ne

 

 

 

Una pandemia llamada autoridad (Libro)

Este compilado nace de la necesidad de aunar puntos de vista de
distintxs compañerxs y algunos textos que consideramos pertinentes para
profundizar la crítica al fenómeno social de la pandemia del
coronavirus, ademas de apuntar a la práctica, en una sociedad de control
cada vez más violenta y una crisis que manifiesta nuevamente el fracaso
de la sociedad capitalista. El propósito es conformar perspectivas
anárquicas / antiautotitarias en una realidad donde la información es
aislada, superficial y tecnocrata, y que es resguardada para
instituciones, donde los discursos fluctúan entre la socialdemocracia y
posturas ecofascistas, racistas y patriarcales; otorgándole más poder a
los aparatos represivos, generando discursos fragmentarios que se
pierden entre tanta letra, entre la condición evasiva del mundo virtual,
donde se desconectan las practicas y análisis de las resistencias contra
el nuevo modelo de control social.

Por otro lado la información está al alcance de la mano, donde sólo se
decidió compilarla para proponer un mapeo general de los acontecimiento
y análisis desde distintos enfoques y experiencias acerca del virus, y
plantear perspectivas que señalen a la autoridad como principal
responsable de la miseria social, de la devastación de los ecosistemas,
sea capitalista o estatal. Ademas de la necesidad del auto cuidado y la
conformación de lazos en un contexto cada vez más difícil para cualquier
forma de vida. No se trata de ser especialistas ni tecnocratas; se trata
, más bien, de conformar maneras de resguardo, enfrentamiento y
estrategias de acción, de generar preguntas y profundizaciones sobre una
realidad que tiene muchas aristas, pero que no difumina el carácter
explotador de la civilización del capitalismo, como tecnomundo, como
control social y mental.

Los textos provienen de diversos orígenes, como webs anarquistas, foros,
periódicos. Varios de ellos se producen en el desarrollo mismo de los
acontecimientos; otros se centran en las posibles consecuencias y causas
del fenómeno, y distintos tipos de enfoques en su dimensión devastadora,
tanto practica como social, ademas de guías de autocuidado hecho por
compañerxs. Es evidente que puede sobrar o faltar material, y hay vasta
información y puntos de vista que se pueden seguir adheriendo. Pero lo
importante es sugerir un, seguro incompleto, mapeo actual sobre los
últimos acontecimientos acerca de la pandemia tanto en su análisis como
la multiformidad de enfoques que se están llevando a cabo, que sirva
como material de apoyo agitativo, para reflexionar y decidirse a
conformar formas de vida horizontales y de respeto con la naturaleza,
comprender que estamos en una situación donde el apoyo mutuo es capaz de
vencer la paranoia, donde el autocuidado y autonomías son fundamentales
para seguir adelante entre compas y cercanxs, en que no estamxs solxs ni
lo estaremos nunca en la lucha contra toda forma de control, para la
necesidad de pasar a la acción contra el sistema de dominación, aprender
críticamente acerca de lo que está sucediendo, y no menos importante:
afilar la lucha permanente contra toda miseria autoritaria.

El libro está dividida por temáticas que en muchos casos se pueden
confundir, pero es para darle una estructura pensando en lxs lectorxs ,
y que sea más ágil en la búsqueda. Los textos de análisis engloban gran
parte de la extensión debido a que es lo que más encontramos, y también
para visualizar las diferentes posturas que se han ido desarrollando a
medida que evoluciona la crisis y los estados de excepción.

Por ultimo, el libro no tiene como propósito erigir una verdad acerca de
la significación de todas las variantes del conflicto, tampoco existen
respuestas claras que se interpreten de la misma manera. Su objetivo,
más bien, es plantear, evidenciar y reflexionar acerca de algunas
posturas desde una iniciativa individual con apañe colectivx, y abrir
preguntas con fines prácticos y contrainformativos para el
enfrentamiento contra la autoridad y otros virus en la crisis permanente
del capital, y por sobre todo, por la expansión de la anarquía.

Abajo los muros de las cárceles!
Solidaridad y apoyo mutuo contra paranoias y pandemias!
Contra la miseria la rebelión!
Viva la anarquía!

Algunxs anarquistas

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Para descargar pinchar aquí.

https://lapandemiaeslautoridad.noblogs.org/

* Cualquier aporte para nuevos números, crítica o comentario, al mail:
lapandemiaeslautoridad@riseup.net

No somos héroes. Somos explotados. Somo explotadas.

Recopilación de paros, huelgas y conflictos varios en los centros de
trabajo bajo estado de alarma.

Por la extensión del conflicto. Por la solidaridad y la acción directa.

El trabajo no ha parado a pesar de la pandemia del coronavirus. Desde el
comienzo del confinamiento los trabajadores y trabajadoras de todo el
mundo hemos sido y seguimos siendo golpeados duramente por las
decisiones que empresas y gobiernos toman sobre nuestras vidas. Sea
porque tenemos que acudir a nuestros puestos de trabajo por ser
considerados esenciales, sea porque trabajos que no lo son mantengan su
actividad, sea porque hayamos sido despedidos y despedidas o porque un
ERTE sea la solución de muchas empresas, sea como sea, somos quienes
sufrimos una de las tantas consecuencias agravadas por la pandemia: la
dominación del trabajo asalariado. Dominación que ya sufríamos antes de
la aparición del coronavirus por la mayor pandemia, el capitalismo.

Seguimos produciendo bajo unas condiciones míseras de seguridad, con
mascarillas que no protegen apenas, si es que las dan y no las tiene que
llevar el trabajador, sin guardar la distancia de seguridad recomendada,
mientras seguimos sufriendo accidentes o muertes en el trabajo. Nos
jugamos la salud y la vida. Pero ante esta situación cientos de
trabajadores tanto en el Estado español como en otros países del mundo
se han levantado contra los explotadores en momentos puntuales de la
pandemia. Aquí se recogen algunos casos en los que los trabajadores y
trabajadoras han exigido mejoras en sus puestos de trabajo, han parado
la producción en sus empresas o declaran jornadas de huelga para
enfrentar la miseria a la que nos condena el Estado y el capital.

En España, trabajadores de diferentes empresas se han rebelado mediante
plantes o huelgas ante la falta de medidas de seguridad tomadas frente
al coronavirus:

Desde comienzos del Estado de alarma…

Valladolid, 16 de marzo. En Iveco los y las trabajadoras de esta
fábrica, donde se producen vehículos, paran de trabajar para exigir el
cierre de la misma por la falta de medidas de seguridad frente al
coronavirus y en vista de que otras fábricas de la misma empresa han
cerrado.

Vitoria, 16 de marzo. Trabajadores y trabajadoras de la fábrica de
Mercedes paran la producción mediante una concentración frente a la
cadena de montaje exigiendo su paralización total y no parcial ante el
coronavirus.

Rubí-Barcelona, 17 de marzo. Unos 600 trabajadores y trabajadoras de la
fábrica Continental, dedicada a la automoción, paran la producción
concentrándose en la puerta y negándose a trabajar ante la falta de gel
hidroalcohólico y mascarillas.

Ciudad Real, 17 de marzo. En la fábrica de Vestas, que produce aspas
para molinos eólicos, unos 800 trabajadores protestan improvisadamente
plantándose y parando la producción ante las insuficientes medidas de
seguridad sanitaria tomadas por la empresa.

Illescas-Toledo, 17 de marzo. Una gran parte de trabajadores y
trabajadoras de Airbus no acude a la fábrica a trabajar por falta de
medidas preventivas ante el coronavirus.

Zaragoza, 17 de marzo. Los operarios de Balay en Montañana paran la
producción, ante las amenazas de la empresa, por la falta de gel
desinfectante y mascarillas.

Jerez, 17 de marzo. Trabajadores y trabajadoras de Correos denuncian que
trabajan sin medidas de seguridad para protegerse del coronavirus.

Vigo, 18 de marzo. Los trabajadores y trabajadoras de una oficina de
Unísono, dedicada a call centers, abandonan su puesto de trabajo por la
falta de medidas de seguridad frente al coronavirus. La empresa amenaza
con sancionar a quien no acuda a trabajar.

Asturias, 18 de marzo. Trabajadores del astillero de Armón se plantan
por la falta de medidas de seguridad ante el covid-19. En numerosas
empresas aumentan las denuncias de trabajadoras y trabajadores por el
mismo problema en la región.

A Coruña, 22 de marzo. Empleados y empleadas de Zara exigen mascarillas,
guantes y gel desinfectante.

Barcelona, 23 de marzo. Repartidores y repartidoras de Glovo denuncian
trabajar sin protecciones frente al coronavirus.

Madrid, 25 de marzo. Convocan huelga indefinida a partir del 30 de marzo
en Airbus por no considerar suficientes la medidas de seguridad
adoptadas por la empresa. Son 120 las personas contagiadas en esta
planta de Getafe, 101 las que están de baja por presentar síntomas y 430
las que están en cuarentena sin síntomas.

Álava, 26 de marzo. Convocan huelga indefinida en Aernova
Aeroestructuras por la falta de medidas de seguridad frente al
coronavirus.

Algeciras-Cádiz, 1 de abril. Cerca de 1.800 trabajadores y trabajadoras
del puerto de Algeciras no acuden a su puesto de trabajo durante varias
horas ante la negativa de las empresas estibadoras de pagar pluses.

Madrid, 14 de abril. Convocan una segunda huelga en Airbus por la
reapertura de las plantas de Getafe, Madrid capital, Illescas y
Albacete, continuando con la falta de medidas de seguridad para los
trabajadores.

Madrid, 16 de abril. Los “riders” de la empresa Globo protestan por la
reducción de recogida de 2,5 a 1,2 euros por recogida. Una manifestación
con decenas de motos y bicicletas recorre algunas calles de la ciudad en
pleno estado de alarma. Trabajadores y trabajadoras de esta y otras
empresas de reparto convocan una huelga internacional para el día 22 de
abril.

Zaragoza, 14 de abril. Una decena de trabajadores de Telepizza son
sancionados con 20 días de empleo y sueldo por negarse a trabajar sin
equipos de protección individual referentes al coronavirus. Como
respuesta se convoca huelga para el día 18 de abril.

En otras partes del mundo los trabajadores y trabajadoras le plantan
cara a esta situación usando una de las herramientas de los explotados:
la huelga.

Italia, 23 de marzo. Obreros y obreras de diferentes regiones de Italia,
como Lombardía o Lazio, convocan huelga ante la falta de medidas de
seguridad frente al coronavirus.

Zimbabue, 25 de marzo. Trabajadores y trabajadoras médicos anuncian una
huelga para denunciar la falta de medios de protección para tratar el
coronavirus. Las enfermeras dejan de trabajar hasta que se cumplan sus
demandas.

Camboya, 25 de marzo. Cerca de 1000 trabajadores y trabajadoras del
sector textil, hacen huelga y protestan a las puertas de la fábrica de
Canteran Apparel por el impago de su salario.

Staten Island, EEUU, 30 de marzo. En Amazon convocan huelga para exigir
el cierre de la planta y su desinfección, también para que los
trabajadores cobren.

Malaui, 16 de abril. Huelga de los trabajadores sanitarios del hospital
Central Reina Isabel para exigir al gobierno la contratación de más
sanitarios, la revisión de su salario y denunciar la falta de recursos
frente al coronavirus.

Ecuador, 17 de abril. Decenas de trabajadores y trabajadoras de Glovo se
concentran a las puertas de la oficina de la empresa con sus motos
exigiendo medidas de protección contra el coronavirus y denunciar que no
se estén respetando las tarifas acordadas hacía unos meses.

Estados Unidos, 21 de abril. Trabajadores y trabajadoras de 71 almacenes
de Amazon van a la huelga durante los próximos días a causa de la mala
gestión del coronavirus por parte de la empresa.

Argentina, 22 de abril. Más de cien trabajadores y trabajadoras de la
empresa frigorífica Penta cortan el puente Pueyrredón para exigir la
re-admisión de 240 empleados despedidos y el pago de los salarios de
hace un mes.

Argentina, Perú, Guatemala, España, Costa Rica, 22 de abril. Riders de
diferentes empresas como Glovo o Uber, llaman a huelga internacional
para denunciar la explotación laboral a la que están sometidos.

¡Por el conflicto de los y las explotadas contra los explotadores en
todo el mundo!

 

recopilatorio huelgas

Que decían los partisanos y las partisanas…

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Recordar el pasado puede dar lugar a peligrosas percepciones, y la sociedad establecida parece temer el contenido subversivo de la memoria.
Herbert Marcuse

Si por casualidad, cerca de la fábrica donde trabajas, cae una bomba tal como para sacudir toda la construcción, aprovecha inmediatamente para romper las máquinas. ¡Estas máquinas son tan sensibles!

Los trabajadores tienen al menos las mismas posibilidades de reducir la producción. La lentitud es el ingrediente número uno.

No hay una sola máquina que no tenga algún defecto de construcción inherente.

No hay un campo donde el esfuerzo de guerra alemán pueda ser saboteado mejor que el ferrocarril.

Uno de los mejores medios para detener el esfuerzo bélico alemán es aplicar los reglamentos al pie de la letra, especialmente cuando se forman trenes de mercancías. El reglamento ordena notoriamente a los conductores de trenes que no se arriesguen en ningún caso… que no corran, resumiendo. Así que, sigue, con calma, compañero, sigue.

El transporte se ha convertido en algo tan importante en la guerra moderna que nunca es suficienteo lo que hagamos para obstruir la circulación normal de los coches alemanes.

En primer lugar, el camino. Dañar un camino está casi al alcance de todos. Nada más fácil que hacer agujeros en la carretera.

En los caminos rurales será muy efectivo desviar los arroyos con un ligero trabajo de excavación: la primera gran lluvia frenará la superficie del camino.

Los dos puntos más sensibles al sabotaje de un vehículo son el carburador y el encendido.

Debemos hacer un esfuerzo para sabotear todas las industrias que trabajan con el enemigo.

Extracto de:

Cosa dicevano i partigiani e le partigiane…

La promesa del fuego

La pequeña ciudad de 9000 habitantes de Vauclin, situada en las Indias Occidentales en la costa atlántica de Martinica, ha tenido durante el último mes algunas peculiaridades que sería una pena ignorar. Por ejemplo, cuando uno toma su propio nombre del de un colonizador – el Conde de Vauquelin, que desembarcó en 1720 para hacer su fortuna en las plantaciones de caña de azúcar y tabaco explotadas con la sangre y el sudor de los esclavos – uno debe recordar lo que significa el Progreso.

Con la pandemia de covid 19, las colonias francesas recibieron un tratamiento especial, ya que casi todas ellas fueron sometidas a un toque de queda permanente, y las tropas militares de la Operación Resistencia fueron rápidamente enviadas a la zona, para evitar allí, como en otros lugares, posibles saqueos y proteger las infraestructuras críticas. Martinica no se ha librado de ello, con la obligación de permanecer en su casa entre las 20h y las 5h desde el 1º de abril, y la llegada el 19 de abril del portahelicópteros anfibio Dixmude de Toulon, cargado en particular con un helicóptero de la gendarmería y otros dos Pumas del ejército. De la misma manera que los policías y los pandores son importantes vectores de contaminación del covid-19 entre la población, especialmente entre aquellos que son resistentes a la contención, los militares no son superados, como lo demuestran los más de mil marineros a bordo del portaaviones Charles de Gaulle que dieron positivo. Los asesinos con el uniforme de Dixmude que probaron los encantos del Yemen durante la operación antipiratería en el Océano Índico o los de Malí durante la intervención francesa Serval, podrán sin duda alguna admirar desde lejos la cumbre del Monte Vauclin, que culmina a poco más de 500 metros.

Tanto peor para ellos, porque un poco más abajo, en Morne Carrière, podrían haber visto cuatro pilones de 55 metros de altura de color blanco brillante, que han sido el orgullo de las autoridades locales desde 2004, ya que fue el primer “parque eólico” establecido en Martinica (desde 2019, el segundo está en Grand-Rivière). Monstruos de acero propiedad del grupo petroquímico Total (Quadran), que concentran tierras raras y metales arrancados de las profundidades de la tierra con la sangre de los esclavos modernos, pero que también pueden ofrecer un espectáculo notable cuando se toman la molestia, como ocurrió el lunes 20 de abril.

La turbina de uno de estos cuatro aerogeneradores, que había estado tirada en el suelo durante varias semanas (o no dependiendo de la fuente), se quemó suave y silenciosamente en pleno confinamiento, y finalmente explotó después de comer. Bueno, ¿no habría sido capaz de soportar la vista de los militares varados hasta el punto de dejar de suministrarles energía? Eso sería comprensible. ¿Sería más bien uno de esos pequeños milagros de la autocombustión tan espontánea como inexplicable el que se añadiría a la lista de suicidios asistidos por turbinas eólicas industriales como sucede habitualmente en la Francia metropolitana? Tal vez. ¿Sería incluso un fenómeno de lucidez sin precedentes entre las perturbaciones tecnológicas, puesto que ya se había iniciado un incendio el 19 de marzo en esta pequeña ciudad de Vauclin, esta vez contra un local técnico en Orange, privando a 2000 personas y empresas de Internet y teléfono? Y por qué no.

Los “journaflics” [de journal periodico + flic policia] locales se interesan por las leyes de la gravedad aunque la temporada de ciclones aún no haya comenzado (“Una turbina de viento cae y arde”) o se alarmen sobre todo por las malas hierbas (“Una turbina de viento en llamas provoca un incendio de matorrales”), Habría que ser un poco soñador para notar que las llamas, habiendo tocado dos veces los pilares de este mundo con un mes de diferencia, bailaron cerca de estas mismas laderas donde los últimos indios del Caribe se habían refugiado del exterminio de los colonos franceses bendecidos por los sacerdotes.

Tenga la seguridad de que no hay misticismo aquí, sólo un fino hilo. La leyenda cuenta que sus últimos combatientes al otro lado de la isla se suicidaron en lugar de rendirse, arrojándose por un acantilado que ahora se conoce como la Tumba del Caribe. Uno de ellos habría lanzado entonces esta maldición: “La Montaña de Fuego me vengará”. Los más supersticiosos seguramente lo verán como una premonición de la erupción del volcán del Monte Pelee que asoló la entonces capital de Martinica doscientos cincuenta años después. Por nuestra parte, que somos más realistas, lo vemos sobre todo como una promesa que sigue siendo válida hoy en día: el fuego como la más bella venganza ante la invasión tecnológica que trae consigo la domesticación, el despojo y la devastación. Y no será este molino de viento ennegrecido por las llamas de Vauclin el que nos desmienta.

 

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