- 14 de abril: El ángel exterminador
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Pueblos del mundo,¡un esfuerzo más!
El mundo cambia de base
El shock del coronavirus no ha hecho más que ejecutar el juicio que
pronuncia contra sí misma una economía totalitaria basada en la
explotación del hombre y de la naturaleza.
El viejo mundo desfallece y se derrumba. El nuevo, consternado por la
acumulación de ruinas, no se atreve a retirarlas; más asustado que
resuelto, lucha por recuperar la audacia del niño que está aprendiendo
a caminar. Como si haber llorado mucho tiempo por el desastre hubiera
dejado al pueblo atónito.
Sin embargo, quienes han escapado de los tentáculos mortales de la
mercancía están de pie entre los escombros. Están despertando a la
realidad de una existencia que ya no será la misma. Desean liberarse de
la pesadilla que les ha asestado la desnaturalización de la tierra y de
sus habitantes.
¿No es esta la prueba de que la vida es indestructible? ¿No se
rompen sobre esta evidencia, en la misma resaca, las mentiras de arriba
y las denuncias de abajo?
La lucha por lo vivo desdeña las justificaciones. Reivindicar la
soberanía de la vida es capaz de aniquilar el imperio de la mercancía,
cuyas instituciones son mundialmente sacudidas.
Hasta el día de hoy no hemos luchado más que para sobrevivir. Fuimos
confinados a una jungla social donde reinaba la ley del más fuerte y
del más astuto. ¿Vamos a romper el encarcelamiento al que nos obliga
la epidemia del coronavirus para volver a la danza macabra de la presa y
el depredador? ¿No es evidente para todos y todas que la insurrección
de la vida cotidiana, que en Francia fue presagiada por los chalecos
amarillos, no es otra cosa que la superación de esta supervivencia que
una sociedad de depredación no ha dejado de imponernos cotidiana y
militarmente?
Lo que ya no queremos es el fermento de lo que queremos
La vida es un fenómeno natural en ebullición experimental
permanente. No es ni buena ni mala. Su maná nos regala la morilla así
como la amanita faloide. Está en nosotros y en el universo como una
fuerza ciega. Pero ha dotado a la especie humana de la capacidad de
distinguir la morilla de la amanita, ¡y un poco más! Nos ha armado de
una conciencia, nos ha dado la capacidad de crearnos a nosotros mismos
recreando el mundo.
Para que olvidáramos esta extraordinaria facultad fue necesario que
pesara la carga de una historia que comienza con las primeras
Ciudades-Estado y termina –tanto más rápido en cuanto le pusimos las
manos encima– con el desmoronamiento de la mundialización del mercado.
La vida no es una especulación. No tiene nada que ver con las marcas
de respeto, de veneración, de culto. No tiene otro sentido más que la
conciencia humana con la que ha dotado a nuestra especie para
iluminarla.
La vida y su significado humano son la poesía hecha por uno y para
todos y todas. Esta poesía siempre ha brillado en los grandes
levantamientos de la libertad. Ya no queremos que sea, como en el
pasado, un relámpago efímero. Queremos poner en marcha una
insurrección permanente, como el fuego apasionado de la vida, que se
calma pero nunca se apaga.
Es desde el mundo entero que se improvisan los trazos de una canción.
Es allí donde nuestra voluntad de vivir se forja rompiendo las cadenas
del poder y de la depredación. Cadenas que nosotros, mujeres y hombres,
hemos forjado para nuestra desgracia.
Estamos en el corazón de una mutación social, económica, política
y existencial. Este es el momento de “_Hic Rhodus, hic salta_, aquí
está Rodas, salta aquí”. Esta no es una orden de reconquistar el mundo
del que hemos sido expulsados. Es el soplo de una vida que el
irresistible impulso de los pueblos restaurará a sus derechos
absolutos.
La alianza con la naturaleza exige el fin de su explotación lucrativa
No hemos tomado suficiente consciencia de la relación concomitante
entre la violencia ejercida por la economía en contra de la naturaleza
que saquea y la violencia con la que el patriarcado ha golpeado a las
mujeres desde sus comienzos, tres o cuatro mil años antes de la llamada
era cristiana.
Con el capitalismo de dólar verde, el brutal saqueo de los recursos
terrestres tiende a dar paso a las grandes maniobras de soborno. En
nombre de la protección de la naturaleza ahora se le pone un precio.
Así sucede en los simulacros del amor cuando el violador se viste de
seductor para poder atrapar mejor a su presa. Hace mucho tiempo que la
depredación recurre a la práctica del guante de terciopelo.
Estamos en un momento donde una nueva alianza con la naturaleza
reviste una importancia prioritaria. Por supuesto, no se trata de
encontrar –¿cómo podríamos hacerlo?– la simbiosis con el entorno
natural en el que evolucionaron las civilizaciones recolectoras antes de
que fueran suplantadas por una civilización basada en el comercio, la
agricultura intensiva, la sociedad patriarcal y el poder jerarquizado.
Pero, se entenderá, ahora se trata de restaurar un entorno natural
donde la vida sea posible, el aire respirable, el agua potable, la
agricultura librada de sus venenos, las libertades de comercio revocadas
por la libertad de lo vivo, el patriarcado desmembrado, las jerarquías
abolidas.
Los efectos de la deshumanización y los ataques dirigidos
sistemáticamente contra el ambiente no tuvieron necesidad del
coronavirus para demostrar la toxicidad de la opresión del mercado. Por
otro lado, la gestión catastrófica del cataclismo ha expuesto la
incapacidad del Estado para mostrar la más mínima eficacia fuera de la
única función que puede ejercer: la represión, la militarización de
los individuos y de las sociedades.
La lucha contra la desnaturalización no tiene nada que ver con las
promesas y las loables intenciones retóricas, sean o no sobornadas por
el mercado de las energías renovables. Se basa en un proyecto práctico
que se apoya en la inventiva de los individuos y de las colectividades.
La permacultura que renaturaliza las tierras envenenadas por el mercado
de los pesticidas es solo un testimonio de la creatividad de un pueblo
que tiene todo para ganar destruyendo lo que ha evitado su pérdida. Es
tiempo de prohibir esas granjas de concentración, donde el maltrato de
los animales fue específicamente la causa de la fiebre porcina, de la
gripe aviar y de las vacas enloquecidas por la locura del dinero
fetichizado que la razón económica tratará una vez más de hacernos
tragar, si no digerir.
¿Tienen un destino tan diferente al nuestro estas bestias de carga
que salen del confinamiento para entrar en el matadero? ¿No estamos en
una sociedad que distribuye dividendos al parasitismo corporativo y deja
morir a hombres, mujeres y niños por falta de medios terapéuticos? Una
imparable lógica económica alivia así las cargas presupuestarias
atribuibles al número creciente de ancianos y ancianas. Aboga por una
solución final que impunemente los condene a morir en casas de retiro
que carecen de recursos y de auxiliares de enfermería. En Nancy,
Francia, un alto funcionario de la salud declaró que la epidemia no es
una razón válida para no reducir más las camas y el personal
hospitalario. Nadie lo echó con una gran patada en el culo. Los
asesinos económicos son menos conmovedores que un enfermo mental que
corre por las calles blandiendo el cuchillo de la iluminación
religiosa.
No estoy apelando a la justicia del pueblo, no estoy abogando por
degollar a los villanos del _volumen de negocios_. Solo pido que la
generosidad humana vuelva imposible el retorno de la razón de mercado.
Todas las formas de gobierno que hemos conocido han quedado en
bancarrota, desmoronadas por su cruel absurdidad. Depende del pueblo
implementar un proyecto de sociedad que devuelva a los humanos,
animales, plantas y minerales una unidad fundamental.
La mentira que califica como utopía tal proyecto no ha resistido el
shock de la realidad. La historia ha golpeado a la civilización de
mercado con la obsolescencia y la locura. La construcción de una
civilización humana no solamente se ha vuelto posible, sino que ha
allanado el único camino que, apasionada y desesperadamente soñado por
innumerables generaciones, se abre al final de nuestras pesadillas.
Porque la desesperación ha cambiado de bando, pertenece al pasado.
Todavía nos queda la pasión de un presente que construir. Nos
tomaremos el tiempo para abolir el _time is money_ que es el tiempo de
la muerte programada.
La renaturalización es un caldo de cultivos nuevos en el que
tendremos que buscar a tientas entre la confusión y las innovaciones en
los dominios más diversos. ¿No hemos dado ya demasiado crédito a una
medicina mecanicista que suele tratar a los cuerpos como un mecánico
trata el automóvil confiado para su mantenimiento? ¿Cómo no
desconfiar de un experto que te repara para enviarte de vuelta al
trabajo?
El dogma de lo antinatural, martillado durante tanto tiempo por los
imperativos productivistas, ¿no ha contribuido a exasperar nuestras
reacciones emocionales, a propagar el pánico y la histeria de
seguridad, exacerbando así el conflicto con un virus que la _inmunidad_
de nuestro organismo habría tenido alguna posibilidad de apaciguar o
volver menos agresivo, si no hubiera sido socavada por un totalitarismo
de mercado al que nada inhumano es ajeno?
Hemos sido molestados hasta la saciedad con el progreso de la
tecnología. ¿Para lograr qué? Los transbordadores celestiales a Marte
y la ausencia terrestre de camas y de respiradores en los hospitales.
Seguramente habrá más para maravillarse en los descubrimientos de
una vida de la que ignoramos todo, o casi todo. ¿Quién lo dudaría?
Exceptuando a los oligarcas y sus lacayos, a quienes la diarrea
mercantil los vació de su sustancia y a quienes vamos a confinar en sus
letrinas.
Terminar con la militarización de los cuerpos, las costumbres, las
mentalidades
La represión es la última razón de ser del Estado. Él mismo sufre
la presión de las multinacionales que imponen sus dictados a la tierra
y a la vida. La previsible adjudicación de la responsabilidad de los
gobiernos responde a la cuestión: el confinamiento habría sido
pertinente si las infraestructuras médicas hubieran permanecido
eficientes, en lugar de sufrir la ruina que conocemos y que fue
decretada por el _deber de la rentabilidad._
Mientras tanto –hay que decirlo– la militarización y la ferocidad
de la seguridad solo han tomado el relevo de la represión en curso en
todo el mundo. El Orden democrático no podría haber deseado un mejor
pretexto para protegerse de la ira del pueblo. Encarcelamiento en casa,
¿no era el objetivo de los dirigentes, preocupados por el cansancio que
amenazaba a sus secciones de asalto de aporreadores, de sacadores de
ojos, de asesinos a sueldo? Qué bonito ensayo general para esta
táctica de encapsulamiento utilizada contra los manifestantes
pacíficos que exigían, entre otras cosas, la rehabilitación de los
hospitales.
Al menos hemos sido advertidos: los gobiernos harán todo lo posible
para hacernos transitar del confinamiento al nicho. ¿Pero quién
aceptará pasar dócilmente de la austeridad carcelaria a la comodidad
del servilismo remendado?
Es probable que la rabia del encerrado haya aprovechado la oportunidad
para denunciar el sistema tiránico y aberrante que trata al coronavirus
de la misma manera que este terrorismo multicolor con el que el mercado
del miedo hace sus grasosos pastelitos.
La reflexión no se detiene ahí. Piensa en esos escolares que, en la
tierra de los derechos humanos, han sido obligados a arrodillarse ante
la bofia del Estado. Piensa en la misma educación, donde el
autoritarismo profesoral ha obstaculizado durante siglos la curiosidad
espontánea del niño y ha impedido que la generosidad del conocimiento
se difunda libremente. Piensa hasta qué punto el encarnizamiento
concurrencial, la competencia, el arribismo del “quítate de en medio,
voy a entrar” nos han confinado a un cuartel.
La servidumbre voluntaria es una soldadesca que marcha al paso. ¿Un
paso a la izquierda, un paso a la derecha? ¿Qué importa? Ambos
permanecen en el Orden de las cosas.
Cualquiera que acepte que se le ladre por encima, o por abajo, desde
ahora solo tiene un futuro como esclavo.
Salida del mundo mórbido y cierre de la civilización de mercado
La vida es un mundo que se abre y está abierta al mundo. Ciertamente,
a menudo ha sufrido este terrible fenómeno de inversión donde el amor
se convierte en odio, donde la pasión de vivir se transforma en un
instinto de muerte. Durante siglos ha sido reducida a la esclavitud,
colonizada por la cruda necesidad de trabajar y de sobrevivir como una
bestia.
Sin embargo, no se conoce ningún ejemplo de encierro en celdas de
aislamiento de millones de parejas, familias y solitarios convencidos
por la incapacidad de los servicios sanitarios de aceptar su suerte
cuando no dócilmente al menos con una rabia contenida.
Cada uno se encuentra solo, enfrentado a una existencia donde está
tentado de separar la parte de trabajo servil y la parte de los deseos
locos. ¿Es el aburrimiento de los placeres consumibles compatible con
la exaltación de los sueños que la infancia ha dejado cruelmente
incumplidos?
La dictadura del lucro ha resuelto quitarnos todo en el mismo momento
en que su impotencia se extiende mundialmente y la expone a una posible
aniquilación.
La absurda inhumanidad que nos ha estado ulcerando durante tanto tiempo
ha estallado como un absceso en el confinamiento que ha ordenado la
política de asesinato lucrativo, que las mafias financieras practican
cínicamente.
La muerte es la última indignidad que el ser humano se inflige. No
bajo el efecto de una maldición, sino por la desnaturalización que le
fue asignada.
No es ni a través del miedo ni a través de la culpabilidad que
romperemos las cadenas que hemos forjado en el miedo y la culpabilidad.
Es a través de la vida redescubierta y restaurada. ¿No es esto lo que
el poder invencible de la ayuda mutua y la solidaridad demuestra en
estos tiempos de extrema opresión?
Una educación machacada durante miles de años nos ha enseñado a
reprimir nuestras emociones, a quebrar nuestros impulsos de vida.
Queríamos que la bestia que habita en nosotros fuera un ángel _a
cualquier precio_.
Nuestras escuelas son guaridas de hipócritas, de reprimidos, de
torturadores raciocinantes. Los últimos entusiastas del conocimiento
caminan con dificultad con el coraje de la desesperación.
¿Aprenderemos, finalmente, al salir de nuestras células carcelarias, a
liberar la ciencia del grillete de su utilidad lucrativa? ¿Vamos a
ocuparnos de refinar nuestras emociones, no de reprimirlas? ¿Vamos a
rehabilitar nuestra animalidad, no para domarla, como domamos a nuestros
hermanos supuestamente inferiores?
No incito aquí a la sempiterna buena voluntad ética y psicológica,
señalo con el dedo al mercado del miedo donde el guardia de seguridad
hace sonar sus botas. Llamo la atención sobre esta manipulación de las
emociones que aturde y cretiniza a las multitudes, advierto contra la
culpabilización que merodea en busca de chivos expiatorios.
¡Justicia para los viejos, los desempleados, los indocumentados, los
sin techo, los extranjeros, los chalecos amarillos, los excluidos! Este
es el mugido de esos accionistas de la nada que salen a comprar el
coronavirus para propagar la plaga emocional. Los mercenarios de la
muerte no hacen más que obedecer los dictados de la lógica dominante.
Lo que debe erradicarse es el sistema de deshumanización establecido
y aplicado con fiereza por aquellos que lo defienden por el bien del
poder y del dinero. Desde hace tiempo que el capitalismo ha sido juzgado
y condenado. Estamos abrumados por la plétora de alegatos en su contra.
Es suficiente.
La imaginería capitalista identificó su agonía con la agonía del
mundo entero. El fantasma del coronavirus fue, si no el resultado
premeditado, al menos la ilustración exacta de su absurdo maleficio. El
caso está resuelto. La explotación del hombre por el hombre, de la
cual el capitalismo es un avatar, es un experimento que ha salido mal.
Asegurémonos de que su siniestro chiste de brujo aprendiz sea devorado
por un pasado del que nunca debió surgir.
Solo la exuberancia de la vida redescubierta puede romper al mismo
tiempo los grilletes de la barbarie del mercado y la coraza caracterial
que imprime en la carne viva de todos la marca de lo económicamente
correcto.
La democracia autogestionaria anula la democracia parlamentaria
Ya no se trata de tolerar que los responsables, encaramados en todos
los niveles de sus comisiones nacionales, europeas, atlánticas y
mundiales, pasen a desempeñar el papel de culpables y de no-culpables.
La burbuja de la economía, que han inflado con deudas virtuales y
dinero ficticio, implosionó y estalló ante nuestros ojos. La economía
está paralizada.
Incluso antes de que el coronavirus revelara la magnitud del desastre,
las “altas autoridades” se apoderaron de la máquina y la paralizaron
más certeramente que las huelgas y los movimientos sociales que, por
muy útilmente contestatarios que hayan sido, no fueron muy eficaces.
Basta de estas farsas electorales y diatribas de pacotilla. Que estos
representantes electos, embrutecidos por las finanzas, sean barridos
como basura y desaparezcan de nuestro horizonte como ha desaparecido en
ellos el rastro de vida que les presta un rostro humano.
No queremos juzgar y condenar el sistema opresivo que nos ha condenado
a muerte. Queremos destruirlo.
¿Cómo no aterrizar en este mundo que se derrumba, en nosotros y
frente a nosotros, sin construir una sociedad con lo humano que
permanece al alcance de nuestras manos, con la solidaridad individual y
colectiva? La conciencia de una economía gestionada por el pueblo y
para el pueblo implica la liquidación de los mecanismos de la economía
de mercado.
En su última acción inesperada, el Estado no se contentó con tomar
a los ciudadanos como rehenes y encarcelarlos. Su no-asistencia a la
gente en peligro los mata por miles.
El Estado y sus patrocinadores han arruinando los servicios públicos.
Ya nada funciona. Lo sabemos con toda certeza: la única cosa que logran
hacer funcionar es la organización criminal del lucro.
Han llevado sus negocios sin tener en cuenta al pueblo, el resultado
es deplorable. Del pueblo depende hacer los suyos arruinando los de
ellos. Depende de nosotros empezar todo de nuevo de nuevas maneras.
Cuanto más prevalece el valor de cambio sobre el valor de uso, más
se impone el reino de la mercancía. Cuanto más le demos prioridad al
uso que queremos hacer de nuestra vida y de nuestro ambiente, más
perderá la mercancía su corrosividad. La gratuidad le dará la
estocada.
La autogestión marca el fin del Estado del que la pandemia ha
mostrado tanto su bancarrota como su nocividad. Los protagonistas de la
democracia parlamentaria son los enterradores de una sociedad
deshumanizada a causa de la rentabilidad.
Por otro lado, confrontado con la incompetencia de los gobiernos,
hemos visto al pueblo mostrar una solidaridad inquebrantable e
implementar una verdadera _autodefensa sanitaria_. ¿No es esta una
experiencia que permite augurar una extensión de las prácticas
autogestionarias?
Nada es más importante que prepararnos para hacernos cargo de los
sectores públicos, antaño asumidos por el Estado, antes de que la
dictadura del lucro los envíe a la chatarrera.
El Estado y la rapacidad de sus patrocinadores han detenido todo, todo
paralizado salvo el enriquecimiento de los ricos. Ironías de la
historia, la pauperización es ahora la base para una reconstrucción
general de la sociedad. Quien ha enfrentado la muerte, ¿cómo podría
tener miedo del Estado y su bofia?
Nuestra riqueza es nuestra voluntad de vivir
Negarse a pagar contribuciones e impuestos ha dejado de pertenecer al
repertorio de las incitaciones subversivas. ¿Cómo podrían pagarlos
las millones de personas que carecerán de medios de subsistencia
mientras que el dinero, cuantificado en miles de millones, continúa
siendo engullido por el abismo de las malversaciones financieras y de la
deuda que ellas profundizan? No olvidemos que de la prioridad dada al
lucro nacen las pandemias y la incapacidad para tratarlas. ¿Nos vamos a
quedar con la condición de las vacas locas sin aprender algo de ella?
¿ Vamos a admitir finalmente que el mercado y sus administradores son
el virus que hay que erradicar?
El tiempo ya no está para indignación, lamentaciones, declaraciones de
desconcierto intelectual. Insisto en la importancia de las decisiones
que tomarán las asambleas locales y federadas “por el pueblo y para el
pueblo” en materia de alimentación, vivienda, transporte, salud,
educación, cooperativa monetaria, mejora del ambiente humano, animal y
vegetal.
Sigamos adelante, incluso a tientas. Es mejor errar experimentando que
retroceder y repetir los errores del pasado. La autogestión está en
germen en la insurrección de la vida cotidiana. Recordemos que lo que
destruyó e interrumpió la experiencia de las colectividades
libertarias de la revolución española fue la farsa comunista.
No le pido a nadie que me apruebe y mucho menos que me siga. Voy por
mi camino. Todos y todas son libres de hacer lo mismo. El deseo de vida
es ilimitado. Nuestra verdadera patria está en todas partes donde la
libertad de vivir está amenazada. Nuestra tierra es una patria sin
fronteras.
Raoul Vaneigem
10 de abril de 2020
Emma Goldman – “Minorías versus mayorías” (Fragmentos)
Reflexiones de la pensadora anarquista, con más vigencia que nunca.
Si hubiera que juzgar sumariamente la tendencia de nuestro tiempo, diría simplemente: Cantidad. La multitud, el espíritu de la masa domina por doquier, destruyendo la calidad. Nuestra vida entera descansa sobre la cantidad, sobre lo numeroso: producción, política y educación. El trabajador, que en otro tiempo tenía el orgullo de la perfección y de la calidad de su trabajo, ha sido reemplazado por un autómata incompetente, privado de cerebro, el cual elabora enormes cantidades de cosas sin valor ninguno, y generalmente ofensivas, en su grosería y ordinariez, para la humanidad. Todas estas cantidades, en vez de hacer la vida más confortable y plácida, no han logrado otra cosa que aumentar la cifra de preocupaciones angustiosas del ser humano.
(…)
Carentes de originalidad y de valor moral, las mayorías siempre depusieron en manos ajenas sus destinos individuales, incapaces de cargar con la menor responsabilidad, siguen a sus pastores incluso cuando les conducen a la destrucción, a su aniquilamiento.
(…)
Hoy, como ayer, la opinión pública es el tirano omnipresente; hoy, como entonces, las mayorías no representan más que una masa de cobardes, prestos a seguir a aquel que encarne el espejo de su pobreza mental y espiritual. Esta es la base en la que se apoya el éxito sin precedentes de un hombre como Roosevelt (1). Entraña el peor elemento de la psicología zafia de la masa. Al político que conozca a fondo cómo funcionan las mayorías, le es indiferente tener ideales íntegros. Su principal preocupación es mantener una apariencia brillante y espectacular. Sea una exposición canina, un combate de boxeo o el linchamiento de un negro; la exhibición obscena de la carísima boda de algún heredero multimillonario o la acrobática elocuencia de algún ex presidente de la nación, cuanto más retorcidas son las contorsiones mentales, más atractivas les resultan a las masas.
(…)
Es absurdo que se quiera calificar de individualista la época presente. Eso no es más que una amarga repetición de una idéntica fenomenología desarrollada a todo lo largo de la historia. Cada esfuerzo de progreso para elevar el nivel de la vida, la ciencia, la religión, la política, la libertad económica, emanó siempre de las minorías, no de las mayorías. Hoy, como hace varios siglos, los raros, las individualidades independientes, son incomprendidas y por ende perseguidas, encarceladas, torturadas y asesinadas.
(…)
Ya no existiría la tiranía ni el acaparamiento de propiedad si la masa no estuviese dispuesta en convertirse en soldados, en policías, en carceleros y verdugos. El socialista demagogo sabe esto tan bien como yo, pero sostiene el mito de las virtudes de la mayoría, porque su verdadero aspiración es la perpetuación del poder autoritario. ¿Y este último cómo podría funcionar sin la colaboración de una gran cantidad de gente? Sí, la autoridad, la coerción y la obediencia ciega son atributos de la masa; nunca existirá en ella la libertad o el libre desarrollo de la individualidad, ni jamás podrá nacer de su seno una sociedad libre.
No es por no compartir el dolor de los oprimidos, de los desheredados de la Tierra, no es por no conocer el horror, la vergonzosa e indigna vida del pueblo, por lo que no creo en las mayorías como una fuerza creadora de bondad. ¡Oh, no, no! Lo que ocurre es que sé demasiado que, como masa compacta, jamás estuvo al lado de la justicia ni de la igualdad: Ahogó las voces humanitarias, subyugó el espíritu humano y cargó de cadenas el cuerpo. Como masa, su objetivo principal fue convertir la vida en algo uniforme, gris y monótono; en un árido desierto. Como masa será siempre la aniquiladora de la libre individualidad, de la libre iniciativa y de la originalidad. Creo, por eso, en lo que dice Emerson (2): La masa es grosera, mentalmente lisiada, perniciosa en lo que exige y en lo que pide. En vez de adulársela, es necesario fustigarla duramente. Nada deseo concederle, sino esforzarme en dividirla, romperla y extraer así de ella otras tantas individualidades. ¡Las masas! Son nada más que una gran calamidad.
(…)
En otras palabras, un verdadero bienestar social y económico no llegará a hacerse realidad, sino por el esfuerzo inteligente y el valor intrépido de las minorías poseedoras de una perfecta independencia mental, y no por obra y gracia de las masas.
Notas de Tortuga:
1- Se trata de Theodore Roosevelt, presidente de EEUU entre 1901 y 1909 (no confundir con Franklin D. Roosevelt, presidente también unas décadas más tarde). Recordado por “su personalidad de cowboy y su masculinidad … los logros de Roosevelt como naturalista, explorador, cazador, escritor y soldado contribuyen tanto a su fama como sus cargos políticos”. https://es.wikipedia.org/wiki/Theod… Su libro de 1897 “Ideales americanos” concretaba su posición ideológica (la política se cuida con la moral; es una vocación evangélica) y revelaba asimismo su escasa profundidad intelectual, que le mereció posteriormente el título de «apóstol de lo obvio». https://www.criticadelibros.com/sin…
2- Se refiere a Ralph Waldo Emerson (1803 – 1882), un escritor, filósofo y poeta estadounidense. Líder del movimiento del trascendentalismo a principios del siglo XIX. https://es.wikipedia.org/wiki/Ralph…
Copiado y retraducido por Tortuga de “Emma Goldman. Recopilatorio de escritos”. Ed. Descontrol. Barcelona 2018. El texto original es de 1910.
[visto en grupo antimilitarista tortuga ]
(Portugal) Escrito de Gabriel Pombo Da Silva (29 Marzo 2020)
[ visto en contramadriz ]
ESCRITO DE GABRIEL POMBO DA SILVA
Dado que hasta hoy nuestro compañero anarquista Gabriel no escribió comunicados oficiales, estas palabras pretenden ser precisamente un comunicado/diario además que un modo de compartir con aquellas personas y compañerxs más afines lo que él piensa y opina sobre varios temas.
Gabriel mismo pidió expresamente a su compañera que seleccionara aquellos fragmentos (de las cartas a ella destinadas) donde reflexiona-analiza y o especula sobre cuestiones de interés sobre la situación actual: el «corona-virus» en prisión, la situación jurídica o sus circunstancias de encierro.
Gabriel se encuentra bien de salud y está animado e listo para la guerra que lo espera en las mazmorras del Estado Español. Todavía no sabemos si, a pesar de la sentencia firme del Tribunal Supremo de Lisboa que confirma la entrega al Estado Espanol, las «autoridades» lo entregarán sin tener en cuenta el «estado de emergencia» declarado a raíz de la «pandemia» por «covid-19». De hecho este mismo «estado de emergencia» impide (supuestamente) la entrega de presxs a otros países durante toda su duración.
Seguirán más informaciones.
Gabriel libre!
Todxs libres!
Viva la Anarquia!
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8 de Marzo 2020
Ayer, escuchando (viendo) las noticias en la TV ya adiviné que estxs miserables nos iban a dejar sin visitas y hoy… bueno, hoy ha sido un día de mierda…
Todo el mundo estaba (naturalmente) alterado… discusiones con los guardias, conversaciones frenéticas unos con otros y… la síntesis es muy sencilla: los mismos guardias, viendo que se iban a comer ellos el marrón, decían a los presos (más alterados) que hiciesen lo que quisiesen… se hablaba de darle fuego a unos colchones (¡Imagínate en un lugar donde no corre el aire!), de… ¡Qué sé yo! Obviamente les hice ver cuál era la estrategia de los guardias (quitarse el marrón de encima y tener un pretexto para agravar aún más nuestra situación) y cuál debería ser la nuestra. Y la nuestra, obviamente, no pasa por ahí. Les dije que lo mejor era esperar a que nuestras familias se encontrasen fuera, que ellas se reuniesen y deliberasen cuál es la mejor táctica a seguir.
A la hora que se arrimaba la hora de la comida se decidió no entrar al comedor y retrazar la comida. Algunos (creo que dos o tres) entraron… lo que generó una gran tensión. Obviamente (con los ánimos encendidos) los que entraron a comer cuando salieron del comedor «cobraron»… se montó una tangana que ni te puedes imaginar.
En fin… se han llevado para aislamiento a seis o siete chavales… al resto nos han dejado encerrados en la celda… estamos también en aislamiento pero en «nuestros» chabolos.
Es la hora de la cena… solo tres o cuatro miserables han tocado a la puerta para cenar; el resto continuamos en aislamiento. Ignoro cuanto tiempo nos van a tener así. Supongo que quieren forzarnos (con el hambre) a que todos obedientes vayamos saliendo uno a uno. No se nos informa de nada. Estamos como en una dictadura. Ignoro cuándo esta carta llegará (y si te la darán).
Como sea, tranquila… hemos pasado cosas peores: la dignidad no tiene precio!
El peso de esta cosa solo puede tener una solución ahí afuera. Nosotros (y nunca mejor dicho) somos rehenes absolutos de estos canallas.
Teniendo experiencia con estas lides me consta que a medida que la gente tenga hambre (no todos tienen comida en la celda), o tenga «mono» de tabaco o ganas de respirar aire se irán rindiendo. Así es la vida.
Yo estoy fuerte, tengo varios paquetes de galletas y algunas frutas.
Como decía aquella pegatina: «perdonen las molestias pero nos están torturando».
Haz que se sepa esto. Ignoro si me dejarán llamar por teléfono. Si no llamo es que no nos dejan. (…)
9 de Marzo por la mañana
La situación, ahora mismo, (todo es «preventivo»: el régimen ordinario que teníamos, las visitas, etc) es la siguiente: han hecho dos turnos separados (divide et vince) para las salidas fuera de la celda (…), obviamente turnos separados para el comedor y duchas (…).
Lo peor no es esto (esto no es más que la consecuencia de la protesta que se pretendía organizar por lo de las visitas), si no que ahora lo más importante ha pasado a un segundo plano. Obviamente que hubo una protesta, aquí no salió en ningún “mass-mierda”… lo peor es que como se montó una tangana con aquellos que optaron por ir a comer todo se fue de madre. Es evidente que una protesta así (que debería ser de larga duración, organizada, dentro como fuera, por nosotros y nuestros familiares), no puede pasar por «golpear» a quien no secunda el sentir mayoritario. Si merecen o no el desprecio es otra cuestión. La cuestión fundamental es que no todos tienen recursos económicos (y sin la comida de la cárcel están obligados a pasar hambre) y, menos aún, conciencia de clase (o como la quieran llamar). En fin, complicado. Ahora han aislado a tres chavales (y les han pegado) y acabado con cualquier posibilidad de organizar algo colectivo, con sentido común y práctico ¡A la mierda!
Esta historia de las visitas debería organizarse desde fuera con una propuesta de sentido común. Visitantes podrían entrar con guantes y mascarillas y el asunto (desde su lógica estúpida) quedaría resuelto. El sentido «provisorio» de esta medida puede convertirse en «permanente», y así, estar sin visitas meses… esto es el meollo de la cuestión. Es absurdo que nos vengan a aplicar esta medida a nuestros familiares y lxs guardias, enfermerxs, educadorxs, etc, entren y salgan del recinto «sin control» ¿Estamos locxs? (…)
Supongo que una lucha para restituir el sentido lógico a lxs responsables de esta situación pasa por una estrategia colectiva organizada desde fuera. Como ya me anticipaste, ni siquiera cuentan con un espacio donde podrían encontrarse lxs familiares… imagínate!! Nosotrxs lxs anarquistas «siempre» a golpe de espartanismo y precariamente en todos los aspectos.
10 de Marzo
Es una suerte que hoy me contases que salió en internet mi versión de lo que aquí sucedió el 8 de Marzo… de lo contrario (y sin otras fuentes que contrastar) sólo hubiere existido la versión de estos cerdos. Ahora entiendo porque hoy tenían (y tienen aún) esas caras tan… tan compungidas, además de esas miradas de odio que a mí me resbalan. No tienen ni idea que, en comparación con lo que yo he vivido-pasado, esto (para mí) es de risa (…). Imagino que estos imbéciles no tienen ni idea de quién soy y las experiencias que acumulo en «batallitas» carcelarias.
Aquí no se hizo lo que algunos guardias querían en concurso con sus presos-lamebotas. Desgraciadamente algunos de los presos que se rebelaron (justamente) no entendieron lo que les estaba explicando sobre estrategia y táctica… tampoco entendieron la maquiavélica jugada que los guardias estaban conspirando con sus lacayos ¡Nada menos que quemar unos colchones! ¡Aquí! ¡En un lugar donde no se abren las ventanas!
Mi experiencia-práctica (o sea mi estrategia) no era para haber sido desoída. Rechazo de la comida (gesto mínimo), esperar al día siguiente para decirle a los familiares que se reuniesen en algún lugar con lxs compañerxs «colectivamente». Una propuesta razonable es que las visitas podían efectuarse con máscaras y guantes, evitando el contacto directo. Limpieza con desinfectante (lejía) de los locutorios tras cada visita (que para eso tienen aquí esclavos suficientes)…
En fin… haberle roto la cabeza a los no huelguistas fue lo que les facilitó a los guardias este régimen que ahora tenemos. Pero estoy seguro que si les hubiese dejado quemar los colchones a estos locos ahora estaríamos mucho más jodidos… pero están jodidos los tres niñatos a los que han culpado de todo el tumulto: estos van a conocer el F.I.E.S. portugués en la cárcel de «Monsanto» (Sur de Portugal). Ellos solos han caído en la trampa de estos provocadores profesionales. Su único «delito»; ser jóvenes y «estúpidos». Los provocadores se quedan impunes y larvados aquí para próximas conspiraciones. La historia de la vida (…), sólo los desgraciados se llevan los palos…
(…) El virus puede ayudar a la Naturaleza para reducir emisiones contaminantes… quizás se joda el sistema económico y revienten las sociedades ¿Quién sabe? Desde luego es muy interesante ver todo lo que puede provocar un bichito… de esto ya están tomando buena nota los gobiernos.
16 de Marzo
Con esto que hoy el jefe de la guardia carcelaria nos vetó las pesas (excusa: el virus) y nos encierra en la celda para comer, poco más tengo que decir/contar sobre mi realidad ¡Un asco!
17 de Marzo
Acabo de subir de «mis» dos horas de patio (de la tarde) que aproveché para hacer flexiones y otros ejercicios (ya que el jefe de guardias nos retiró las pesas con la excusa del «coronavirus»).
(…) En fin, nada nuevo… ahora todo está pasando así que no tiene mucho sentido las prisas porque el Estado (los Estados) tiene otras prioridades, como garantizar que circulen las mercancías (pura logística) y los trabajos esenciales para el «buen funcionamiento» de la maquinaria estatal: policías, carcelerxs, militares, médicxs, equipos de limpieza, banquerxs, y poco más… el resto de «ciudadanos» se pueden morir tranquilamente encerradxs «voluntariamente» en sus pisos/cárcel. El pánico es tan grande que las masas se someten voluntariamente a todo lo que les digan desde la Dirección General de Salud… ¡Esto es igual que las «pelis» catastrofistas que tanto me gustan a mí! ¡Y está ocurriendo de verdad! ¡Qué cosa más alucinante!
Muchxs se imaginarían algo así acompañado de revueltas, fuegos y saqueos a mansalva… pues no. Las calles las han tomado lxs que están mejor preparadxs para este tipo de escenarios; policías y militares. Lxs «rebeldes» (ciudadanxs progres ellxs) se quedan en casa pegadxs a internet y tan impotentes como el resto de la ciudadanía. Ya lo decía mi abuelo: «el que tiene culo tiene miedo»… y cada uno mira por el suyo (este último lo añado yo).
Volviendo al aquí y ahora mío, hoy el jefe de carceleros ha vuelto a aislar «provisionalmente» a un preso por protestar (por las nuevas mierdas que se le van ocurriendo) en «voz alta»… y como tiene la mano muy larga también le ha golpeado. La noche pasada los carceleros estaban cantando borrachos. Los únicos presos que ahora comen en el comedor (deben ser inmunes al «corona-virus» como los guardias), son los presos lame-botas. Como ves, aquí como en la calle la única lógica que impera es la Ley del más fuerte. Seleccionar a lxs fieles del régimen y el resto a obedecer pena de ser apalizado o encerrado. El jefecillo puede actuar con total impunidad (y más ahora con esto del estado de emergencia) porque ningún familiar podrá ver y comunicar con el apaleado…
Cuelga en internet los fragmentos de cuanto te voy contando de lo que aquí este canalla va haciendo… puede que hoy disfrute de impunidad pero siempre existe un mañana y, además, en el hoy yo lo voy documentando para que conste (…).
Supongo que intentar organizar una respuesta a lo que está sucediendo ahora en las cárceles es casi una misión imposible… y es imposible porque la mayoría de la misma sociedad (de la que provienen lxs presxs) está presa por los gobiernos y sus militares. La propaganda del estado y sus «expertxs» varixs (médicxs, periodistas, etc) es sumamente poderosa: a la vista los efectos. Solo el sabotaje minoritario es capaz de provocar efectos y respuestas a tanto bio-fascismo capitalista… no se debe esperar a «la masa» porque ésta siempre se comporta como le dicta el estado-capital. Vamos a ver (a medida que esto se alargue en el tiempo) cuánto tardan en salir a las calles cuando sus frigoríficos estén vacíos, y cuando los escasos recursos (económicos) ahorrados ya no lleguen para las cuestiones más básicas, cuando no pueden abrazar a sus familiares, amigxs, amantes, presxs o lejanos geográficamente: ¿Se contentarán con «reciclar» basura? ¿Se contentarán con internet y el móvil? Son preguntas retóricas, lo sé… yo mismo estaré leyendo entre líneas de lo que vaya aconteciendo. Todo tiene un límite; el miedo pasará… y con «suerte» los gobiernos caerán.
19 de Marzo
En ciertas ocasiones la solución a un conflicto puede pasar a través del «diálogo»… algo a lo que no estoy acostumbrado porque de ordinario yo no soy quien va buscando problemas sino que a medida que estos aparecen intento solucionarlos. El diálogo es algo que no se me da muy bien con quienes me «violentan»… de hecho entiendo que a la violencia debe responderse con una violencia mayor; más inteligente e incisa… pues como decía Sung Tzu en «El arte de la guerra»: «cuando decides combatir se tú quien elige el terreno y el momento más propicio». Es obvio que los enunciados de Sung Tzu en la cárcel no tienen demasiada validez.
El técno-fascismo panóptico transcurre en el aquí y ahora… debes contar con material humano bastante precario (cuando no deteriorado) que no entiende de estrategia ni de tácticas… si a esto le añades que el «terreno» (o sea el espacio) está completamente en su poder (es el dominio del carcelero) sólo te queda la improvisación e inteligencia para resistir (…).
Carceleros y presos lame-botas se han aliado para discriminarnos de su «régimen de vida» fuera de las celdas. El cerebro es el músculo del sabio… y ese es el músculo que más utilizo (obviamente su músculo favorito es la lengua…).
22 de Marzo
(…) En la TV solo existe el «virus» (…) si fuese creyente estaría convencido que esto es una señal «divina»… ¡un castigo del mismísimo Dios! Eso les pasa por meterse con el Arcángel Gabriel, favorito del «Altísimo», ¡ja ja ja! Ejém…
Ahora «solo» falta que los del Tribunal Supremo Portugués consulten la Ley y dejen de lado los teléfonos… he leído decenas de veces el escrito de lxs abogadxs… ¡Es buenísimo! Solo un acto de mala fe o abierta corrupción podría darle razón a la cabrona corrupta de Girona…
24 de Marzo
Sobre el apartado «covid-19» y como los diversos gobiernos están actuando (y la falta de respuesta «social») ya lo ves: Francia consiguió meterle la Reforma a las pensiones de un plumazo; Italia está nacionalizando empresas a toda máquina; Israel con esto de la «emergencia nacional» continuará con «Netanyahu» al frente (ahora que ya había un pacto multilateral para botarlo) y la «justicia» se para (obviamente sus procesos por corrupción también)… si ya había una precarización total en el mercado laboral ahora quedan directamente excluidos de la precarización amplias masas laborativas. En cuanto a si se sostiene el Euro como moneda única tendremos que verlo. Las ciudades han demostrado ser (lo que son) vertederos tóxicos, cárceles proletarias que sólo sirven para administrar la miseria y la muerte. En cuanto a las instituciones cerradas de todo tipo: cárceles, manicomios, C.I.E.S., asilos, etc… campos de exterminio selectivo. Este virus ha puesto las relaciones de poder de manifiesto. Quienes se sentían «privilegiadxs» en el antiguo orden social han descubierto que son tan prescindibles como lxs otrxs que veían con desprecio. Manda la economía y el poder y en esta esferas siempre serán selectivos y habrá «recortes». Siguiendo la lógica de las películas catastrofistas; cuando la Tierra ya no sea habitable en las «naves espaciales» solo habrá sitio para lxs «más cualificadxs»: el Rey y su séquito (el resto puede morir).
Me está llamando la atención como los órganos de propaganda mediáticos (TV y prensa) están ejerciendo su poder… o como los laboratorios nos van vendiendo la «esperanza» en forma de una vacuna milagrosa. Los Chinos ya están inyectando (cobayas humanas no les faltan) su fórmula; Estados Unidos dice estar cerca de una fórmula; Alemania «parece» estar cerca… parece una competición farmacológica para paliar los efectos víricos… mientras «soñamos» con el medicamento milagroso que nos libra de la muerte nos vamos acostumbrando a la muerte lenta del sistema capitalista. Dentro de poco nos venderán que el «racionamiento» de cartillas de alimentación es el modelo más racional para la supervivencia de la especie humana. El capitalista nos dirá que el «comunismo» es la única alternativa viable: ¡camarada ciudadano yo arriba y tú abajo!
Son tiempos muy interesantes (políticamente hablando) llenos de posibilidades (empiezo a simpatizar con el bichito éste): ¿seguirán ignorando al Rey desnudo? ¿Más «niñxs» verán el poder desnudo? ¿Seguirán siendo siervxs voluntarixs e hipócritas? Lo sé… son, otra vez, preguntas retóricas… lo único que sé es que cuanto peor (la economía) mejor (para alternativas). Muchxs han olvidado que «lxs menos» somos «lxs más» en el mundo, y que el único virus nocivo que tenemos que exterminar es el capitalismo y su violencia autoritaria que nos debilita inexorablemente…
(…) Me hace «gracia» ver lo ridículos que son lxs poderosxs cuando anuncian que «las fuerzas de seguridad» están haciendo todo lo posible por «el bien común»… ni ellxs están «segurxs» del virus (de hecho en Portugal ya hay escuadras de policías infectadas, médicos, enfermeros, políticos, etc…) y la batalla entre «el bien y el mal» se la dejamos a Nietzche que sabía de lo que escribía.
(…) Bueno, si seré extraditado o liberado aún se tiene que resolver en el Tribunal Supremo de este país, y eso, de momento (y por unos meses) no lo veo… quiero decir que los Tribunales están casi congelados y luego (cuando comiencen a funcionar), debemos contar más o menos dos meses al Supremo y poco más al Constitucional (…).
La verdad es que prefiero concentrarme (y no «angustiarme») en estas cosas más inmediatas como cuidar mi salud, hacer deporte, leer (…). Yo no estoy condenado a muerte, ni tengo una enfermedad mortal… lo que ocurre es una situación de evidente persecución política donde todo vale con tal de joderme… pero esto no puede prolongarse mucho más en el tiempo (…) solo debo concentrarme en resistir (como siempre lo he hecho) y luchar por recobrar definitivamente mi libertad.
26 de Marzo
Lo cierto es que no ocurre nada novedoso o nuevo… desde que se cortó el lazo con el exterior lo único que cambió ha sido el régimen carcelario y el comportamiento de guardias y presos: los guardias se creen «diosecillos-terrenales» y los presos se arrastran como gusanos para «gozar» de migajas sobre otros presos… la observación conductual de unos y otros es interesante para quien disfrute o guste de psicología o incluso antropología…
(…) Estoy esperando que termine el período del bio-fascismo y su dictadura de encierro totalitario… ahora mismo veo hablar en la TV a un «profesor» que dice que debemos acostumbrarnos a no besarnos y abrazarnos a corto y largo plazo… más que a un debemos me suena a un tenemos… en fin… ¡están enfermos! Es un alivio sabernos individuos y no parte de una masa uniforme que se mueve rumbo al abismo.
27 de Marzo
(…) Yo ya me he hecho a la idea de estar en esta situación hasta por lo menos finales de Abril o mediados de Mayo… por fortuna ya tengo experiencias previas (y sin «virus» amenazante de por medio) en situaciones «profilácticas» y de «cuarentenas» varias… así pues me «hago» (psicológicamente) sin dificultades a estas situaciones de «emergencia»…
En cuanto al «virus» no te podría decir si ya lo he pasado de forma asintomática o si por el contrario aquí no ha entrado… de los veinti-pocos que aquí estamos como también estamos divididos (al patio salimos ocho personas) y yo apenas me relaciono con uno, lo veo bastante difícil que contacte con el colega-nocivo «corona-virus»… en fin… no pienso demasiado en ello, prefiero hacer flexiones, sentadillas, abdominales y esas cosas. Estoy muy fuerte y grande. Obviamente estar fuerte tampoco es garantía de nada pues el bichito ataca a los pulmones y ese es mi talón de Aquiles físico (…). Aquí llevan semanas tomándonos la temperatura… el único riesgo real son los guardias que vienen del «exterior»: son el único «agente de riesgo»… por lo que estoy observando (en la TV) los viejitos que están muriendo en los Asilos han sido infectadxs por sus «cuidadorxs» (dado que también ellxs se quedaron sin visitas más o menos cuando lxs presxs) a lxs cuales nunca les hicieron los «test»… y eso que todo este teatro del aislamiento-social lo hicieron supuestamente para «proteger» los «grupos de riesgo». Obviamente tampoco lxs guardias de prisiones son «testadxs»… solo «testan» a las personas «sintomáticas» ¡En fin!, lo de «prevenir» y el «racionalismo» del plan estratégico de sanidad es ridículo y absurdo. Por no hablar que el mayor riesgo de ser infectado es en los hospitales por el «servicio médico». Todo es demencial… solo espero que termine cuanto antes la histeria colectiva, porque nadie ni nada puede «protegernos» ni «cuidarnos»: todo lo contrario…
(…) ¡Menuda mierda! ¡Rechazado el Recurso en el Supremo! ¡Llegar a España justo en este momento! Es para tener «miedo»… espero que tarden un poco más de tiempo, pero no me hago ilusiones… llegar en medio de esta pandemia vírica y caos totalitario en las prisiones… y yo asmático. Nunca lo han tenido tan bien para quitarme de en medio sin ni siquiera mancharse las manos… ¡Joder!
30 de Marzo
Por aquí ya vi en la TV portuguesa un video que los presos de Custoias (Porto) se han gravado con un móvil… me hizo sonreír ver a los encapuchados amenazar con una «Revolução», con quemar las cárceles…. dado que los medios ya han informado de tres carceleros infectados en Custoias los presos comienzan a emparanoiarse con «morir infectados» y de ahí que la TV hable ya de una situación insostenible (y la promesa de indultos y otras cosas por el estilo) en las cárceles del Norte. Por lo que sé y conozco de las prisiones grandes de Oporto es posible que ya esta semana explote algún motín… yo diría que Custoias y Pasos de Ferreira serán de las primeras. Son cárceles que están abarrotadas (más de mil presos cada una) y donde los guardias no tienen el control… no es como esta mierda donde de los apenas 30 presos se salvan dos o tres, el resto no vale ni para abonar un campo de patatas.
Me creencia de que van a explotar no es por este video (oportunamente filtrado a los medios) de encapuchados y lo que dicen (amenazan) ocurrirá… sino porque sé lo que el miedo y la sensación de «injusticia» genera en los desesperados… y por otro lado ya llevan (como nosotros) un mes sin visitas, sin comida y sin drogas… y esto junto al bombardeo mediático del virus es la combinación perfecta para una tormenta (…).
(…) Ya han comenzado a soltar presos con penas (o resto de penas) inferiores a dos años… también a quienes están saliendo de permisos (afecta a unos 1000 presos en Portugal con una población total de 12000) y ancianos-enfermos… si contamos que la población penal portuguesa es la más envejecida de Europa (el 30% pasa de los sesenta años) eso supone un gran número de liberaciones… la ilusión como la desesperación son los factores de «control o caos»… dado que lxs alemanes (y creo que España-Italia han actuado igual) ya han concretado las recomendaciones de la O.N.U. liberando presxs, lxs portugueses seguirán el “dictat”…
¡Qué casualidad! Justo en el telediario del mediodía (ahora mismo) vuelve a salir la noticia de los presos… dicen que han duplicado la cantidad de ansiolíticos (así de claro lo han dicho); lo justifican diciendo que como la mayoría son toxicómanos y además en esa situación de encierro y hacinamiento la ansiedad y el miedo se multiplican y bla bla bla… pues eso…
1 de Abril
La sentencia del Tribunal Supremo ni pierdo tiempo en leerla… si tenía alguna «esperanza» (por llamarla de algún modo) en la autonomía decisional de Portugal fue solo una ilusión que nunca debí haber alimentado, sabiendo como sé, que quienes realmente mandan (antes en la sombra ahora a la luz del día) son los servicios de «inteligencia» y sus esbirros en la «sociedad civil»: policías, jueces, periodistas, etc…
El «virus» ha evidenciado lo que nosotrxs anunciábamos y sospechábamos hace mucho: el capital y el estado son el Moloch a destruir… la «Era» de lxs tecnócratas y «social-demócratas» ya ha agotado su «papel histórico» ante los ojos de todo el mundo. Quien a partir de ahora (y después del «toque de queda» bio-fascista) crea en «Derechos» es directamente un/a imbécil redomadx…
Sobre las medidas de «prevención corona-virus» en prisión ya quedó de manifiesto desde el minuto cero a quienes comenzaron a «recortarle» sus «derechos» desde el principio: a todxs lxs que tienen almacenadxs como carne humana en sus instituciones ¿De qué sirvió cortar las visitas si lxs vigilantes y técnicxs de encierro entraban en las instituciones sin guantes y máscaras? La pregunta es retórica porque la respuesta está evidenciando a través de los hechos quienes son lxs que contaminaron a lxs viejxs en los Asilos… ahora está saliendo a la luz todos los Asilos infectados en Portugal… ¡Son casi todos!
La Directora del Servicio De Sanidad Graça Freitas es la responsable directa de las decenas de muertes y centenas de infectadxs en los Asilos… ¡Y no sólo! ¿No hubiera sido «lógico», dado que cortó por lo sano una posible vía de trasmisión (las visitas de lxs familiares), que acabase cerrando el círculo profiláctico haciendo análisis del covid-19 a lxs cuidadores y repartiendo guantes y máscaras a lxs mismxs? ¡Obviamente! ¡Pero esta señora ha hecho lo mismo en las prisiones! Solo ahora (desde el 30 de Marzo) los guardias de la prisión entran con guantes y máscaras… y, supuestamente, solo ahora van a testar a los guardias… ¿y por qué? Pues porque ahora ha salido a la luz pública que los Asilos de ancianos están casi todos contaminados. Y solo ahora (el 28 de Marzo) han detectado tres guardias contaminados en la prisión de Custoias (Oporto)… hoy (1 de Abril) ha salido a la TV que 25 «reclusas» están aisladas en la prisión de Santa Cruz y al menos una ha dado positivo al covid-19 ¿Es que lxs agentes institucionales son inmunes al covid-19? Obviamente no. Una lectura de estos hechos nos demuestra que ni hubo una estrategia planificada ni se tomaron medidas profilácticas adecuadas. Sencillamente ejerció su poder en aquellas instituciones, a) porqué «pacientes» y «presxs» no se pueden defender y b) porqué guardias y cuidadorxs no cuestionan su poder.
Otra cuestión es: ¿Cómo familiares-amigxs-etc de presxs y pacientes permitieron esto? Yo te respondo: la fe ciega en las autoridades y técnicos; el miedo propio y la falta de respuestas ante lo desconocido… es triste pero esto pone de manifiesto como las ilusiones y confianza que lxs «ciudadanxs» tienen depositadas en las «autoridades» permiten que éstas lo empleen para que sus familiares sean presxs o pacientes, «mueran» de negligencia autoritaria…
Aisladxs, sin visitas (en algunos sitios incluso sin correo ni llamadas telefónicas), un segmento de la sociedad queda a merced del “Moloch” bio-fascista… y la «sociedad» queda recluida en sus viviendas sin derecho a huelgas, manifestaciones, trabajo, etc… y lxs sin-techo pueden morir libremente en la calle o en pabellones deportivos… ¡he aquí un retrato de la sociedad capitalista! (…) Si han sido capaces de recluir a toda la sociedad en casi todo el mundo imagínate lo que pueden hacer con presxs, inmigrantes, ancianxs y cuantxs tengan en sus mazmorras estxs asesinxs, ¡genocidas!
Todo esto que te he escrito puedes (y debes) publicarlo. Obviamente que podría haber alternativas para poder complementar «cuarentena» con «comunicación exterior» pero no todxs somos iguales…
En las próximas semanas comenzará el drama de la eclosión del covid-19 en Portugal… viendo la banda de incompetentes al frente del ministerio de Salud y Justicia vamos a ver cuántos «camiones frigoríficos» necesitan en cárceles y demás centros cerrados para lxs muertxs.
3 de Abril
(…) Poco importa si fue un laboratorio o la naturaleza quien creó este virus… era necesario. Y también poco importa que me infecte a mi o a mi madre. La naturaleza es implacable y la humanidad debe aprender a respetarla y temerla. No existe una naturaleza «a la carta» del Hombre, no es un «recurso humano». Toda la soberbia y arrogancia científica humana debe sentir terror. Esta vez el virus ha sido benévolo, sólo afecta al 2% de la humanidad y ha respetado a lxs niñxs. Ha sido menos letal, clasista, racista y sexista que el capitalismo. Es curioso que se tenga más miedo de un virus así que del capitalismo tecno-industrial… yo estoy convencido de que, si el sistema capitalista se va a la mierda, podemos crear algo mejor… peor que el capitalismo (y sus variantes) no lo podemos hacer: eso seguro. Así pues, espero que no se contenga, que sea naturalmente brutal… no me agradaría que si quedase en un «susto» viésemos gilipollas con camisetas que ponen: «Sobreviví al Covid-19». El cinismo ciudadanista debe quedar sepultado. Esto no es el 11 de Septiembre con «héroes» y «villanxs» que después del «susto» continúan cagándose en todo (…).
El otro día vi una historia alucinante (o quizás no) en la TV: había una cadena de televisión portuguesa (TVI) cubriendo la «noticia» de un Asilo… de pronto este «Team» de cámaras se percatan que una viejecita estaba intentando escapar por la parte trasera y levantando una alambrada… ¿Qué hacen los «periodistas» que «informaban» del drama (en tono alarmista) que allí estaba sucediendo? ¡Llamar a lxs celadorxs para que encerrasen a la viejita! La moraleja es sencilla: no hay empatía y/o simpatía con/para la anciana que busca la libertad, la posibilidad de una oportunidad de vivir, no. El drama es para el/la ciudadanx que está pegado al televisor, es la objetividad y el rigor informativo… luego saca el teléfono y se chiva para que apresen a la presunta «vieja-infectada» que amenaza «nuestra» seguridad: ¡La víctima es una criminal!, en fin… simpaticé con la viejita y deseé la peor de las muertes a esos chivatos.
(…)Tengo mucha curiosidad por ver cómo reaccionará toda la gente después del encierro obligatorio, cómo quedará la economía, cómo se relacionará la peña ¿Sobrevivirá el invento europeo? ¿Se abrirán las fronteras? ¿Volverán los aviones a surcar los cielos de un sitio a otro? Y si el paro y el desempleo será tan masivo como ya se prevé, ¿qué hará la gente? ¿Cuáles serán los «efectos» de la convivencia forzada a la que han estado sometidxs todxs? Son preguntas que suscitan realmente mi interés/curiosidad. Lo que me pregunto también es hasta cuándo y cuánto estarían lxs «ciudadanxs» dispuestxs a estar en «cuarentena» obligatoria.
4 de Abril
(…) Viendo (y analizando) las «noticias» del régimen sobre los análisis serológicos que ya están proponiendo hacer (o directamente haciendo) a países como Alemania, Inglaterra, Francia, Italia, Estados Unidos y China para ver qué personas son ya inmunes al virus. Nos está indicando que el nuevo mercado liberal ya está seleccionando la mano de obra «más apta»… esta «emergencia» mundial ha fornido de ingentes datos de carácter «privado» a los Estados y el Capital sobre sus «ciudadanxs» y clientes… Ahora pues, van a probar en sus propias carnes lo que significa estar en FIES, en 1° Grado, 2° Grado y/o régimen abierto. A jornada completa siempre los uniformadxs: policías, militares y carcelerxs; vigilantes, caladorxs y banquerxs… (…) y de todos modos la experiencia de la «cuarentena» ya les ha preparado para su ingreso en «prisión-live»: encerradxs y sin derechos; vigiladxs y sin «control» de sus existencias.
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AHORA QUE TODXS ESTAMOS PRESXS
Ahora que todxs estamos presxs sabemos qué significa
añorar, odiar y amar…
Añorar pasear bajo el cielo mientras en las rocas rompe el mar.
Añorar ir al encuentro de lxs amigxs y poderlos abrazar.
Añorar los amores que gustamos besar.
Añorar todo lo que hoy no nos permiten disfrutar.
Ahora que todxs estamos presxs sabemos qué significa odiar…
Odiar la monotonía y conversaciones tediosas de las cuales no podemos escapar.
Odiar la reclusión infecta que limita y coarta toda nuestra libertad.
Odiar los días y las noches que se suceden así sin más.
Odiar los comportamientos egoístas de lxs demás y que solos no podemos evitar.
Ahora que todxs estamos presxs sabemos qué significa amar…
Amar la naturaleza que nos permite respirar.
Amar la inteligencia que nos invita a soñar.
Amar la sensibilidad que nos hace disfrutar.
Amar la libertad de poder ser y estar.
Ahora que estamos presxs: es tiempo de reflexionar…
Gabriel Pombo Da Silva
Porto – 29 de Marzo 2020
Toulouse (Francia) – Guerra a la guerra. Esperando al siguiente día…
¡Guerra a la guerra! Esperando al siguiente día…
En la noche del 14 al 15 de abril de 2020, la entrada de la orilla de la Caisse d’Epargne en la ruta d’Agde en Toulouse fue incendiada.
Mientras que la gente está encerrada en sus casas (cuando tiene una), mientras que está prohibido ir a pasear por las montañas o en las orillas de los ríos o canales, mientras que es reprobable sentarse en un banco, y mientras que los bolsillos se están vaciando, los bancos están recibiendo planes de rescate por valor de varios miles de millones de euros.
Si hay una guerra, es la guerra librada por los cerdos insaciables contra el resto de la humanidad.
No habrá fin al confinamiento ni al día siguiente, ni habrá una gran noche. Ya se están organizando, ¡no esperemos a que sea demasiado tarde para rebelarnos!
¡Guerra a la guerra!
[del inglés Anarchists Worldwide
original francés Nantes Indymedia]
Pelt (Belgica) – la epidémia incendiaria de antenas gana terrerno
El sábado por la noche en un campo de fútbol en Pelt, en la provincia de Limburgo. La oficina del fiscal ha abierto una investigación.
Los bomberos de la zona de rescate de North-Limburg fueron notificados el sábado alrededor de las 11.30 pm del incendio en una antena en el campo de fútbol de Sporting Grote Heide. Miembros de la policía técnica y forense de la Policía Federal y un experto en incendios fueron enviados a la escena el domingo para llevar a cabo una investigación exhaustiva. La policía local hizo los hallazgos y la oficina del fiscal de Limburgo abrió una investigación.
No se puede descartar un acto malicioso. Parece que se ha cortado un cable. La fiscalía aún no ha confirmado esta información. Pelt es de hecho uno de los treinta municipios donde Próximo comenzó el despliegue de 5G a principios de mes. Sin embargo, un portavoz de la compañía ha indicado que la antena quemada no estaba equipada con tecnología 5G. “Esto no es una antena Proximus”.
Italia – Violencia contra la autoridad
(enlaces en italiano)
29 marzo 2020
Potenza. Le dan el alto por un control. Hiere a los dos carabinieri con un palo
2 abril 2020
Città di Castello (PG). Se opone a un control u escupe en la cara a los carabinieri, después de herir a uno de ellos con un palo. Otra fuente de la noticia
3 abril 2020
Udine. Después de un chivatazo a la policia arrestan a un joven de 25 años por escupir a la cara a un Carabiniere.
10 abril 2020
Massarosa (LU). Saca a pasear al perro pero es parado por los carabinieri por encontrarse demasiado lejos de su casa (600 metri). Se niega a dar su documentación y manda a algunos al hospital. Otro link con la versión de los perros. writink sulla sua versione rilasciata alle Iene
13 abril 2020
Neviano (LE). Baja la mascarilla a un carabiniere y le escupe en la cara.
Turín – corso Giulio Cesare. Es solo el inicio
El ahora desenfrenado poder de la policía se ha manifestado hoy en una detención ejemplificadora, con sabor de agresión. Poco después del almuerzo, bajo la ocupación de Julio César 45, una docena de policías detuvo a dos hombres con un exagerado ejercicio de fuerza y sin prestar atención a las medidas de precaución anti contagio. La violencia de la acción fue tal que llamó la atención de las personas de la zona que, aunque encerradas en sus casas, no permanecieron en silencio y muchas salieron a la calle. Entre ellos también algunos camaradas que comenzaron a enfurecerse contra esa brutalidad agravada por el desprecio total y arrogante del posible contagio. Son precisamente los que imponen el bloqueo y tienen la gestión completa de lo que ocurre en las calles de las ciudades los que representan un peligro adicional para la salud más allá de lo que su papel normalmente les otorga. Numerosos vehículos de la policía y el ejército llegaron como refuerzos y frente a un vecindario claramente hostil comenzaron a presionar a los compañeros que fueron tirados al suelo, arrastrados y llevados.
Decenas y decenas de personas permanecieron en la calle junto con algunos simpatizantes que llegaron más tarde y cientos de residentes en las ventanas organizaron una verdadera protesta a pesar de las dificultades porque la paciencia tiene un límite y lo que sucedió por la tarde lo demuestra.
Con una velocidad increíble llegaron las primeras declaraciones de los políticos de la ciudad, de derecha e izquierda, que competían de forma desarticulada por el título de aquellos que apelaron a la represión de los anarquistas con mayor tenacidad a lo largo de los años. Parece claro que están asustados por escenarios que no pueden ni siquiera imaginar porque en Aurora el vaso parece estar llena y después de semanas de arresto domiciliario forzoso en estrechos apartamentos, una vida ahora literalmente reducida al hambre, hacia el Estado y sus representantes en uniforme están empezando a ver signos inequívocos de descontento.
En los barrios obreros de las ciudades esto podría ser sólo el comienzo. De hecho, hay noticias de un grupo de camaradas que fueron de patio en patio en Milán al final de la tarde en la zona del Tesino para contar los acontecimientos de Turín con el megáfono y que la respuesta de las casas fue de solidaridad sincera y ruidosa con los camaradas.
Aún no hay noticias ciertas sobre ellos, pronto informaremos de las actualizaciones. Mientras tanto, los periódicos dicen que están detenidos y que se ha denunciado a cuarenta personas por violación de las normas de la pandemia.
Lo que ha ocurrido hoy parece ser sólo el principio y no es casualidad que haya ocurrido entre las calles más pobres de la ciudad.
¡Libertad para Giordana, Marifra, Samu y Daniele!
¡Todos libres, todas libres!
[de Macerie]
Primavera silenciosa
Status
[ revisión de la traducción de contratodanocividad. Incluídas correcciones a la versión "Primavera-silenziosa-3" ]
Tan razonable como representar
una prisión de cierto género por otra diferente
es representar algo que existe realmente
por algo que no existe
Daniel Defoe
¿Por qué deberíamos soportar una dieta venosa no del todo nociva,
una casa en los suburbios no del todo inhabitable,
un círculo de conocidos no completamente hostil,
el ruido de motores no tan excesivo como para volvernos locos?
¿Quién querría vivir en un mundo que no es del todo mortal?
Rachel Carson, Primavera silenciosa
En los años 60, Rachel Carson, bióloga y ambientalista estadounidense, símbolo del movimiento ecologista internacional, que con el libro Primavera silenciosa lanzó una fuerte denuncia y un grito de alarma hacia el envenenamiento del planeta causado por el uso de pesticidas y en particular el DDT, entonces producido y utilizado a gran escala.
Una nocividad de uso tan extendido como el DDT, que todavía se utiliza hoy en día, aunque en formas más sutiles, había llevado a silenciar el campo del canto primaveral de los pájaros. Hoy, en tiempos de Coronavirus, la nocividad, además de los pesticidas, no solo ha aumentado, sino que se ha convertido en un entero sistema enfermo que diariamente, cuando no pone en peligro la supervivencia de los organismos vivos, los condena a vivir en una existencia tóxica y cada vez más carente de biodiversidad. La verdad es muy simple: solo estamos empezando a sufrir masivamente el efecto retardado del envenenamiento químico – nuclear – biológico – electromagnético acumulativo del planeta, envenenamiento que aumenta de forma cualitativa y cuantitativa cada año. La degradación de la naturaleza y de nosotros mismos que somos parte de ella solo puede conducir a esto. En una situación en la que los efectos nocivos se combinan entre ellos, la cuestión no es si podía ocurrir algún desastre climático, químico u otro, sino cuándo sucedería. O más bien, quizás la pregunta debería ser si no está sucediendo ya.
Quienes siguen sin están preparados para todo esto son la mayoría de las personas que sufren las consecuencias. Estas son diferentes dependiendo de la parte del mundo en la que vivan y obviamente según la condición social. Las pandemias, como los desastres climáticos o químicos, no hacen distinción de clase cuando atacan –a diferencia de sus inspiradores que luego se convierten en productores y gerentes– ya que una sociedad industrial solo puede dejar un pasaje lleno de deshechos para las generaciones presentes y futuras, siendo los explotados los que pagarán las peores consecuencias de esta sociedad industrial. Las pandemias, como las guerras, las hambrunas, el cambio climático, son oportunidades ineludibles para los estados, para la economía y, sobre todo, para la tecnocracia y las grandes empresas. Pandemias, guerras, hambrunas, cambio climático están en la agenda de la amenaza global, peligros a evitar absolutamente, y aunque se invierten grandes cantidades de dinero (como con los bonos emitidos poco antes de este coronavirus), se investiga, se dibujan hipotéticos escenarios y se piensa un mundo a medida de las pandemia.
Una de las referencias internacionales actuales en la lucha contra el coronavirus es la OMS (Organización Mundial de la Salud), un organismo que recibe inmensos capitales del sector farmacéutico que incluye Glaxo-Smithkline, Merck, Novartis, Pfzer, Roche, Sanofi y principalmente de la Fundación Bill y Melinda Gates. La mayoría de los fondos de la OMS provienen de particulares y están vinculados a financiar programas específicos decididos por particulares. De hecho, la OMS sigue lo que la Fundación Gates considera prioritario. Durante años, esta fundación ha influido en las políticas de ayuda internacional en el hemisferio sur y recientemente también en las políticas alimentarias mundiales promoviendo la agricultura industrial, los pesticidas, las semillas patentadas y los OGM. El capital es importante, pero lo es aún más la filosofía de Gates, que debe estudiarse cuidadosamente. Este hombre bien podía definirse como “la muerte, el destructor de los mundos”, como hizo Oppenhaimer demasiado tarde, después de su contribución a la fabricación de la bomba atómica. Gates, con su fundación, ayuda a los pobres en África, pero sueña con reducir la población mundial como buen neomalthusiano que es. En África también es el promotor y financiero del proyecto poco conocido Gene Drive (impulsores genéticos), un verdadero flagelo para el mundo. Este proyecto consiste en esterilizar, mediante técnicas de ingeniería genética, diversos cultivos de organismos vivos para ser liberados en la naturaleza y llevar a la extinción a especies consideradas dañinas, mediante la ingeniería de organismos específicos y ecosistemas completos con métodos selectivos. Con Gene Drive quieren acabar con la malaria al igual que Oppenhaimer quería anticiparse a una supuesta bomba atómica alemana.
Si el Amazonas se quema, pensamos en poner nuevas variedades de plantas más productivas de CO2, si el riesgo de contraer enfermedades aumenta a medida que los organismos tienen sus defensas naturales cada vez más bajas, pensamos en atiborrarlos de químicos externos, haciéndolos incapaces de cualquier reacción y condenándolos a la dependencia de los productos químicos y del sistema médico.
Para resolver los problemas los métodos son siempre peores que el problema en sí, si no de inmediato, ciertamente a largo plazo. En la sociedad tecno-científica el largo plazo nunca se toma demasiado en consideración, excepto en términos estrictamente técnicos o algorítmicos. Los tiempos orgánicos de la naturaleza y también de nuestros cuerpos son muy diferentes, seguramente más lentos porque se refieren a procesos finitos.
En los grandes organismos internacionales, se hacen predicciones sobre el futuro cercano que se convierten en un objeto de estudio cuidadoso. En octubre pasado, la Fundación Gates con el Word Economic Forum y el Centro John Hopkins para la Seguridad de la Salud simularon una pandemia mundial de Coronavirus, llamada «nCoV-2019» , para comprender y analizar lo que habría sucedido, desde el número de muertes hasta los métodos de contención.
“Cuando era niño, el desastre que nos preocupaba era la guerra nuclear. Hoy la mayor catástrofe posible ya no es esa. Si algo mata a 10 millones en las próximas décadas, es más probable que sea un virus altamente contagioso y no una guerra. No misiles sino microbios ”, Bill Gates.
La fatalidad se ha vuelto una probabilidad. No podemos sorprendernos por esto, igual que tampoco podemos sorprendernos por los efectos de la contaminación química, habitual o accidental, del medio ambiente por parte de la industria química, ni por las miles de nuevas moléculas puestas en circulación cuyo uso, en algunos casos, ha revelado efectos nocivos ignorados –por así decirlo– por sus creadores. La tasa de aparición de nuevas enfermedades, con agentes patógenos que encuentran un amplio campo de actividad en las condiciones de vida actuales, es más rápida que la evolución médica. Y en el mundo tal como se presenta ahora, tendremos que acostumbrarnos a esta nueva realidad.
No sabemos mucho sobre el origen de este nuevo virus, probablemente somos conscientes que la boca de la mentira, que sea el Estado o la OMS no importa, seguramente no empiece a decir la verdad ahora. La misma práctica del secreto, la misma irresponsabilidad hacia la sociedad reina en todos los laboratorios y, en consecuencia, es imposible que se llegue a alguna certeza sobre el origen y la historia de esta pandemia. Lo que sabemos con seguridad es que el virus que se está propagando a nivel planetario no es el resultado de un proceso excepcional, ya sea natural o artificial, sino que se encuentra dentro de las condiciones normales del progreso de esta sociedad tecno-científica.
Sin ir tan lejos como China, y si la memoria no se ha perdido por completo, estaría bien recordar Seveso. En este pequeño pueblo de Lombardía había una planta química de la multinacional Givaudan llamada Icmesa, pero los habitantes del país la llamaban “fábrica de perfumes”, precisamente porque oficialmente fabricaba aromatizantes y perfumes. En el grave accidente de 1976, lo que salió de la fábrica en grandes cantidades era dioxina, esa sustancia que todavía llevamos en el cuerpo en pequeñas cantidades desde nuestro nacimiento. Los productos químicos de Imcmesa no eran para perfumar a nadie, sino para crear armas químicas, en particular el Agente Naranja en los Estados Unidos. Partiendo de esta realidad indudable, y en estos ámbitos lo peor es a menudo lo más probable, se podría discutir extensamente sobre hechos que al ponerse de manifiesto y concretarse se convierten en una ocasión para experimentos a gran escala; sobre la posibilidad de que se revelen en su totalidad; sobre el riesgo de que sus efectos vayan más allá de lo que se había previsto y también se podría discutir la utilidad
de las enseñanzas que el sistema puede extraer de su camuflaje o de su espectacularización y su gestión.
En su libro 1984 , Orwell abordó el aspecto de cómo la mentira podría convertirse en verdad absoluta, a pesar de que evidencias incuestionables demuestren lo contrario. A lo largo de los años, hemos visto cómo el sitio de pruebas nucleares de Nevada, un lugar donde durante años se han organizado todo tipo de experimentos en términos de la posibilidad de destrucción de los pueblos y de todo el mundo, ha pasado a llamarse Parque Nacional de investigación ambiental , hasta el punto que un representante del Congreso presente en el acto dijera: “Con el tiempo, el público podrá escuchar los nombres de Savannah River, Oaak Ridge, Fermi Lab, Los Alamos, Idaho Park y Hanford, pensando en la investigación ambiental en lugar de los desastres ambientales”. Y hoy, en Seveso, en el mismo lugar que la empresa química suiza Givaudan-La Roche estuvo esparciendo sus venenos, se extiende el Parque natural del bosque de robles.
El efecto de la pandemia, a diferencia del pasado, está llevando a la posibilidad no solo de engañar a una población por un período de tiempo, sino a la posibilidad de engañar a la población todo el tiempo.
Propaganda pandémica
La gente no estaba preparada para esta pandemia porque en los últimos tiempos es la primera vez que ocurre algo así. En el imaginario, por otro lado, esta posibilidad ha sido asimilada durante mucho tiempo, aunque de forma confusa y casi irracional, no construida con herramientas analíticas y culturales sino a través de machacar durante años con imágenes e informaciones transmitidas por los medios y las redes sociales que instrumentalizan, exaltan o banalizan según la ocasión; a través de la ficción, de películas, Netflix y llamamientos de organizaciones humanitarias. Una asimilación a través de la producción constante de la percepción del mismo riesgo.
La atención general sobre el Coronavirus, especialmente al principio, cuando se pensaba en un origen estrictamente chino, pronto se convirtió en resentimiento, odio y mucho más hacia los chinos que se convirtieron en los autores y portadores de esta epidemia primero en Italia y luego en el mundo. Observamos indignados los movimientos autoritarios de China con biometría, con la red 5G de vigilancia y seguimiento, con drones en el cielo y con la imagen de una ciudad desierta de millones de habitantes como Wuhan. La propaganda masiva aparentemente neutra ha tratado de dar materialidad a un enemigo inmaterial donde dirigir todas las ansiedades y frustraciones de muchas personas que están cada vez más desconcertadas y temerosas. Pronto, cuando inevitablemente la mirada tuvo que cambiar a la situación italiana, los nuevos untori [lease contagiado y/o posible provocador de contagio] pasaron a ser los ”irresponsables”, aquellos que no tenían un comportamiento adecuado; una vez más se crea una fuerte campaña mediática donde la voz de los gobernadores regionales describía una realidad que no se ajustaba en lo más mínimo a lo que estaba ocurriendo en los territorios donde el miedo había hecho que se interpretaran de manera aún más restrictiva las prescripciones de los primeros decretos. Quizás no encontraron la dosis idónea entre aterrorizar y reprimir. El hecho es que durante semanas hemos visto la sucesión de decretos cada vez más restrictivos, deliberadamente ambiguos, con normas de salida constantemente renovadas para avivar y poner bajo presión constante todas esas ansiedades que crecieron gradualmente también debido a la expansión del número de contagios. Cerrar todo e inmediatamente gritaron los voceros regionales, pero luego muchos call center, logística y sobre todo muchas fábricas, especialmente las de componentes militares, continuaron trabajando en situaciones críticas: en esas condiciones fuera se arriesgaban multas y incluso la cárcel, pero dentro de la fábrica las reglas de producción estaban en vigor, tanto que dieron bonificaciones salariales para incentivar a la gente a ir al trabajo.
La atención se ha desplazado hacia la muerte, mejor dicho, se ha secuestrado por completo. Se muestra continuamente; basta la imagen de los camiones del ejército llenos de ataúdes que salen del cementerio de Bérgamo en procesión silenciosa, una imagen que encaja perfectamente en un narrativa de guerra de los gobiernos para describir la emergencia actual: «Estamos en guerra contra un enemigo invisible». Un recuento de la muerte con cifras contradictorias y cuestionables dadas continuamente y actualizadas a lo largo de las horas. La imagen de la muerte fue acompañada por la de los héroes: los trabajadores de la salud incansables, los enfermeros y médicos que hacen lo imposible en una situación desesperada, evocando a los bomberos después del colapso de las torres gemelas en los Estados Unidos. La situación de los hospitales y, en general, del estado de los equipos no se ha censurado, no hay justificación para intentar dar otra visión de la sanidad italiana. No, esta se ha expuesto más allá de todos los límites, transformándola de un “bien común” en un desastre común en el que todos podrían sentirse parte. Se ha llegado casi a contar la calderilla y a esperar que los equipos de fútbol o las estrellas de cine hicieran algunas donaciones. Se ha olvidado que hace poco tiempo, la Fundación Telethon logró desviar miles de millones para la investigación de enfermedades genéticas muy raras, cuando enfermedades muy comunes como los tumores están cada vez más extendidas debido al aire que respiramos, la comida que comemos y, en general, por las condiciones de degradación ambiental en las estamos obligados a vivir. Enfermedades que asumen cifras exorbitantes que nunca han sido contabilizadas por nadie y que nunca han provocado que se declare un estado de emergencia.
Al recuento de los muertos, pronto se añadió el recuento de mascarillas, luego el numero de camas para llegar a la falta de desinfectante. Nadie se ha molestado en investigar qué ha pasado con el sistema nacional de salud aquí en el rico Norte, hecho un desastre por los constantes robos, recortes y privatizaciones. Los creadores de estados emocionales se han preocupado de apartar el plano que habría generado dudas sobre dónde estaba la verdadera emergencia, con el riesgo de verse en situaciones de revuelta ingestionables como las que ocurridas en muchas cárceles, donde los numerosos presos muertos demuestran como están las cosas.
En medio de un Bérgamo desierto y asustado llegaron las tropas del ejercito, aparentemente para responder a la llamada los periódicos regionales que veían gente en todas partes. Una vez más, “el modelo Greta” ha prevalecido, transfiriendo la responsabilidad de lo que está sucediendo a cada individuo: se puede ser irresponsable saliendo de casa (decretos regionales) o cogiendo un avión (Greta) y se puede ser un ciudadano responsable capaz de hacer una contribución positiva al actual estado de las cosas. Pero esta contribución positiva es solo una quimera, teniendo en cuenta que la mayoría de las personas no inciden en nada de lo que ocurre en su entorno: se pueden hacer carteles con arcoíris y frases retóricas, tal vez agregando banderas nacionales, se puede separar minuciosamente el reciclaje… siempre que la responsabilidad se continúe percibiendo como esta ofuscación del pensamiento crítico y se siga practicando esta obediente y generalizada servidumbre voluntaria.
La inteligencia artificial nos salvará
Los procesos tecnológicos que transforman la sociedad no dan grandes saltos, aunque las innovaciones y producciones en alta tecnología sean siempre más rápidas, todavía existen los tiempos necesarios que pueden ser más o menos largos para su aceptación. Y la aceptación social es el factor determinante de estos procesos, ahora sería impensable pasar del smartphone como una prótesis externa al cuerpo a prótesis más invasivas como un microchip subcutáneo. Todos estos procesos toman su tiempo, pero también es necesario que los contextos estén listos para acoger de forma positiva esa innovación, para no arriesgarse a tener una negativa, como en el primer modelo de gafas de realidad aumentada de Google.
El brote del síndrome de la «vaca loca», que estalló en Inglaterra debido a los mortíferos purés de cadáveres con los que se alimentaba, de modo económico, a animales de naturaleza vegetariana, dio lugar a que comenzaran a gran escala procesos de trazabilidad con el uso tecnologías como RFID (Radio Frequency Identification). Todo el sistema ganadero, en plena emergencia, dió un salto y se reorganizó para mantener sus ganancias intactas y al mismo asegurándose de no crear otras enfermedades tan letales y, sobre todo, tan inmediatas que todavía pudieran atribuírsele las causas. Para el sistema industrial, que desde hace tiempo es tecno-cientifico, sus efectos secundarios en el ciclo de producción representan cada vez más no solo la normalidad, sino también una posibilidad de reestructuración. La clave para la reestructuración es siempre tecnológica, sea cual sea el origen del desastre. Entonces, el problema no es una vaca «enloquecida» por tener una alimentación a base de cadáveres de ovejas, sino la falta de rastreo en la cadena de suministro, tener siempre bajo control la «locura animal» e intervenir cuando sea necesario con otras soluciones técnicas, sin tener en cuenta que estas son incluso más locas que las locuras que se querían curar.
También es curioso cómo se han llamado las pandemias a lo largo de los años. Muchos han tomado nombres de animales como las gripes porcina y aviar, el dengue, la enfermedad de las «vacas locas», hasta el Coronavirus, aunque no se le haya dado un nombre preciso relacionado con murciélagos o pangolines, el emparejamiento es continuo. Esta redacción inspirada en animales, tenga o no una base, siempre lleva el problema hacia afuera, una entidad ajena al hombre que represente la causa de las pandemias. Nadie ha pensado llamar a una pandemia Homo sapiens, o si el nombre de la especie podría cambiarse a Homo tecnologicus, sin duda sería más realista teniendo en cuenta que la sociedad tecno-científica es el origen de todo en sus procesos de sustitución, ingenierización y artificialización de la naturaleza
El llamado “estado de emergencia” se expande y se extiende por todas partes, no podría ser de otra manera ya que los desastres se multiplican visiblemente y cada vez los camuflan menos. A menudo se combinan entre sí creando situaciones que dejan a la mayoría de las personas desconcertadas, incapaces de intervenir y, sobre todo, maleables para aceptar cualquier sacrificio que unas pocas horas antes sería impensable. Si el desastre ya no se puede camuflar, entonces se exacerba y se pone en evidencia todo lo posible, contando con una anestesia de la capacidad crítica de quien intenta comprender lo que realmente tiene ante sus ojos. Muchas plantas nucleares ahora se están construyendo cerca de centros habitados, compartiendo el parque verde donado y cuidado amablemente por la misma compañía dueña de la planta. El temor a un accidente atómico, químico o pandémico no está destinado a desaparecer. La percepción que de quiere dar, la que tiene que ser asimilada, es una situación bajo control: hay radiación, pero hay técnicos que se ocuparán de ella, hay dioxina pero no en dosis mortales, hay una pandemia basta con entrar en casa y cerrar la puerta.
El 11 de septiembre, con el ataque a las Torres Gemelas, o en Italia al G8 en Génova, parecían simples paréntesis, “situaciones excepcionales” destinadas a sanar y destinadas a reingresar al ámbito democrático. El 11 de septiembre permitió al gobierno de los Estados Unidos, bajo la ola emocional de los Estados Unidos heridos, inventar la amenaza del terrorismo y desencadenar dos guerras: una afuera y otra adentro creando leyes especiales diseñados para limitar, si no para destruir las libertades de los estadounidenses. En Génova, tres días cortos condensaron bien lo que puede hacer un estado democrático y, después de esos temores, nada podría volver como antes, el poder lo sabía bien, con un mensaje que no se aplicaba solo a los movimientos sociales de Italia. Esa infraestructura para torturar, Esa infraestructura para torturar, encarcelar y matar nunca se ha desmantelado, fue el resto del sistema el que se reestructuró.
La digitalización de la sociedad: una lección de google y compañía
El Ministro de Desarrollo Económico (MISE), el departamento del gobierno italiano que incluye política industrial, comercio internacional, comunicación y energía, ha dejado muy claro cómo el Gobierno tiene la intención de abordar el tema de la recuperación económica, durante y especialmente después de la “emergencia del coronavirus”. Para empezar, se han destinado 25 millones de euros al proyecto : Case delle tecnologie emergenti “para proyectos de investigación y experimentación basados en Blockchain, Internet de las cosas e inteligencia artificial” , dirigido a los municipios de Italia para la prueba de sistemas innovadores y para la realización de la red 5G, desarrollo central también en el decreto Cura Italia [decreto del estado italiano que supone 25.000 millones de euros a los afectados por el coronvirus asi como para el desarrollo de estas tecnologías. N. del T.], que ha dado via libre a las teleoperadoras para el aumento de potencia y la instalación de nuevos emplazamientos de comunicaciones.
La ministra de Innovación Tecnológica y Digitalización, Paola Pisano, que forma parte del partido Movimiento cinco estrellas, el cual siempre ha tenido como referencia Internet y no el mundo real para construir su propia idea de democracia, dijo: “Lo digital y la innovación son aliados preciosos para hacernos vivir una vida diaria sostenible, mejorando nuestra calidad de vida a pesar de las limitaciones” . El proyecto de la ministra llamado Solidaridad digital tiene la intención de “hacer que todos los servicios digitales sean un factor común para ayudar a los ciudadanos a llevar a cabo desde casa lo que solían hacer en la oficina o la escuela”. Una solidaridad entre las máquinas y la ministra no oculta que estas no son ideas de hoy, pero que eso es lo que siempre han querido hacer. Se necesitaba una emergencia de este nivel para aniquilar por completo la ya inestable solidaridad humana: las personas deben comunicarse por medio de dispositivos, entre máquinas, ya no entre sí, hacia una degradación y erosión de cualquier relación social en vista de un distanciamiento social permanente.
Estos proyectos prevén una parte pública, pero sobre todo una parte privada. Precisamente son las empresas privadas las que menos se han visto afectadas por las restricciones gubernamentales y esta crisis ha sido una oportunidad para impulsar sus proyectos. En tiempos de confinamiento en el hogar, son las compañías de Big Data las que han secuestrado la atención de millones de personas conectadas constantemente a la red para tratar de orientarse de alguna manera o simplemente por distracción, haciendo que el uso del teléfono inteligente sea aún más compulsivo. En esta fase de cambio forzado, estas compañías han reforzado su control utilizando su armamento para estar aún más presentes y generalizadas. Por ejemplo, Google con chats de video, correo electrónico, software de productividad y entretenimiento de Youtube; Facebook que permite a las personas ver lo que están haciendo amigos y familiares y, junto con Instagram y Whatsapp, ayuda a reemplazar el contacto directo entre las personas; Todos los dispositivos y aplicaciones de Apple que permiten a las personas seguir trabajando y entretienen a los niños ocupando el lugar de los padres incluso si están presentes. En el proyecto de Solidaridad Digital para apoyar el esfuerzo colectivo, también estará presente IBM que se centrará en el trabajo inteligente y Microsoft (sin Bill Gates, que ahora se ocupa de pandemias) que utilizará sus tecnologías para el trabajo inteligente y la escuela.
Amazon garantiza el suministro de todos los productos y también el entretenimiento digital a través de Prime Video, Kindle, Audible. En los supermercados y pequeños minoristas, la venta de lo que se consideró superfluo (libros, papelería …) estaba prohibida, pero esta prohibición no se aplicaba a la distribución a gran escala de Amazon, un sector que evidentemente se considera esencial también en su logística de distribución de lo superfluo. Desde el mes pasado, Facebook se ha asociado con la OMS ofreciéndola espacios publicitarios gratuitos para promover “información precisa”. En la misma línea, Google y Youtube promueven y dirigen búsquedas de información sobre Coronavirus hacia lo que declaran la OMS y los medios oficiales y Google está creando sitios web específicos para administrar la grandes cantidades de información. En una entrevista reciente, la vicepresidenta de Facebook, Molly Cutler, dijo: “simplemente nos damos cuenta de la seriedad del momento y la importancia de hacer lo que hay que hacer en un momento en que nuestros servicios son realmente necesarios”.
Para contener la pandemia, China simplemente ha utilizado y perfeccionado las tecnologías de vigilancia existentes a gran escala, la ciudad de Wuhan tiene una red 5G y un sistema de Internet de las cosas que es el más desarrollado del mundo. Dos aplicaciones como Alipay y WeChat, que prácticamente reemplazaron el dinero efectivo en China, han sido muy útiles para aplicar las restricciones porque permitieron que el gobierno siguiera constantemente los movimientos de las personas y bloqueara a los que habían contraído el virus. “Todas las personas tienen una especie de semáforo” explica Gabriel Leung, rector de la facultad de medicina de la Universidad de Hong Kong, un código basado en los colores verde, amarillo y rojo que aparece en el teléfono inteligente permite a la policía y al ejército, ubicados en puestos de control especiales, determinar quién podía pasar y quién debía ser detenido. Obviamente, la vida social con estas medidas no solo se ha reducido sino destruido. Una delegación dirigida por la OMS en una visita reciente a China planteó muchas dudas y preocupaciones sobre medidas de contención tan drásticas. Sin embargo, el mismo organismo no se ha indignado cuando se están aplicando las mismas métodos en Europa y en el resto del mundo, simplemente con un nivel menos avanzado en tecnología de vigilancia, en la que China es la primera en el mundo.
Este tipo de medidas reflejan las tomadas en contextos de contrainsurgencia, como la ocupación militar-colonial en Argelia o, más recientemente, en Palestina. Nunca antes se habían tomado a nivel mundial y con un aparato tecnológico tan disponible, ni en megaciudades que albergan a una gran parte de la población mundial. Mientras tanto, también en Italia, se están adoptando métodos técnicos para localización de personas. El garante de privacidad en Italia garantiza que “El intercambio y, antes de eso, la recopilación de datos debe llevarse a cabo de la manera menos invasiva posible para las partes interesadas, favoreciendo el uso de datos pseudonomizados (si no anónimos), recurriendo a la reidentificación cuando sea necesario, por ejemplo, contactar individuos potencialmente infectados. En la compleja cadena de suministro en la que se articularía el rastreo de contactos, las entidades privadas, a partir de las grandes plataformas, deberían poner los activos de información a disposición de la autoridad pública, a quien el análisis de los datos debería reservarse”. La privacidad es en sí misma una quimera, una promesa que no se puede cumplir por la simple razón de que su erosión ya comenzó hace algún tiempo. La privacidad ya estaba muerta con la simple generalización de dispositivos como los teléfonos celulares.
En la recolección de datos faltaban los sanitarios, para llegar a convertirnos a todos en pacientes, elemento fundamental para la gestión total de nuestras vidas; el proyecto Watson de IBM está ya avanzado en esa dirección. Y si la máquina algorítmica promete hacerlo mejor que el hombre, ¿por qué retroceder cuando las relaciones humanas hacían perder tiempo, con riesgos, además, de posibles contagios?
Contrastar una nocividad no solo significa considerar quién la ha querido, realizado y hecho necesaria, sino también considerar a esos impostores que prometen mantenerla dentro de límites y parámetros precisos, controlados y supervisados quizás por una entidad pública. Y aquí está el punto: pensar en gobernar estos procesos es una ilusión, inevitablemente se harán cargo, obviamente usando un sistema de regulaciones éticas, de salud u otras.
La dirección tomada es la de una sociedad cibernética con un acompañamiento dulce hacia la vigilancia total con el manejo y condicionamiento del comportamiento de las personas. En medio de este contexto, será cada vez más difícil y ridículo hablar sobre la tan cacareada “privacidad” o decir que la red 5G prococa tumores. El clima de emergencia ha transformado la red 5G en una “tecnología de emergencia” al acelerar la instalación de una gran cantidad de antenas nuevas partiendo desde las áreas más afectadas por el Coronavirus. La red 5G en la retórica de la propaganda es necesaria para apoyar el desarrollo de la digitalización, el aumento del tráfico de red y el análisis algortímico de los datos sanitarios: “Pensad en la utilidad que la red 5G tendría en los enlaces de radio entre hospitales, protección civil, regiones”, dice De Vecchis, presidente de Huawei Italia, y las palabras del CEO de Zte Italia también son significativas: “Lo que los operadores deben hacer es un razonamiento a largo plazo para estar preparados para enfrentar crisis, esta es una lección para todos: Internet debe considerarse con la misma importancia que la distribución de agua, gas, electricidad”.
La cuestión crucial es comprender que esto no será ni un paréntesis simple ni una prueba general, sino el comienzo de lo que se pretende que sea la nueva normalidad, dejando de ser un estado excepcional en la sociedad del futuro cercano. Hasta ahora solo hemos visto la creación y el manejo de varias emergencias a pequeña escala, desde terrorismo hasta desastres naturales, pero nunca a gran escala y con tanta intensidad. Y no hay duda de que este ejercicio durará mucho más de lo anunciado, abriéndose y volviéndose a combinar con nuevas situaciones que aún son difíciles de prever y comprender en su totalidad y en sus consecuencias finales.
¿Qué nos queda por hacer en una sociedad donde nuestras propias relaciones y vidas están digitalizadas? Cuando Ivan Illich criticaba el sistema educativo decía que tenemos que desescolarizar la sociedad; a nosotros solo nos queda desconectar, tanto como sea posible y en todas partes, este mundo máquina antes de que se pierdan irreversiblemente los significados más simples y profundos sobre lo que es el ser humano, la libertad y la naturaleza. El mundo máquina ya ha dado su respuesta a esto, a todos los individuos que todavía anhelamos la libertad no nos queda más que cortar la malla de esta red que nos domina.
Bérgamo, marzo de 2020
Resistenze al nanomondo
www.resistenzealnanomondo.org
Mirada oblicua
“Abre bien los ojos, mira”
Julio Verne
“La primera batalla cultural es mantenerse en guardia ante los hechos”
Hannah Arendt
La desinformación periodística descompuesta y de emergencia actúa como narrador unidireccional de la compleja situación en la que estamos inmersos desde hace un mes. Improbable encontrar un único prisma de análisis y observación para afrontarla. Muchos planos, perspectivas y dinámicas se mezclan y se entrelazan, recordando los intereses relativos y los protagonistas de los procesos ya en curso. Hay que decir que, como suele ocurrir en la historia, los acontecimientos de emergencia aceleran ciertos procesos y en este caso surgen claramente los que son los objetivos que, gracias a esta pandemia, nos gustaría alcanzar.
La excepcionalidad permite mover el límite de lo aceptable de una manera poco ruidosa y sin previo aviso, implementando “transformaciones silenciosas” irreversibles.
“Es importante que los escenarios no sean predicciones. Más bien, son supuestos ponderados que nos permiten imaginar, y luego probar, diferentes estrategias para estar mejor preparados para el futuro – o más ambiciosos, cómo ayudar a dar forma a un futuro mejor… los escenarios son un medio por el cual es posible no sólo imaginar sino también realizar un gran cambio” (Rockefeler Foundation).
La fragmentación social se ha impuesto con la retórica del “distanciamiento como nueva forma de solidaridad”, mientras que en algunas fábricas el ruido de la maquinaria continúa sin cesar para no interrumpir el flujo de capitales.
Salta a la vista, entre otros, el ejemplo de algunas empresas de la zona de Bérgamo, Tenaris Dalmine, del grupo Techint. Especializada en el suministro de tuberías para el sector petrolero, no ha parado la producción apoyándose en su amistad “desinteresada” con los alcaldes de los municipios de Bérgamo.
Una fábrica que, aunque hubiera cerrado, no habría perdido sus beneficios, ya que los propietarios también son dueños del hospital privado multiespecialidades Humanitas Gavazzeni.
Por uno lodo u otro, la ganancia gracias a la pandemia estaba asegurada.
Una afirmación teatral para hacer que “las mentiras parezcan sinceras y el asesinato respetable” (G. Orwell).
Una emergencia que pone aún más de relieve cuáles son los mecanismos de la vida social, trazando con mayor profundidad los límites entre la clase dominante y los explotados, aplanando la subjetividad en favor del utilitarismo en el que el trabajador queda reducido a una mera herramienta y los ancianos fallecidos a un número estadístico con el que competir con las tasas de mortalidad de otros países.
El boletín diario de noticias del recuento estadístico de muertes marca estos días de cuarentena. La administración de la muerte, como de la vida, se convierte en materia prima de los cálculos matemáticos, transformando la vida cotidiana en un portaobjetos de microscopio.
Ya no son suficientes los datos digitales recogidos por una mano que toca una pantalla táctil, necesitamos los datos biométricos de esa mano.
Los cuerpos se convierten en el lugar de extracción, el medio, la fuente y el espacio de vigilancia.
“La eficacia de los gobiernos se mide por su capacidad para cambiar el comportamiento diario de la gente“.
Desde el comienzo de la emergencia, se dieron por descontadas la activación de las plataformas de trabajo inteligentes (utilizadas por más del 70% y que con las últimas disposiciones para la fase 2 está a punto de ser obligatoria en algunos sectores) y la educación en línea (utilizada por el 98% del sector), destacando que si éstas se ponen inmediatamente en funcionamiento, significa que ya existía una infraestructura capaz de soportar miles de millones de interacciones en la red con una sobrecarga extra que en este momento ha alcanzado picos de +90%.
El contexto de emergencia está creando así la condición fértil para el avance de los procesos tecno-científicos, algunos de los cuales se están beneficiando de la aceptación social creada por la producción de miedo y la visión salvadora de la tecnología.
Se habla de simplificar los trámites burocráticos para la amplificación de la red precisamente en las zonas más dobladas por el virus, Lombardía in primis.
“Desde el punto de vista tecnológico, un plan de emergencia a corto plazo para proporcionar a una zona limitada como Lombardía una red 5G inmediatamente operativa es perfectamente factible“, dice el CEO de ZTE Italia.
“Gestionar la crisis mientras se construye el futuro” tiene un significado negativo absoluto desde el momento en que el futuro que se construye es el suyo, en el cual nosotros y nuestras interacciones nos convertimos en pellets de datos para saciar los algoritmos.
Estamos siendo testigos de una equiparación entre nuestro mundo y el funcionamiento de una máquina en la que cada movimiento está perfectamente regulado, supervisado y lubricado.
Basta con mirar a los 17 especialistas elegidos por el gobierno de Conte que formarán parte del Grupo de Trabajo que se encargará de la “Fase 2” para el volver a arrancar el país. Significativamente, será dirigido por el ex CEO de Vodafone, Vittorio Colao, apoyado por numerosos técnicos y expertos, incluyendo a Roberto Cingolani, actual jefe de la innovación tecnológica de Leonardo y director del Instituto Italiano de Tecnología. Se les confía la tarea de “repensar la organización de nuestras vidas y preparar el retorno gradual a la normalidad“.
Una re-organización encargada a los técnicos, organizada por el Estado y sus administradores, que nos llevará en una dirección nada misteriosa.
En suelo italiano, Vodafone fue la primera compañía telefónica, una de las más grandes del mundo, en invertir en la infraestructura 5G. En los primeros meses del año pasado fue la única compañía que ofreció cobertura 5G en las cinco ciudades piloto italianas (Milán, Bolonia, Turín, Nápoles y Roma).
La decisión de crear un grupo de trabajo encabezado por el antiguo director general es una clara elección destinada a apoyar el espíritu tecnológico dominante destacando las “afinidades electivas” entre el sistema técnico y el poder estatal.
Hace pocos días el actual CEO de Vodafone, durante una audiencia en Montecitorio se ha expresado respecto a las perspectivas de futuro del país afirmando que “sé bien cuánto se conocía ya la importancia de la tecnología y de las redes […]. Me gustaría señalar que hemos decidido centrar parte de la atención y el compromiso que estamos poniendo en el campo en las necesidades sanitarias que pueden desarrollarse gracias a la difusión del 5G y sus aplicaciones.
Vodafone está fortaleciendo su colaboración con los hospitales e instituciones de atención de la salud para poner a disposición de la salud de los italianos las tecnologías más avanzadas y ayudar a nuestros médicos y enfermeros en su valiosa labor para la comunidad. […].”
Tras una serie de premisas para poner de relieve las ramificaciones del poder de la empresa en esta situación de emergencia, pasamos al interés real de esta declaración en la que se pide “un ajuste inmediato de los límites del campo electromagnético al nivel de los demás principales países europeos (en Italia tenemos los límites más restrictivos de toda la Unión Europea) y es necesario adoptar medidas de simplificación, valiéndonos de las instituciones ya conocidas de nuestro sistema de auto certificación y del consentimiento tácito“.
¿Qué mejor momento para salir a relucir? Sobre todo porque las obras de la nueva infraestructura 5G ya están en marcha desde hace algún tiempo (los anuncios y los documentos oficiales hablan muy claramente de ello) ya se han instalado cientos de antenas, por lo que de hecho el desplazamiento del límite de tolerancia ya está en marcha y esta pantomima con el gobierno probablemente sólo representa una formalización necesaria para la institucionalización de la red 5G.
Vodafone también puede encontrarse en el servicio de mensajería gratuito relacionado con las aplicaciones de vigilancia y cartografía de personas en la fase de diseño y ejecución en todo el territorio.
Vodafone, junto con Google, Facebook, Amazon, Apple, Microsoft y otros del sector, han podido colaborar en la gestión de emergencias aprovechando un momento de vulnerabilidad para aplicar condiciones que de otro modo serían prematuras. El intercambio de datos y los mapas digitales, la creación de aplicaciones ad hoc y la “solidaridad digital” son algunos ejemplos de cómo, bajo llave humanitaria, las grandes multinacionales de la vigilancia han podido engordar aún más sus servidores de datos y subir unos cuantos escalones en la aceptación de las innovaciones tecnológicas.
En un futuro no muy lejano, será en nombre de la seguridad de la salud “digital”, de la conveniencia del trabajo “flexible” y de la educación escolar, que la infraestructura para las ciudades inteligentes se pondrá en práctica cambiando la ilusión de libertad en las comunicaciones ilimitadas por el control y la vigilancia totales.
Un proceso en el que somos inducidos a participar, enrolados en el progreso técnico, y en el que nos confesaremos diariamente –a través de dispositivos tecnológicos– una necesidad interior sabiamente manipulada por un nuevo poder totalizador, fluido, consensual, de “escala humana”.
La aparente “benevolencia” de un poder es lo que lo hace tan efectivo.
En China, con la emergencia finalizada –al menos por Coronavirus– cada movimiento e interacción es registrado, analizado a través de DataMining y clasificado a través de un teléfono inteligente. Si subes a un autobús, a un tren, entras en una estación o en una zona determinada de la ciudad, hay un código QR que debes escanear para que el sistema registre el paso. Una administración automatizada de oleoductos que cruzando datos, algunos de los cuales no podemos ni siquiera imaginar, analiza cada aspecto de la vida en un proceso prescriptivo del que estamos excluidos.
Una nueva implementación del Sistema de Crédito Social¹ que el gobierno chino se había propuesto hacer plenamente operativo justo este año después de una fase “experimental” de 6 años, a la que seguiría la afiliación obligatoria para todos los ciudadanos. Ahora, por lo tanto, a las cuatro macroáreas escaneadas por este sistema (honestidad en los asuntos gubernamentales, integridad comercial, integridad social y credibilidad financiera) se añade el área relativa a los datos sanitarios de las personas, completando el perfil bio-social.
El contexto chino, junto con lo que está sucediendo en Corea del Sur, Singapur e Israel, aunque con diferencias considerables, es ciertamente importante, pero basta con echar un vistazo a todo lo que está sucediendo en suelo italiano para darse cuenta de que el control y la gestión social de Xi Jinping no está tan lejos como parece.
La emergencia del Coronavirus, por lo tanto, es la tormenta perfecta que ha permitido al gobierno chino fortalecer e implementar esos sistemas ya inaceptables pero activos desde hace varios años, elevando aún más el umbral de aceptación social.
Lo que se presenta como un sistema extraordinario para mapear el contagio sólo sirve para hacernos partícipes de la creación de nuestro perfil y de nuestra vigilancia.
“Las tecnologías más profundas son las que desaparecen. Se unen al tejido de la vida cotidiana hasta que se vuelven indistinguibles de ella” S. Zuboff.
Con aplicaciones que te dicen si puedes ser infectado por el Coronavirus, con punteros biométricos que controlan tu temperatura, con drones que vigilan tanto las ciudades como los caminos de montaña para tu seguridad, se materializa rápidamente un nuevo mundo en el que la realidad se descompone, se vuelve a montar y se vuelve a proponer por las empresas y los gobiernos.
Citando a D. Lyon “nos convertimos en la síntesis de nuestras transacciones, mecanismos de clasificación” en la que es el algoritmo de un teléfono lo que nos dice como podemos actuar dentro de un espacio determinado.
La vida cotidiana que conocíamos es triturada para construir un nuevo futuro a una velocidad tal que paraliza nuestra conciencia y crea enormes vacíos.
Una vez más se nos vuelve a proponer la inevitabilidad de la solución tecnológica.
Una ideología peligrosa, contagiosa.
Una vez más se confunde una estrategia calculada al detalle en una contingencia histórica concreta con un suceso absolutamente de emergencia y extraordinario que se propone gestionar una situación difícil de la manera menos impactante posible.
De esta manera nos acostumbraremos a la “Tecnología tranquila“* y sin darnos cuenta estaremos inmersos en el mundo de la tecnología que desaparece [se diluye] en los ambientes de nuestra vida cotidiana haciéndonos perder de vista la frontera entre lo real y lo artificial.
Hay muchas metáforas relativas a la guerra refiriéndose a esta pandemia. Pero si hay una guerra en curso, es la guerra contra la naturaleza, la naturaleza humana, su carácter social y su voluntad de pensar y actuar. Una guerra relámpago, que golpea con velocidad y que intenta generar sujetos indefensos, confusos y asfixiados. Pero a diferencia de la guerra, hecha de “mentiras unificadoras” a las que se refieren periodistas y administradores del Estado de diversa índole, que empujan el nacionalismo hacia un enemigo externo –e interno– , esta ofensiva debe crear rápidamente una conciencia de la realidad que toma forma a nuestro alrededor, y empujarnos a tener “sangre fría para pensar lo impensable“.
Una narrativa fragmentaria y funcional ha secuestrado los sentimientos y pensamientos en favor de la plena confianza en los líderes estatales y del sector de las telecomunicaciones, los tecnócratas y los investigadores de diversa índole. Hay espacio para cualquier experimento que pueda ayudar a salvarnos de la pandemia. Desde la manipulación genética con CRISP-Cas9, a los experimentos con monos, de los proyectos de vacunas sintéticas en diversas partes del mundo, a los chips implantados bajo la piel, la ignorancia y el miedo abren la puerta al sistema tecno-científico.
En EE.UU. y China ya se habla de la carrera geoestratégica de las biotecnologías.
Las potencias mundiales están presionando para conseguir los mejores laboratorios y asegurarse un asiento en primera fila en la carrera por las vacunas y los ensayos con humanos.
Entre los más afectados por esta pandemia están sin duda los ancianos.
Después de 1985, año reconocido como el de la primera generación de lo que Mark Prensky bautizaría como nativos digitales, y en los decenios siguientes aún más, la realidad que vivimos hoy se percibe como la única viable, impensable un pasado diferente sin comodidades digitales ni tecnologías persuasivas.
Estamos corriendo hacia un mundo, como imaginó J. Verne en el París del siglo XX, dominado por la técnica y sus ingenieros, en el cual el arte, la literatura y la humanidad terminaron cogiendo polvo, amontonados en bibliotecas abandonadas y olvidadas por todos.
Este virus afecta principalmente a las últimas generaciones de “encariñados” con la era pre-digital de la historia de la humanidad, las menos adaptables a este nuevo sistema algorítmico, constituido por redes, sensores y chips. Con ellos se van las historias que describen la actualidad como una pesadilla de ciencia ficción absolutamente inimaginable hace unas décadas.
Como escribe H. Keyeserling, “dondequiera que la técnica penetre, ninguna forma de vida pre-técnica puede resistir el largo plazo.”
Incluso si las nuevas vanguardias tecnológicas están diseñadas para abarcar todos los grupos de edad con los nuevos proyectos de ‘Active and Assisted Living’ (AAL) porque “no puede haber una ciudad inteligente sin ciudadanos-smart y especialmente ancianos-smart!”
La memoria también es indispensable porque nos recuerda otros mundos posibles. existidos y que pueden existir bajo otras formas.
La memoria nos salva de la inevitabilidad del presente que parece aplastarnos hasta el punto de sofocar toda voluntad y es indispensable, pero no puede ser la clave para leer este presente.
Las nuevas formas de poder que actúan en el presente no tienen antecedentes históricos y analizarlas bajo la óptica de los modelos del pasado sería un error que no nos permitiría captar plenamente sus peculiaridades y, en consecuencia, encontrar las estrategias para oponerse a ellas.
Los periódicos de gusto siniestro venden miles de ejemplares por los continuos artículos sobre el estéril recuento estadístico de muertos, en el vecindario no se habla de otra cosa.
En las últimas semanas en la ciudad, el luto hace de metrónomo en estos días silenciosos.
Pero si hay un sentimiento de luto que seguramente debemos tener es por todo lo que nos están quitando. Por toda la libertad individual de la que se están apoderando y por toda la destrucción que ejercen inexorablemente contra la Tierra y sus habitantes.
Unos tiempos sin cabida para el asombro y la consternación, serán tiempos en los que nos habremos habituado a un estado de cosas inaceptable. Reivindiquemos nuestro asombro y nuestra maravilla, hechos de rabia y angustia, porque son esos sentimientos los que estimulan la conciencia, la acción y la voluntad de querer sin esperar los tiempos en que los sentimientos se conviertan en “derechos” que el Estado nos concede.
“¿Cuánto tiempo pasará antes de que olvidemos quiénes éramos cuando aún no éramos de su propiedad, reclinados a media luz para estudiar viejos libros sobre la autodeterminación, con un chal para calentarnos, una lupa en nuestras manos, como si estuviéramos descifrando antiguos jeroglíficos?“
S. Zuboff
Nella
Bergamo – 14 Aprile 2020
¹ Sistema de Crédito Social chino: el sistema nacional chino de clasificación de ciudadanos que funciona mediante el cruce de información relativa a la condición social y económica y la evaluación del comportamiento de cada individuo. No es sólo un sistema de vigilancia capilar y de masas, sino una precisa arquitectura técnica para dirigir el comportamiento hacia una dirección programada.
Se basa en las tecnologías de análisis de Big Data que, mediante la asignación de puntuaciones, crea perfiles de inclusión o exclusión en la sociedad transformando los puntos en “derechos” que, como puntos, pueden perderse o adquirirse. El programa prevé la elaboración de listas negras expuestas públicamente. Un sistema que fomenta la participación de sus ciudadanos según un principio de interiorización, confiando a mecanismos automatizados el mantenimiento del orden social. Ha estado en vigor desde 2014, en fase de prueba y adaptación, y a partir de previsiones programáticas se está preparando para que sea obligatorio para todos los ciudadanos este mismo año.
* [Nota Añadida por el traductor]
El término “tecnología tranquila” (Calm Technology o Calm Design), acuñado por los investigadores Mark Weiser y John Seely Brown en 1995 en respuesta a la creciente complejidad que estaban creando las TIC, bajo la idea de que estos sistemas deberían simplificar las conexiones y no seguir generando otras nuevas.
Es un tipo de tecnología de la información en la que la interacción entre la tecnología y su usuario está diseñada para que ocurra en la periferia del usuario en lugar de estar constantemente en el centro de atención. La información de la tecnología se desplaza suavemente a la atención del usuario cuando es necesario, pero por lo demás permanece en calma en la periferia del usuario. Mark Weiser y John Seely Brown describen la tecnología de la calma como “la que informa pero no exige nuestro enfoque o atención”.
Como describía Mark Weiser, en “Designing Calm Technology” (1995)
“Para que una tecnología sea considerada ‘tecnología tranquila’, hay tres principios básicos a los que debe adherirse:
– La atención del usuario a la tecnología debe residir principalmente en la periferia. Esto significa que o bien la tecnología puede cambiar fácilmente entre el centro de atención y la periferia o que mucha de la información transmitida por la tecnología está presente en la periferia en lugar de en el centro.
– La tecnología aumenta el uso de la periferia por parte del usuario. Esto crea una experiencia de usuario agradable al no sobrecargar al usuario con información.
– La tecnología transmite un sentido de familiaridad al usuario y permite la conciencia del entorno del usuario en el pasado, presente y futuro.”