Agde (Francia) – ¿Frenar o acelerar?

4 Abril 2020

 

Prisión incondicional por embestir policías voluntariamente

Un hombre de 21 años fue condenado a 18 meses de prisión (6 con libertad condicional) por haber arrollar a agentes de la policía municipal, según informó la fiscalía en 20 minutos. Los jueces del tribunal penal de Béziers también emitieron una orden de detención.
Se le acusó de negativa agravada a cumplir, violencia con un arma sin incapacidad, rebelión y de conducir bajo la influencia de un estado alcohólico. Tenía 0,76 mg de alcohol por litro de aire exhalado.
Los sucesos ocurrieron en la noche del 1 de abril de 2020, en Agde. Tras negarse a un control inicial, condujo su vehículo a gran velocidad hacia dos policías municipales apostados delante de su vehículo bloqueando el carril de circulación. Tuvieron que usar sus armas para detenerlo. Uno usó un LBD, el segundo disparó su pistola contra la carrocería.
En la detención se resistió, hiriendo ligeramente a uno de los oficiales en el dedo. El tribunal también ordenó la confiscación de su vehículo. El tribunal lo desconocía.

[Traducido de demesure.noblogs.org ]

Lèon (Landes, Fr) – De la prisión familiar a la prisión escolar

Escuela de Pignons vandalizada durante el confinamiento

1 de Abril de 2020

En León, (Francia)  algunos salieron de su encierro y aprovecharon el cierre de la escuela para realizar una serie de actos de vandalismo, descubiertos el martes 31 de marzo por la tarde por el director de la escuela de Les Pignons.

Después de entrar en el local rompiendo un azulejo en las instalaciones sanitarias del centro de recreación, el individuo o individuos vandalizaron todo el local, y pusieron patas arriba la oficina del director. Pero el robo no parece ser el principal motivo de esta expedición, ya que pocas cosas han desaparecido, aparte de documentos y todas las llaves de los edificios.

Por otro lado, el nuevo minibús de la comuna, que estaba aparcado cerca y cuyas llaves estaban en el edificio, también se tomó prestado… …y posteriormente devuelto en un estado lamentable (parabrisas y espejo retrovisor rotos, delanteros y traseros destrozados).

La gendarmería fue llamada al lugar y realizó las primeras observaciones y tomó un gran número de huellas dactilares y muestras de ADN dejadas por los autores. Se abrió la investigación, y el alcalde de León, Jean Mora, presentó una queja: “El municipio está asegurado, pero va mucho más allá. Es un acto de vandalismo gratuito y desalentador en muchos sentidos”, dijo, “asombro e indignación ante tales acciones, especialmente en este período de crisis en el que se apela a la mentalidad cívica de todos.

Guerra al Estado, no a un virus

Estamos buscando nuevas historias de la creciente represión, violencia y control estatal que están emergiendo bajo el atuendo de “salvarnos” de este virus; así como todas las historias de rebeldes rompiendo el confinamiento, fugas de las cárceles, ataques a las autoridades, aquellxs que se niegan a estar confinadxs en sus casas, y todos los actos de sabotaje contra la maquinaria de la muerte. El próximo número (si es que existe) será probablemente una documentación de la violencia policial y militar, puestos de control, encierros, y asesinatos así como en las historias de victorias contra esta nueva realidad por nuestro lado. Si tienes alguna historia que aportar por favor contáctanos en: downandoutdistro (@) riseup (dot) net

Nota disuasoria

+Este periódico es el primero de lo que podría convertirse en una colección de reflexiones, intervenciones, llamados a la acción y relatos sobre la propagación el Covid-19 y el fascismo invasor que conlleva.

+Este periódico no lidiará directamente con la naturaleza del virus en sí, ofrecerá soluciones, consejo médico o intentará entrar en narrativas alrededor de la enfermedad.

+Lxs editorxs de este periódico reconocen la seriedad de la pandemia global, y lamentan las vidas perdidas que implica (a excepción de las muertes de políticxs, policías, jefxs, etc.)

+No deseamos ponernos a nosotrxs mismxs o a nuestrxs amigxs en peligro expandiendo este virus, de cualquier modo; creemos en mayor o menor grado que esta epidemia es inevitable.

+Se perderán vidas, como sea ésto siempre ha sido parte de la existencia humana. Lo que NO podemos tolerar es que Estados, gobiernos, corporaciones farmacológicas, y lxs ricxs, etc. tengan el control de qué vidas se perderán, cómo, y dónde.

+Incluso más, como anarquistas, nihilistas, y antiautoritarixs, NUNCA hemos confiado en el Estado, la ciencia médica, o las instituciones que desean constreñir y controlar la vida humana. Pese a que muchxs entre nosotrxs aparenten estar cambiando de bando y obedeciendo a Estados que una vez rechazaron, nos negamos a dicha opción.

+ Si éste es el fin, lo es en nuestros propios términos y los de nadie más.

PDF aquí: spanishcor

https://downandoutdistro.noblogs.org/post/2020/04/13/nuevo-poster-para-protegerte-a-ti-y-a-lxs-demas-del-coronavirus/

Sale Rebrote nº4, boletín anticarcelario para presxs

PALABRAS PREVIAS

Buena cabres, nos volvemos a encontrar en otro número del boletín
anticarcelario Rebrote. Esperamos que todes se encuentren bien y que
puedan estar tomando las medidas, dentro de lo posible, para no poner en
riesgo su salud.
Por obvias razones esta cuarta entrega es la que más nos ha costado
sacar adelante hasta ahora frente a la contingencia mundial que se nos
ha venido encima. Por primera vez nos vimos en la obligación de lanzar
el boletín de manera digital antes de sacar las copias impresas para su
circulación en las calles y hacerlas llegar a les compas secuestrades
por el Estado. A esto se suma que con la rapidez que se han estado
desarrollando los hechos, cada día de atraso significaba incluir dicha
información en este número. Pero hay que seguir dándole, al igual que
todes les compas que han seguido plantando cara.
Y es que pese a que la revuelta en las calles se ha visto interrumpida
creemos que el apañe entre nosotres no debe decaer jamás, menos ahora
que algo tan ínfimo como un virus ha podido evidenciar aún más todos los
horrores del capitalismo.
Desde las altas esferas del poder han querido aplacar los ánimos con el
discurso titulado “estamos todos juntos”, pero sabemos que nunca ha sido
así. Son ellxs lxs que permitieron la expansión de la infección a través
de sus viajes lujosos a Europa y Asia, y siguen contribuyendo al aumento
de contagiades a través de sus vacaciones improvisadas a sus segundas o
terceras casas, otra grosera muestra de la realidad capitalista.
Siempre hemos sido les pobres quienes están poniendo nuestras vidas a
disposición de la acumulación de riquezas y poder. Este nuevo golpe a
nuestras condiciones de vida misma no es novedad, es una extensión de la
miseria en la que ya nos encontrábamos desde antes. Y si lxs ricxs
dependen de nuestra explotación para mantener sus privilegios, nosotres
como raza humana dependemos de la explotación animal y de la tierra para
nuestras comodidades. En este y otros temas indagamos en profundidad en
nuestro artículo “Coronavirus: La hipocresía capitalista”.
Por otro lado, la precariedad dentro de los recintos penitenciarios se
ha visto agudizada por la pandemia. La nula preocupación del Estado
hacia nuestres compañeres tras las rejas les ha obligado a manifestarse
de distintas maneras para lograr obtener los insumos y medidas
necesarias, incluyendo motines carcelarios en distintas regiones del
mundo. De esto hablamos en el artículo “Pandemia mundial y el
aislamiento: Explota la revuelta dentro de las cárceles”.
A esto agregamos la esencia del boletín, “Cartas desde Adentro”, donde
reproducimos las cartas y comunicados enviadas por compas en la cana al
boletín y a otros medios. Recordamos que además nos interesan las voces
de todas las personas reprimidas por la sociedad carcelaria, incluyendo
a quienes estén tras los muros del Sename e instituciones psiquiátricas.
Y como siempre hemos incluido diversas noticias, artículos e
ilustraciones extraídas de medios afines. No olviden enviarnos sus
aportes, y apoyarnos con la difusión de este boletín.
¡Abajo todas las jaulas!

Rebrote – Boletín anticarcelario para presxs
11 de abril, 2020 – rebrote@riseup.net

Descargar Rebrote boletín anticarcelario nº 4
Versión para leer:
https://mega.nz/file/ywFSHYrZ#CeXhEzgwpap–lNEOX6UiZFlkROEyKIsXvbqvKVDEDo
Versión para imprimir:
https://mega.nz/file/fhV00YQC#RJ_E1GscED6oNwTDOosiHKK29VsJY2ebbvdZ3p70m1U

¿No salgas de casa?

…El profundo sentimiento de sentirse constantemente extraño y desamparado, la continua preterición, la persistente inseguridad de vivir… “El hijo del pobre, hoja juguete del viento”. O R

Nos quieren aún más separadas, más aisladas las unas de las otras, quieren apresarnos aún más en nuestra individualidad. Ante la crisis sanitaria solo puedes cuidar de ti mismo y de tu familia. Si sales, tú serás la culpable de llevar el virus a casa. Si mueren será tu culpa.

Y con este discurso exentamos de responsabilidades al estado, que buenos ciudadanos, que perfectos seres humanos, no abarrotemos sus hospitales, esos solo son para quiénes pueden pagarlos, nosotras hay que morir solas y aisladas en nuestras casas, en las calles, en nuestras cárceles. Todas tenemos un Guayaquil en nuestros barrios. Colapsan servicios que debería el Estado ser garante, ahora en lo real, ahí lo tienen. Su voto democrático por una muerte en el autoexilio de tu hogar.

Nuestra atomización ahora es palpable, abstraernos en este papel, en la red social, en nuestro miedo, en nuestra tristeza y lágrimas. Si algo aprenderemos de esta situación es que estamos más cerca de la ideología del capital, que está aún permea, incide, influye en la mente de la gente más radical, quédate en casa nos dicen, y asumimos como dictamen ante la parálisis del miedo espectacular, expectativas y confianza en nuestros gobernantes y nuestros sistemas democráticos tenemos. Hoy. Queremos que nos salven aquellos a quienes alguna vez lanzamos cocteles Molotov. Que risa y que rabia.

… ¿Aprenderemos?

En estas tierras mestizas dónde se siembra a diario la muerte, dónde pese a sus medidas de cuarentena, sigue habiendo mujeres y niñas violadas y en la esquina de mi calle siguen vendiendo cualquier droga con la indiferencia al alcance de tu bolsillo… aquí solo se aprende a sobrevivir de cualquier forma, pese a quien sea, arrastrando nuestro saco de huesos, carne y carente totalmente de los beneficios que nos otorga como humanos poseer una espectacular materia gris en nuestros cráneos.

En la comunicación masiva enseñan a condenar a quienes tienen que salir a trabajar o a quienes salen solo porque quieren salir. ¡Quédate en tu puta casa! Grita la gente envalentonada detrás de su ventana. ¿Que no tienes miedo? Pfff dejamos de tener miedo a salir desde que aprendimos a defendernos pues más de 10 mujeres son brutalmente asesinadas y violadas al día y nadie dice y hace nada al respecto. El virus tal vez nos mate de distinta forma, pero no es una excusa para tener miedo.

No señoras de los medios masivos, no podemos quedarnos en casa, la desesperación e incertidumbre de tener este hueco en el estómago nos hará salir las veces que hagan falta a buscar pan, y como pagar el alquiler, nuestro ímpetu nos obligará a salir a pintar sus fachadas, a reventar los vidrios de los lugares donde nos tiraron cómo desechos humanos sin darnos un quinto para pagar su pandemia. Ni en esta ni en mil crisis más nos quedaremos en casa, no hay forma, o morimos de virus o morimos de hambre, no hay reconciliación de clase, no hay tregua.

El futuro se desdibuja en cada segundo, nada nos da certeza más que estás tremendas ganas de que todo reviente.

Estamos sobreviviendo a un éxodo de todo lo vivo, causado por la dinámica del capital en todas sus formas. El tercer mundo se ahoga en el Mediterráneo, se enfrenta a la guardia nacional de los países latinoamericanos, los migrantes se enfrentan a los cazadores del narco o los buenos ciudadanos europeos que los desdeñan, todo con el fin de llegar a países de abundancia… Abundancia de esclavitud asalariada, de mano de obra baratísima, xenofobia, explotación, represión, persecución… las guerras por los recursos y la dominación en medio oriente continúan, los intereses son más grandes que un estúpido virus, el sarampión se abre paso en estas tierras marginadas asesinado a decenas de niños y gente mayor.

Pero hay que quedarnos en nuestra puta casa. Hay que ser responsables porque si el brote es más grande nosotras tendremos la culpa, no el estado que no da garantía de los derechos que tanto kakarea, no los flamantes hospitales que nos construyen en cada colonia, puesto que no existen; nadie tendrá culpa de lo que pase excepto nosotras, porque salimos. Así se lavan las manos de los estados de todos los países.

Mientras tanto, en nuestras casas y afuera seguimos haciendo que funcione el capitalismo. Estamos cooperando, seguimos a su servicio. La economía no ha dejado de moverse, se transforma en medicamentos, servicios funerarios, comida para llevar, tiendas abarrotadas por las compras de pánico de quienes tienen para pagar esta y mil crisis más. No queda de otra que usar el modernísimo recurso de ciudad, home office.

Las ciudades están semidesérticas, no porque la gente no quiera salir, sino porque convoys policiacos pasan recordándote que eres una mierda por salir de tu casa y te sugieren “amablemente” regresar al encierro. Represión, prohibición, multas, abuso de autoridad, cuarentena para gente sana, anhelos de que todo esto pase para volver a la abrumadora cotidianidad, a trabajar aún más para pagar todo lo que nos endeudaremos por esta crisis que provocamos por esa forma imprudente de jugar a dominar y tener cualquier cuerpo de cualquier animal humano y no. Por ser verdugos de lo natural, por asumir, reproducir y gestionar la violencia. Somos nuestros propios sicarios y que pena y que cómico.

¿Quién se quiere morir ahora? El irracional instinto de sobrevivencia nos impide seguir de graciosas pregonando a la muerte por el aburrimiento y la cotidianidad que nos impone el capital.

La muerte está aquí.

Es real.

Ellos la hacen real de todas las formas posibles.

Cuando el hombre no halla, en su afinidad con los demás, fuerzas para reanimarse, fortalecerse y asegurarse, las encuentra en sus relaciones e intimidad con la naturaleza.

Otto Rühle

Queridas no se queden en casa absortas, abstrayendo y meditando sobre las razones del virus. Sálganse a romper, a pintar, hagan el amor en los parques desérticos por la incertidumbre, escápense a la playa, al bosque, vallamos a molestar a la policía. Sí y en efecto, somos irresponsables, nada debemos a esta sociedad y sus defensores. Nada nos ata a este mundo más que tratar de destruirlo, solo y si nos es posible, para que podamos construir otro.

Después de esta limpieza de gente anciana y pobres que no aportan nada al avance de la maquinaria del capital, ¿qué vas a hacer… amor?

Proletarias Antidemocráticas

Región mexa

Abril 2020

You’ll never riot alone

Nunca lucharás solx

Hay otra pandemia en curso en todo el planeta. La OMS no se ocupa de ello en absoluto, ya que no es de su competencia, y los medios de comunicación tratan de silenciarla o minimizarla. Pero los gobiernos de todo el mundo están preocupados por el riesgo que implica. Esta pandemia se está extendiendo sobre la estela del virus biológico que está llenando los hospitales. Pasa por donde pasa el Covid-19. También corta el aliento. El miedo al contagio está causando, de hecho, la rabia. Los primeros síntomas del malestar tienden a empeorar, convirtiéndose primero en frustración, luego en desesperación, y finalmente en rabia. Rabia por la desaparición, por decreto sanitario, de las últimas migajas de supervivencia que quedaban.

Es significativo que tras el anuncio de las medidas restrictivas adoptadas por las autoridades para evitar la propagación de la epidemia, una especie de arresto domiciliario voluntario, fueran precisamente quienes, tras cuatro muros ya sufrían diariamente el confinamiento por coacción – los presos – los que prendieron la mecha. El verse privados de los pocos contactos humanos que les quedaban, además, el riesgo de acabar ratones enjaulados ha llevado a lo que no sucedía durante años. La inmediata transformación de la resignación en cólera.

Todo comenzó en el país occidental más afectado por el virus, Italia, donde estallaron disturbios el 9 de marzo pasado, en una treintena de prisiones inmediatamente después de la suspensión de las conversaciones con los familiares. Durante los disturbios, murieron doce prisioneros – casi todos “por sobredosis”, según los infames velos ministeriales – otros innumerables fueron masacrados. En una ciudad, en Foggia, 77 prisioneros consiguieron aprovechar la oportunidad de escapar (aunque para muchos de ellos, por desgracia, la libertad duró demasiado poco). Tales noticias sólo podrían dar la vuelta al mundo y quién sabe si habrá inspirado las protestas que, a partir de ese momento, se extienden entre los segregados vivos de los cuatro continentes: palizas, huelgas de hambre, negativa a volver a sus celdas después del patio… Pero no sólo eso.

En Asia, la mañana del 16 de marzo, agentes de las brigadas antidisturbios hicieron una redada en dos de las mayores prisiones del Líbano, en Roumieh y Zahle, para restablecer la calma; algunos testigos hablan de barrotes arrancados, columnas de humo, presos heridos. En América Latina, el 18 de marzo se produjo una fuga masiva de la prisión de San Carlos (Zulia), en Venezuela, durante un motín que estalló inmediatamente después del anuncio de medidas restrictivas: 84 presos lograron escapar, 10 fueron abatidos durante el intento. Al día siguiente, 19 de marzo, algunos prisioneros de la prisión de Santiago de Chile también intentaron escapar. Después de tomar el control de su sector, prender fuego al puesto de guardia y abrir las puertas del pasillo, se enfrentaron con los guardias. El intento de fuga fracasa y es severamente reprimido. En África, el 20 de marzo se produce otro intento de fuga masiva de la prisión de Amsinéné en N’Djamena, la capital del Chad. Todavía en América Latina, el 22 de marzo, son los presos de la prisión La Modelo en Bogotá, Colombia, los que se levantan. Es una masacre: 23 muertos y 83 heridos entre los prisioneros. De nuevo en Europa, el 23 de marzo, un ala de la prisión escocesa de Addiewell termina en manos de los insurgentes y es devastada. En los Estados Unidos, 9 reclusos escaparon de la prisión de mujeres de Pierre (Dakota del Sur) el mismo día en que una de sus compañeras direra positivo en la muestra (cuatro de ellas serán capturadas en los próximos días). También el 23 de marzo, 14 reclusos escaparon de una prisión del condado de Yakima (Washington DC) poco después de que el gobernador anunciara su obligación de permanecer en casa. Todavía en Asia, la liberación “provisional” de 85.000 presos por delitos comunes en Irán no sirve para apaciguar la ira que albergan muchas cárceles; el 27 de marzo, unos 80 presos escaparon de la cárcel de Saqqez en el Kurdistán iraní. Dos días después, el 29 de marzo, estalló otro levantamiento en Tailandia en la prisión de Buriram, en el noreste del país, donde algunos detenidos lograron escapar. Y no sólo las prisiones, sino también los centros de detención de inmigrantes clandestinos están en agitación, como lo demuestran los disturbios que estallaron en el CPR de Gradisca d’Isonzo, Italia, el 29 de marzo.

Pero si las prisiones “al cielo cerrado” superpobladas con los condenados de la tierra parecen más que nunca bombas de relojería que poco a poco explotan, ¿qué pasa con las prisiones al cielo abierto? ¿Cuánto tiempo más prevalecerá el miedo a la enfermedad sobre el miedo al hambre, paralizando los músculos y nublando las mentes? En América Latina, el 23 de marzo, 70 personas atacaron una gran tienda de comestibles en Tecámac, México; dos días después, 30 personas saquearon un supermercado en Oaxaca. El mismo día, 25 de marzo, al otro lado del Océano Atlántico, en África, la policía tiene que despedazar a las multitudes en el mercado abierto de Kisumu (Kenya). A los policías que les instan a encerrarse en sus casas, los vendedores y los clientes responden: “sabemos del riesgo del coronavirus, pero somos pobres; necesitamos trabajar y comer”. Al día siguiente, 26 de marzo, la policía italiana comenzó a vigilar algunos supermercados de Palermo, después de que un grupo de personas tratara de salir con los carritos llenos sin parar en la caja.

Tampoco puede decirse que los arrestos domiciliarios impuestos a cientos de millones de personas hayan detenido por completo la determinación de quienes pretenden sabotear este mundo mortífero. En la noche del 18 al 19 de marzo en Vauclin, Martinica, se incendió una sala técnica de la compañía telefónica Orange, cortando las líneas telefónicas a un par de miles de usuarios. En Alemania, donde las medidas de contención se pusieron en marcha el 16 de marzo, los ataques nocturnos continuaron imparables. El 18 de marzo, mientras en Berlín algunos vehículos de los concesionarios de Toyota y Mercedes se queman, en Colonia se rompen los cristales de la inmobiliaria Vonovia. En la madrugada del 19 de marzo una agencia bancaria en Hamburgo fue atacada, mientras que en Berlín el coche de una empresa de seguridad fue incendiado. En la noche del 19 al 20 de marzo, un coche perteneciente a una reserva militar en Nuremberg fue incendiado en protesta por la creciente militarización, tres yates fueron incendiados en Werder, y otro coche perteneciente a una empresa de seguridad se perdió en Berlín. En la noche del 20 al 21 de marzo, otro coche de una empresa de seguridad fue incendiado en Leipzig. Esa misma noche, tanto en Alemania como en Francia, hay quien intenta desconectar a la alienación. El intento fracasó en Padernon, donde los bomberos teutones salvaron una antena telefónica a punto de ser envuelta en llamas. La suerte no sonrió tampoco a los autores de daños en algunos cables de fibra óptica cerca de Bram, Francia. Parte del pueblo permanecerá sin Internet y sin teléfono durante varios días, pero los responsables serán arrestados gracias a un chivatazo de algunos testigos. La noche siguiente (del 22 de marzo) el coche de un oficial de aduanas se incendia cerca de Hamburgo. Quien realizó esta acción hizo circular unt exto en el que se puede leer: “Es precisamente en este período de pandemia que trae un endurecimiento y la restricción de la libertad de movimiento, en el que es aún más importante preservar la capacidad de acción y mostrarse, al igual que otros subversivos, que la lucha contra las limitaciones de esta época continúa, aunque parezca loca y difícil. Si nos rendimos al deseo del Estado de aislarnos, si nos contentamos con encogernos de hombros ante la amenaza del toque de queda, le damos la oportunidad de continuar sus maquinaciones…”. Es un pensamiento que pasa por las cabezas en todo el planeta, si bien es cierto que esa misma noche, entre el 22 y el 23 de marzo, el aeropuerto internacional de Tontouta, en Païta, Nueva Caledonia, fue objeto de ataques (rotura de cristales y ataque de vehículos de la aduana) por parte de quienes evidentemente no están de acuerdo con las palabras del Presidente del Senado tradicional, según las cuales “las decisiones adoptadas en la emergencia por los poderes públicos sin una explicación inmediata no deben incitar a la violencia”.

Pero el hecho de que más podría dejar una profunda huella, brasas que se incuban bajo las brasas del totalitarismo y de las que podrían brotar chispas, es el motín (del que sólo han llegado algunas noticias) que estalló el 27 de marzo no lejos de Wuhan, epicentro de la actual pandemia, en la frontera entre las provincias de Hubei y Jiangxi. Miles de chinos que acababan de salir de una cuarentena que duró dos meses expresaron su aprecio y gratitud por las medidas restrictivas impuestas por el gobierno, atacando a la policía que intentaba bloquear el paso por el puente del río Yangtsé.

Desde hace un mes, el mundo tal como lo conocemos se tambalea. Nada es como antes y, como mucha gente dice a pesar de sus diferentes opiniones, nada volverá a ser lo mismo. No fue la insurrección, sino una catástrofe, lo que puso en duda su tranquila reproducción. Real o percibido, no hay diferencia. No hay duda de que los gobiernos harán todo lo que puedan para aprovechar esta situación y eliminar cualquier libertad que quede, aparte de la de elegir qué bienes consumir. Tampoco hay duda de que tienen en sus manos todas las fichas técnicas para cerrar el juego, e imponer un orden social sin más manchas. Dicho esto, es bien sabido que incluso los mecanismos más sólidos y precisos pueden acabar mal parados a causa de pequeños actos. Su cálculo de los riesgos estimados y aceptados podría resultar erróneo. Dramáticamente equivocado y, por una vez, especialmente para ellos. También depende de todos y cada uno de nosotros asegurarnos de que esto suceda.

[30/3/20]
Finimondo

[Traducido de Finimondo ]

2º de “Madrid Cuarentena City”, mediados de abril, publicación por la guerra social en tiempos de estado de alarma

En este número podéis encontrar:

-Todo va a ir bien.
-Trabajo, producción y consumo. La rueda de la explotación continúa.
-Crónica de la guerra social en estado de alarma.
-La solidaridad como arma.
-La ciudad: caldo de cultivo para enfermedades y control social
-De aquellos fangos estos lodos.
-Llamamiento a extender la okupación: “Okupa la cuarentena”

TODO VA A IR BIEN

Todo va a ir bien.
“Es la historia de un hombre que cae de un edificio de 50 pisos.
Para tranquilizarse mientras cae al vacío no para de decirse:
Hasta ahora todo va bien.
Hasta ahora todo va bien.
Hasta ahora todo va bien…

Pero lo importante no es la caída,
es el aterrizaje.
Como en la metáfora de la película francesa de “La haine”, vivimos en un
mundo que venía condenado al desastre. La destrucción continuada de los
ecosistemas para extraer materias primas, la degradación sistemática de
la corteza terrestre por los monocultivos y la agroindustria, la
expulsión o aniquilación de especies, la transformación de los océanos
en estercoleros, los daños irreversibles en la capa de ozono… han tenido
un avance exponencial en los últimos años. Nos han encaminado hacia una
más que evidente transformación, para mal, de la vida en la tierra.

Al mismo tiempo, hemos generado sociedades aniquiladoras de lo
diferente, enemigas del riesgo y la aventura. Perpetuadoras de
jerarquías y autoridades, esclavas de un sistema económico que prima el
discurrir de la mercancía por encima de todo. El beneficio como única
ideología. En las que lo virtual se impone a lo real. La simulación a la
experiencia.

Estas últimas semanas se iniciaron campañas en lugares como Italia o
España en la que se pedía a niñxs que dibujasen carteles con arcoíris y
el mensaje “todo va a salir bien” o “andrá tutto bene” para luego
colgarlos en los balcones o edificios públicos. Lamentablemente, este
iluso e inocente mensaje implica complacencia con todo lo anterior, un
anhelo de regreso a una realidad autodestructiva para las personas y
perjudicial para nuestro entorno.

Y todo esto lo hemos ido acompañando con una autoinculpación,
considerando a los individuos como culposos agentes responsables de la
transmisión de un virus, cuando es evidente que las enfermedades no se
convierten en pandemias por el hacer de unas cuantas personas, se
necesitan, y desde luego se dan y se daban, una serie de condiciones de
infraestructura (como el hacinamiento en grandes ciudades, por ejemplo),
ambientales, de movimiento, etc

Asumimos, entonces, los mandatos en tono paternalista y patriarcal, de
quedarnos en casa por nuestro bien y el de lxs demás. Pero cuando se nos
prohíbe ir solxs, o con las personas con las que compartimos casa, por
la calle, ¿estamos respondiendo a criterios médicos o de orden público?

Mientras, aplaudamos en los balcones y colguemos carteles… pero quizá no
va a ir bien. Es posible, incluso, que hagamos lo que hagamos no vaya a
ir bien. Las posibilidades de recuperación del planeta son infinitas, no
lo es tanto, sin embargo, que en este resurgir tras las cenizas podamos
seguir existiendo como especie. Pero no vamos a negarnos el placer de
disfrutar de este trayecto, aunque sea el último. Vamos a enfrentar,
pelear, experimentar, imaginar… Señalar y golpear a lxs responsables de
esta realidad y alejarnos con nuestras prácticas de su perpetuación.

Otro mundo es posible, decían los clásicos eslóganes izquierdistas, otro
final del mundo es posible, es la consigna que no nos queda más remedio
que adoptar, y lo hacemos con pasión. Muchxs sin esperanza, pero con la
llama en los ojos de cuando estás tan cerca que puedes asomarte al
abismo.

 

Download Madrid cuarentena city 2

USA – Kansas Presos Riot, la Toma de control de Bloque Celular, Posiblemente En Respuesta A COVID-19 Diagnosticados Dentro de la Instalación

‘[Los internos eran] acaba de destrozar cualquier cosa que puedan tener en sus manos en la unidad”, dijo un portavoz de la prisión.

Los presos en el estado de Kansas de mediana seguridad penitenciaria se amotinaron en la tarde del jueves y viernes en la mañana, tomando más de un bloque de celdas y dañar todo lo que pudieron tener en sus manos, NBC News informes. Aunque no oficial de la causa de los disturbios ha sido lanzado, a partir de este escrito, la cuestión de la coronavirus entrar en el encarcelamiento de las instalaciones ha estado en la mente de los presos, sus carceleros, y el sistema judicial en general de la tarde.

Alrededor de las 3:00 pm hora local (4:00 pm hora del este) el jueves, una perturbación participación de alrededor de 50 presos estalló en la C bloque de Lansing Centro penitenciario, a unas 50 millas al noroeste de la Ciudad de Kansas. De acuerdo a la Ciudad de Kansas WDAF-TV, los disturbios comenzaron cuando los prisioneros se les dijo a regresar a sus celdas, y ellos se negaron.

Randy Bowman, director ejecutivo de asuntos públicos del Departamento de Kansas de Correcciones, dijo en la noche del jueves que la mejor práctica que parecía ser solo dejar que las cosas sigan su curso.

“[Los internos eran] acaba de destrozar cualquier cosa que puedan tener en sus manos en la unidad,” Bowman dijo que en el momento.

Por sobre las 9:00 de la noche del jueves, alrededor de 20 reclusos estaban fuera de sus celdas, ya que la mayoría de los otros se había dado por vencido y volvió a donde se supone que debe ser. Los funcionarios de seguimiento a la situación en vídeo desde una distancia segura. Todo el personal que había logrado salir de la unidad de forma segura, y un “correcciones equipo de respuesta” fue puesto en su lugar.

Por eso de la 1:00 de la mañana el viernes por la mañana, el motín había seguido su curso, y de todos los presos estaban sanos y salvos. No hubo lesiones.

A partir de este escrito, no queda claro lo que rechazaron el motín. Pero el asunto de la novela coronavirus haciendo su camino en la cárcel ha sido una preocupación de Lansing los presos y carceleros.

Ya el 12 de reclusos y de los 14 miembros del personal han venido abajo con COVID-19 dentro de las instalaciones.

Como se informó anteriormente por El Inquisitr, los internos en instituciones penitenciarias están particularmente en riesgo de desarrollar complicaciones graves de coronavirus. Muchos de los presos ya están en mal heatlh, debido a una vida de violencia o abuso de drogas, la falta de vivienda, y la mala nutrición. Lo que es más, los presos están hacinados en espacios reducidos, compartiendo instalaciones y abandonar no es una opción. En muchas prisiones, el acceso a jabón o desinfectante de manos es limitado, y la atención médica es irregular en el mejor.

En Kansas, el capítulo local de la Unión Americana de Libertades Civiles, ha pedido al estado la Suprema Corte de liberar a los presos con graves problemas médicos, incluyendo 7 en Lansing, con el fin de protegerlos de la exposición a los coronavirus.

https://lovingvalencia.com/kansas-presos-riot-la-toma-de-control-de-bloque-celular-posiblemente-en-respuesta-a-covid-19-diagnosticados-dentro-de-la-instalacion/11672/

Delaciones y lecciones

La noticia de ayer es que, según una encuesta, el 72% de los italianos cree que es correcto denunciar a la policía a los que no respetan las prohibiciones antipandemia. Cualquier reunión o celebración en las casas de los vecinos debería ser denunciada. Casi tres italianos de cada cuatro espían el comportamiento de sus vecinos, dispuestos a llamar a la policía si alguien se atreve a reunirse y divertirse con sus amigos… ¿Y qué hay de todos esos potenciales asesinos en masa que se atreven a salir a correr, pasear a sus perros, dejar a sus hijos jugar – tal vez con sus amigos – al aire libre?

La noticia de hoy es lo que le sucedió en Calabria a uno de los ejemplares de este 72%, que había publicado en internet un video que mostraba uno de los muchos controles “para la contención epidemiológica” que se realizan en las calles. En este video había filmado… mmm, cómo decirlo… la persona que no debería haber filmado… la persona equivocada… o mejor dicho, la que tenía el pariente equivocado. Este último, una vez informado de que un familiar había sido sorprendido con las manos en la masa y colgado en internet, pensó que era una buena idea ir a felicitar al autor del vídeo personalmente. De hecho, para difundir tales imágenes, hay que tener un alto sentido del deber cívico y de orgullo nacional. El pariente “equivocado” apareció entonces en la puerta del apartamento de donde se había tomado la grabación, llamó a la puerta, y después de un inútil intercambio de palabras sobre el valor de la discreción-privacidad, sacó un arma, haciendo resonar toda su admiración. Por desgracia, el pariente, ni siquiera tan errado, fue arrestado y por lo tanto, de ahora en adelante tendrá que permanecer encerrado en una celda en lugar de estar encerrado en la sala de estar, ya no podrá dispensar sabias lecciones “metete-en-tus-asustos” [cazzisuologia]. En cuanto a su involuntario pupilo, pasará el resto de sus días cojeando.

¿Quién sabe si le bastará para alejarse de la ventana y sobre todo no entrometerse en la vida privada de los demás?

https://finimondo.org/node/2456

Confia, Jacques Ellul

No hace falta decir que las estaciones de energía atómica son
completamente confiables. Se entiende, misiles acumulados, submarinos y cohetes, bombas de neutrones e hidrógeno, productos tóxicos fuera de la guerra, tambores y contenedores de desechos radiactivos y dioxinas, acumulaciones de plomo y mercurio, la capa cada vez más gruesa de dióxido de carbono, todo esto no es peligroso. No se nos dirá más que los gases de iluminación de 1850 o los primeros ferrocarriles.

Pobres tontos informadores del progreso que somos, y que no han
entendido nada.
– Nadie hará la última de las últimas guerras.
– Los petroleros de 500,000 toneladas nunca fracasarán, ni las
prospecciones en alta mar a tres mil metros estallarán irreparablemente.

– La ingeniería genética nunca se desviará para producir monstruos o
seres de tan perfecta conformidad con el modelo prescrito.
– Nunca tranquilizantes, euphorisers, seccionadores serán una camisa de
fuerza química general.
– Nunca los alimentos artificiales producidos por bacterias ágiles puestas en acción serán una pudrición.
– Nunca será el instrumento de una policía universal.
– Las cámaras fijas en las avenidas nunca serán el ojo que ya no está en
la tumba y que ya no es de Dios.
– El Estado nunca se volverá totalitario.
– El gulag nunca se extenderá.

Confianza Así que confíe en los científicos, los laboratorios, los
estadistas, los técnicos, los administradores, los desarrolladores, que
solo quieren el bien de la humanidad, que tienen bien el dispositivo en
sus manos y conocen la dirección correcta. Confíe en los
pronosticadores, los informáticos, los higienistas, los economistas, los
guardianes de la ciudad (¡oh Platón, los tenemos ahora!).

Confía, porque tu confianza es esencial en esta brujería.

Jacques Ellul, Fe al precio de la duda, 1980

 

[Analisis] «Confia» Jacques Ellul